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Historias

Ángela, emprendedora: "La precariedad se lleva por delante muchos aspectos vitales"

 

A sus 31 años Ángela Santos ha abierto una escuela de yoga con el apoyo del proyecto YEP (Young Entreprise Program)

Para emprender, hay que lidiar con Hacienda cada 3 meses y con tus luces y sombras cada día.

 

Ángela Santos (31 años) ha dado el salto al emprendimiento para escapar de la precariedad. Diplomada en Educación Social y formada en yoga, durante años compaginó trabajos como profesora de yoga, educadora social, camarera, recepcionista… “Sumaba un sueldo a base de muchos poquitos y eso agotaba anímicamente. También mis relaciones personales se resintieron por esa inestabilidad. La precariedad se lleva por delante muchos aspectos vitales”, explica.

En 2017 optó por abrir su propia escuela de yoga, Jara Yoga, con el apoyo del programa europeo YEP (Young Entreprise Program), que Acción contra el Hambre ha implementado en España. “Ahora tengo posibilidades de crecimiento y la posibilidad de vivir bien. Mi expectativa es poder planear unas vacaciones, no por cansancio sino porque significará que mi vida es tranquila, mis ingresos son estables y puedo hacer planes de futuro”.

Como mujer joven que emprende está viviendo situaciones en las que se duda de sus capacidades. Asegura que de ser hombre y de mayor edad, nada de ello se estaría dando. En esta entrevista nos cuenta su historia.

Háblanos de tu recorrido vital.

Soy diplomada en Educación Social. Estuve trabajando en el sector de la intervención social pero empezó a precarizarse cada vez más: jornadas con pocas horas, contratos por obra, entidades que no daban garantías… Así que me formé como profesora de yoga como opción B laboral. Durante años compaginé ambos trabajos, profesora y educadora. También camarera, recepcionista... sumaba un sueldo de muchos poquitos y eso agotaba anímicamente. Fue una época en la que mis relaciones personales también se vieron tocadas por mi inestabilidad. Es importante saber que la precariedad se lleva por delante muchos aspectos vitales.

Cómo surgió la idea de emprender y cuándo fue. 

En 2016 definitivamente decidí dejar de buscar trabajo como Educadora Social por desgaste y por desilusión. Me centré en las clases de yoga, monté un concepto/proyecto personal de yoga con página web, empecé a organizar talleres... pero seguía dando clases para otros centros y en múltiples lugares. Un proyecto nómada fue la antesala de mi emprendimiento actual y más real. En esos años aprendí mucho en cuanto a promoción, estrategia...

¿En qué ha mejorado tu situación laboral al trabajar por cuenta propia?

Aún no ha pasado el primer año desde que abrí la escuela, por lo que la mejora económica no ha llegado aún. Pero en la situación anterior, mis ingresos estaban muy limitados y condicionados. No había posibilidad de mejora más allá de dar más clases en más sitios. En la escuela, el crecimiento está limitado por las características de mi modelo de negocio (nº de personas por clase) pero hay más posibilidades de crecimiento y la posibilidad de vivir bien, tranquila, pudiendo hacer previsiones y planes.

¿Crees que como mujer has vivido o estás viviendo situaciones a las que un hombre no habría que tenido que enfrentarse? ¿Has percibido que tuvieras que demostrar más tu valía?

Totalmente sí. Tanto en el proceso de apertura de la escuela como en la gestión del día a día me he encontrado en situaciones en las que se ha dudado de mí. En mi caso quizá se juntan dos variables en la manera en la que me lee el mundo: mujer y joven. He visto cómo se ha puesto en duda mi grado de madurez y las capacidades y aptitudes que conlleva tener un negocio propio. He ido a pagar el IRPF al banco y el de la ventanilla me ha preguntado: ¿Pero esto es para ti? Y yo... sí, señor. De mi local, de mi negocio. Además de recriminarme la posibilidad de que yo podía perder el resguardo del ingreso y que si Hacienda me reclamaba la culpa encima iba a ir a para él... He cambiado de gestor porque no soportaba la condescendencia y paternalismo con la que me trataba. Cuando hubo que hacer mejoras en el local por ejemplo, el carpintero me preguntó si mi chico sabía utilizar la silicona para rematar los rodapiés... Días antes me había visto cargar tres sacos de escombros...

Si el sistema jurídico español parte del principio de inocencia de la persona acusada, en la sociedad patriarcal sucede algo similar: si eres mujer, se parte del principio de inferioridad hasta que se demuestre lo contrario.

Ahí es donde reside el doble esfuerzo que tenemos que hacer las mujeres a la hora de tener un negocio propio: hablar en ciertos códigos y parámetros hegemónicos, y no abandonar nuestros saberes y formas de relacionarnos. Replicar la masculinidad del poder no tiene sentido.

¿Has tenido miedo al fracaso?

No tengo miedo al fracaso sino al rechazo. Si me negocio por lo que fuera no saliera adelante, me busco un trabajo por cuenta ajena que durante un tiempo me garantice que puedo pagar el microcrédito y poco más. Los números no me dan miedo, sí el juicio externo.

¿En qué punto te encuentras?

Estoy luchando y aprendiendo mucho. Tener un negocio propio ha supuesto que mis miedos, inseguridades y aspectos personales también condicionen el desarrollo de mi escuela. Pero si quieres que tu negocio vaya a mejor, tú también tienes que ir a mejor. Hay que lidiar con Hacienda cada 3 meses y con tus luces y sombras cada día.

¿Qué expectativas tienes de cara al futuro? 

Mi expectativa es poder planear unas vacaciones. Significará que mi vida es tranquila, que mis ingresos son estables.

¿Cuáles son tus retos o proyectos?

Por el momento quiero asentar las bases de la escuela. Hay distintas líneas de servicios y estoy viendo qué funciona, qué no y qué cambios he de hacer para que funcione y mejorar. Hay que estar dispuesta a reinventarse. Ser capaz de sostener un negocio y a mí misma por mí misma. Ese es mi mayor reto.

"Acción contra el Hambre me aportó confianza"

¿Cómo conociste el programa YEP?

Bicheando en internet... un link me llevó a otro y a otro y a otro. Lo vi en el portal de la Agencia para el Empleo. Me metí en la página de Acción contra el Hambre y acabé mandado un email.

¿Cómo te ayudamos desde Acción contra el Hambre? ¿Qué te ha aportado nuestra organización en términos de asesoría, capacitación o financiación?

Lo primero, y quizá más importante, me ayudó a cambiar el chip. Fue un cambio de perspectiva brutal. En una vida tan precaria como la mía, en la que cada mes garantizar el alquiler y las facturas es un suplicio, tener algo propio, asumir otros tantos pagos fijos al mes era inimaginable. Pero el proceso formativo, las tutorías, Patricia (Álvarez, técnica de emprendimiento de Acción contra el Hambre en Madrid)... fue precisamente eso, un proceso en el que te planteas ¿y po rqué no? El hecho de contar con todos esos recursos por parte de la ONG hace que no sea un ¿por qué no? a la ligera. Ayuda mucho contar con ese apoyo, y sobretodo confianza, en muchos niveles.

¿Cómo fue el proceso? ¿Cuánto duró?

La formación fueron como dos meses... y desde que empecé las tutorías a nivel individual, tomé la decisión, realicé el plan de empresa, financiación y apertura de la escuela, tres meses. Y con verano mediante. Por lo visto fue algo insólito, pero es que hubo mucho trabajo detrás y había muchas ganas.

¿Cómo solucionaste la necesidad de financiación para tu proyecto?

Solicitando un microcrédito. La actitud y predisposición de la entiendad y la sucursal también fue de agradecer. Además., tuve un pequeño problema de desajuste, hubo que solicitar ampliar la cantidad y no hubo problema. Estoy muy agradecida por todo.

¿Cómo definirías el apoyo que te prestó Patricia, tu técnica de apoyo?

Basado en la confianza, respeto por mi historia de vida y predisposición al 100%. Patricia me destacó actitudes y capaciades que eran necesarias para llevar un negocio, que ya tenía y que yo no veía. Respetaba mucho mis creencias, la manera en la que sí quería hacer las cosas y que cosas no eran para mi. Estuvo volcada, fue accesible y dio mucho de ella. No lo viví en ningún momento como un proceso impersonal entre técnico y usuaria, como sí he podido sentir en otros recursos, y eso también me ayudó a confiar. Y a volver a creer en los Fondos Sociales Europeos ;)

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