De origen extremeño y valenciano de adopción, Quique Dacosta desarrolla su carrera profesional como chef desde 1986.
En 1988 empezó a trabajar en el que hoy es su restaurante, Quique Dacosta Restaurant, en Dénia. Utiliza su territorio, cultura y estilo de vida como estandarte, proyectando así la Comunidad Valenciana como un icono turístico vanguardista. Entre 2012 y 2013 obtiene tres Estrellas Michelin y en 2020 recibe la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Tras cinco años de trabajo, su última aventura y uno de los proyectos más importantes de su trayectoria vio la luz el pasado mes de abril, cuando el icónico Hotel Mandarin Oriental Ritz Madrid abrió sus puertas bajo su dirección gastronómica.
Además de ser uno de los chefs españoles más reconocidos a nivel nacional e internacional, Quique Dacosta es embajador de Acción contra el Hambre desde 2016 y padrino de Restaurantes contra el Hambre, la mayor iniciativa solidaria de la hostelería en nuestro país, desde hace cinco ediciones. En 2016, le invitamos a conocer algunos de nuestros proyectos en Senegal.
El viaje a Senegal supuso un antes y un después en tú relación con Acción contra el Hambre, ¿qué significó para ti ese viaje?
“El viaje fue muy interesante para entender todas las sensibilidades que mi familia, mi equipo y yo tenemos en torno al hambre en el mundo, sobre todo en los más desfavorecidos y niños. Fue una oportunidad para encontrar allí la manera real de poder enfrentar el problema sin querer dogmatizar o enviar soluciones desde aquí. Esto último en muchas ocasiones es justo lo que no funciona. Vivirlo a pie de pista sin duda fue un antes y un después para mí, un choque frontal con la realidad que indispensablemente te toca por mucho que lo tengas interiorizado, visto o vivido desde la pantalla.”
¿Qué fue lo que te motivó para unirte a la iniciativa Restaurantes contra el Hambre?
“Antes de ese viaje nosotros ya colaborábamos con Acción Contra El Hambre por la sensibilidad que tenemos con este tema. Siendo cocinero y padre no concibo que exista hambre en el mundo. Sobre todo, porque sabemos que si realmente se quiere se puede erradicar. Ya éramos embajadores de Acción contra el Hambre en la Comunidad Valenciana, pero quería ir un poco más allá.”
¿Qué te dicen las personas que ven que participas en esta iniciativa?
R.“La gente en general está muy a favor de esta causa. Primero mi entorno más próximo que es el primer eslabón de una cadena que ha de ser fuerte y ser los primeros divulgadores. Se trata de ir buscando apóstoles para la causa. Tanto en la cocina como en la batalla de la igualdad, sostenibilidad, relación con el medio ambiente, la creatividad, investigación como en el hambre en el mundo. Buscamos apóstoles que comulguen con nosotros. Por supuesto en mí mismo sector. Y así nuestro objetivo va estando cada vez más cerca. Quique Dacosta es una marca tanto gastronómica como social.”
Sabemos que la marca “Quique Dacosta” es una marca con una parte social muy importante. ¿Qué significa esto para ti?
“Yo de esto no quiero hacer bandera, salvo para que se sumen más personas que posiblemente tengan la misma sensibilidad, pero no saben cómo canalizarla. Me siento muy identificado con las campañas que lleva a cabo Acción Contra El Hambre. Seguramente también porque han logrado de forma acertada unir la restauración con la lucha contra el hambre. Ahí es donde hago bandera, pero no porque sí. Si no para visibilizar un problema que es de extrema importancia.”
Al comenzar la pandemia, participaste con tu hija Noa en la iniciativa “Chef por un día”, que tenía como objetivo invitar a los niños y niñas a cocinar un plato saludable en su casa y recaudar fondos para las familias más afectadas por la emergencia, ¿cómo viviste esta experiencia?
“Fue realmente bonito. Mis hijos, hoy en día, no tienen en mente ser cocineros. Su vocación ahora mismo en el caso de Ugo es el deporte y en el de Noa la interpretación. Mi familia tiene la misma sensibilidad que yo y nos moveremos siempre en beneficio de los demás y sobre todo luchando contra el hambre en el mundo.”
La pandemia ha afectado a muchos sectores, siendo el de la hostelería uno de los más afectados. ¿Cómo te sientes al ser padrino de esta edición tan única y difícil de Restaurantes contra el Hambre?
“Continuar con la causa, más allá de pandemias, me sigue manteniendo unido a Acción Contra El Hambre con las convicciones que tengo. Lograr que un niño o una persona en situación desfavorable no pase hambre en el mundo es motivo más que suficiente para que yo trabaje en la causa. Si además conseguimos gestar herramientas para no solo enviar comida si no para que puedan autoabastecerse, producir y dignificarse como seres humanos allá donde estén, todavía mucho mejor.”
¿Qué es para ti ser un Restaurante Bueno y que les dirías a los restaurantes que están pensando en inscribir su restaurante en la iniciativa?
“Siempre pensamos en ser un buen restaurante porque así los clientes siempre te elegirán. Y ser un Restaurante Bueno es provocar que afloren otras sensibilidades que las personas que hacen un restaurante poseen. Yo estoy seguro de que todo el mundo tiene algún tipo de sensibilidad. Hay que encontrar el reflejo donde expresarlo. En muchas ocasiones pensamos que por nosotros mismos no podemos cambiar el mundo. Tal vez hemos de rebajar ese nivel de presión y comenzar por nuestro entorno más próximo. Si todos movemos nuestro pequeño mundo, son muchos mundos unidos por valores comunes que harán que cambie. Ser un Restaurante Bueno es emprender acciones que van más allá de ser un buen restaurante.”
Un año más, Quique Dacosta saca su cara más solidaria para invitar a bares y restaurantes de todo tipo a sumarse a la campaña Restaurantes contra el Hambre y ayudar a que miles de familias tengan siempre un plato en la mesa.
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