Madrid está lleno de Restaurantes Buenos. Allá donde mires hay un restaurante que elabora unos platos exquisitos en un buen ambiente, al mismo tiempo que dona parte del precio de un plato a la lucha contra el hambre y la crisis provocada por la COVID-19.
Comenzamos este paseo en el barrio de Salamanca, por la Calle Castelló, donde nos encontramos con Don Dimas. Este restaurante brinda homenaje a los sabores de ayer con las técnicas de hoy. Sus composiciones plagadas de texturas y matices, marcadas por sus periplos por el mundo, y las técnicas vanguardistas son el cáliz de su cocina. Una de sus máximas son los productos de temporada y proximidad, manteniendo una estrecha relación con sus proveedores, tanto de tierra como de mar.
Llegando a Lope de Rueda podemos disfrutar del tapeo de siempre con recetas actualizadas en Taberna & Media. Se trata de un negocio familiar con una cocina sencilla y tradicional, preparada con el cariño de antes, pero con una presentación actual. Las excelentes materias primas son las protagonistas de una carta breve pero completa, diseñada por las dos generaciones de chefs que presiden sus cocinas.
En la Calle del General Pardiñas puedes disfrutar de la cocina elevada a su máxima expresión con recetas de caza adaptadas a cada momento, pescados, mariscos, carnes y verduras de temporada en el Restaurante & Bar TreZe. Su bodega apuesta por los vinos por copas y es una bodega que no para de crecer en cantidad y ambición, pero sin olvidar los clásicos que a todos nos convencen.
Situado en una de las principales arterias de Madrid, La Chulapa de Alcalá es un local de cocina mediterránea con una ambientación castiza y cálida donde disfrutar de gran una variedad de productos. La elegancia, la serenidad y el diseño son sus premisas para crear un espacio de calidad con un toque histórico a la vez que informal y distendido.
Situado en el Paseo de Eduardo Dato, en uno de los edificios más históricos y clásicos del distrito de Chamberí se encuentra el escenario perfecto donde disfrutar la experiencia culinaria de Prístino. Sus platos están enfocados en un objetivo: ofrecer siempre un producto de primera calidad y disfrutarlo en un ambiente elegante, acogedor, cálido y agradable. Lo que persiguen entre sus fogones es volver a los orígenes, a aquella cocina madrileña que hacía disfrutar de sabores únicos.
Os presentaremos en otro post de Restaurantes Buenos en el centro de Madrid, donde podréis disfrutar de su cocina a la vez que ayudar en esta iniciativa.