Los científicos pueden contribuir a erradicar la desnutrición infantil

André Briend, pediatra nutricionista francés y miembro del Consejo científico de la Red Internacional Acción contra el Hambre inventó en 1996 el primer Alimento Terapéutico Listo para su Uso, que marcó un antes y un después en la lucha contra la desnutrición aguda infantil.  El Dr. Briend, que estuvo recientemente en Madrid para un encuentro del Comité científico de ACF, se inspiró en un bote de crema de cacao para crear el revolucionario producto.

¿Cómo se le ocurrió crear un alimento terapéutico listo para su consumo que permitiese recuperar a niños desnutridos? Las leches terapéuticas que se utilizaban para recuperar a niños de la desnutrición necesitaban ser mezcladas con agua. Si había un accidente de contaminación, la bacteria provocaba diarrea en los niños y, como consecuencia, a veces, su muerte. Sabíamos, por datos médicos, que este porcentaje podía disminuir.

En 1996 estaba trabajando en el Institute de Recherche pour le Development (IRD) y, colaborando con Michel Lescanne, de la empresa Nutriset, nos dimos cuenta de que era mejor pensar en un alimento sólido, de forma que el niño podía comerlo sin tener que mezclarlo con agua. Hicimos distintos ensayos hasta diseñar el producto final.

Me inspiré en un tarro de crema de chocolate. Me di cuenta de que tenía una composición similar de proteínas, energía y lípidos a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Luego vino la idea de sustituir la leche por pasta de cacahuete y así fue como creamos el primer Plumpy Nut, marca comercial de uno de los Alimentos Terapéuticos Listos para su Uso. El hecho de que no necesite agua  y que pueda ser consumido directamente es su principal valor.

Ahora que tenemos los RUTF (siglas en inglés de Alimento Terapéutico Listo para su Consumo) ¿cuáles son los próximos retos para erradicar la desnutrición? Ahora estamos en la posición de poder curar a un niño con desnutrición severa. Pero sería  mucho mejor poder evitar que caigan en este estado. Esto es mucho más complicado. Por otra parte, también queremos hacer una versión más barata de RUTF, que pueda darse a más niños, pero es un proyecto aún en marcha.

¿Pueden los científicos combatir un problema global como es el hambre en el mundo? Desafortunadamente el hambre global es un aspecto muy relacionado con la situación social. La contribución de los científicos en este ámbito es modesta comparada con la totalidad del problema. Pero el desarrollo de los RUTF son una buena prueba de que, aunque sea de una forma modesta, la ciencia puede contribuir a abordar este tipo de problemas.

¿Cree que la contribución de los científicos está siendo suficiente en  este sentido? Se está investigando, pero bajo mi punto de vista no es suficiente. Si comparas el número de científicos que están investigando en este ámbito con respecto a otros ámbitos de la ciencia, hay un desequilibrio evidente. Es evidente que no es suficiente.  

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