EL HAMBRE ES EL PRODUCTO DE TEMPORADA PARA MÁS DE 10 MILLONES DE PERSONAS EN OCHO PAÍSES.

El Sahel es la franja africana que se extiende entre el Sáhara y la sabana. En ella, el hambre estacional amenaza cada año a familias enteras en Senegal, Mauritania, Malí, Níger, Burkina Faso, Nigeria, Camerún y Chad.

El hambre estacional es un periodo de escasez que se da cada año en países donde su población depende de la agricultura y la ganadería. En torno a junio, las reservas de alimentos de la cosecha anterior se van agotando y esa falta de oferta hace que los precios se disparen. La nueva cosecha no llegará hasta octubre. Por delante, cuatro meses de hambre silenciosa, predecible y evitable.

Muchas familias que en otras épocas del año no pasan hambre ven disminuida la cantidad de alimentos que pueden comprar. Y quienes ya tenían dificultades, se ven ahora empujados un poco más al límite.

La crisis climática y los conflictos agravan los efectos de la estación del hambre en una región con más de 4 millones de personas desplazadas de sus hogares y cerca de tres millones de niños y niñas que padecen desnutrición aguda severa

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