Las comunidades rurales de Somalia están al límite por la falta de agua

El 80% de la población de Somalia depende de la agricultura de pequeña escala para sobrevivir. Muchos son nómadas pastoralistas, que crían al ganado y se desplazan por temporadas para encontrar pastos con sus rebaños. Pero después de varias temporadas con escasez de lluvia, ya no se puede encontrar ningún pasto y los animales se están muriendo. Dos años de sequía intensa, combinada con conflictos, pobreza y falta de infraestructuras, han llevado al país a sufrir una emergencia masiva de hambre que podría convertirse en hambruna.

Normalmente la temporada de lluvias dura entre dos y tres meses, pero este año en algunas zonas del país solo ha llovido durante cinco días. En Somalia, la producción de cosecha está un 90% por debajo de lo que tendría que ser en un año normal. No hay suficiente agua para mantener a los animales, ni para la cosecha.

Gran cantidad de personas de las comunidades rurales se han visto obligados a abandonar sus casas y caminar largas distancias hacia las grandes ciudades en busca de comida y agua. Desde noviembre, unas 615.000 personas han emigrado, y esta cifra aumenta cada día. Viajar hacia el sur de Somalia puede ser muy peligroso: es un camino muy largo y especialmente complicado para familias con niños pequeños, además del entorno violento de los grupos armados que pueden aparecer en cualquier momento. 

Conoce la historia de Hawo que tuvo que huir con sus hijos para buscar agua y comida

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