Sudán del Sur: Nos esforzamos para salvar vidas jóvenes
A día de hoy, y aunque ya no sea noticia, Sudán del Sur continúa en guerra. 2,5 millones de personas continúan en riesgo de hambre y sus vidas corren peligro. Muchos de ellos son mujeres y niños menores de cinco años.
La lucha que empezó en diciembre de 2013, ha afectado a los mercados y la gestión del ganado, amenazando la capacidad de las comunidades para sembrar los campos y cosechar los alimentos.
El año pasado, el hambre se evitaba gracias a la rápida respuesta de las agencias de ayuda y los donantes internacionales, esto supuso un alivio en la lucha. Pero a día de hoy, los esfuerzos para poner fin al conflicto continúan con la lucha por asegurar que las vidas de los más jóvenes no se pierdan con el hambre.
Nuestros equipos están ayudando a las familias cuyas vidas han quedado afectadas por la violencia. Muchos de ellos están viviendo en los campamentos de Man Awan (foto de abajo) en el estado Warrap, donde miles de familias han huido para escapar de los intensos enfrentamientos en los alrededores del estado de Unity.
Aleu Acor, con un año de vida (foto de abajo) vive en el campamento de Man Awan desde abril de 2014. Llegó hasta aquí con su madre, Atong Nyok (también foto de abajo), que huyó de los combates en el estado de Unity con él y sus otros dos niños, Matong de 5 años y Makuac de 3. En noviembre, Atong se dio cuenta de Aleu estaba enfermo y llegó a estar muy débil.
Atong solicitó nuestro apoyo. En Acción contra el Hambre formamos a miembros de la comunidad para detectar signos de desnutrición potencialmente peligrosos en los niños menores de cinco años. Una cinta sencilla codificada por colores, permite a los voluntarios de nutrición comunitaria como Julia Charles John (foto de abajo), medir el perímetro del brazo del niño e identificar si sufre desnutrición.
Aleu fue examinado y su diagnóstico fue como resultado estar en riesgo de padecer desnutrición severa. Rápidamente se envía a los niños que padecen desnutrición al centro de estabilización de Acción contra el Hambre más cercano para tratarlos lo antes posible.
En estos centros, en primer lugar, pesan y miden a los niños para evaluar la gravedad de su enfermedad.
Sobre la base de esta evaluación, el tratamiento empieza a darse inmediatamente.
El tratamiento varía en función de la gravedad de la enfermedad del niño, pero para muchos, como Aleu, su tratamiento incluye el suministro de un alimento de alto contenido calórico, una pasta de cacahuete enriquecida con nutrientes, los RUTF (siglas en inglés de Alimento Terapéutico Listo para su Uso).
Con acceso a una alimentación limitada, los padres están luchando para proporcionar a sus hijos las vitaminas que necesitan para crecer y desarrollarse y lo más importante, que dejen de pasar hambre. Para ayudarles, nuestros equipos están proporcionando suplementos multivitamínicos a los niños más pequeños en los campamentos de desplazados.
Atong es consciente de que una alimentación desequilibrada es la causa del estado de su hijo Aleu, pero ella se siente incapaz de cambiar la situación.
"Nuestros hijos son demasiado pequeños y no hay nada que pueda darles", dijo. "No tenemos dinero para comprar mijo en el mercado y no hay nada que podamos hacer para cambiar esta situación. Somos dependientes de Acción contra el Hambre y otras organizaciones que nos están apoyando."
Estamos ayudando a cientos de familias como la de Atong, pero hay muchos más que aún necesitan nuestro apoyo. La ONU calcula que se necesitan 600 millones de dólares este mes para satisfacer las necesidades de la población civil de Sudán del Sur. Con un número sin precedentes de crisis simultáneas en todo el mundo, hay que asegurarse de que los niños como Aleu no queden en el olvido.
Para romper el ciclo del hambre, debemos asegurarnos de que la ayuda en seguridad alimentaria, como semillas y herramientas necesarias para labrar la tierra, lleguen antes de la temporada de siembra en abril y mayo.
Para romper el ciclo de la violencia, se debe encontrar una solución política.
De la rapidez y calidad de nuestra respuesta depende la vida de millones de personas. Para que esto sea posible, necesitamos tener fondos disponibles. Por eso hoy hacemos un llamamiento, si puedes, colabora con nosotros:
Puedes hacer un donativo, para colaborar con nuestros proyectos de manera puntual y ayudarnos a que todos nuestros proyectos sigan adelante.
También puedes hacerte socio, para colaborar en nuestros proyectos a más largo plazo y así ofreciendo una mayor estabilidad a nuestras acciones.
Díselo a tus conocidos, compártelo, cada vez somos más. Es importante que esta información no se quede aquí, por eso te pedimos que uses todos los medios a tu alcance para hacer que cada vez más personas sepan la realidad de la desnutrición en el mundo y se unan a nuestra lucha. El hambre tiene solución. Así de simple.
Fotos: Andrew Parsons
