Dildar y su familia asisten a uno de nuestros centros para recibir alimentos y ayuda psicosocial

“El bebé no tiene nombre. Nació hace diez días en las montañas mientras intentábamos escapar hacia aquí. Fue muy dificil dar a luz a un bebé en esas condiciones, sentí mucho dolor” cuenta Dildar. 

“Cuando conseguí dar a luz, no teníamos agua cerca y tuve que ir gateando hasta un arroyo para lavarme. Después, no podía andar, estaba muy débil. Mi hermano y mi marido se fueron turnando para llevarme y a ratos podía valerme por mí misma". 

No tenían medicinas ni nada para paliar el dolor pero consiguieron llegar al centro de Acción contra el Hambre. "Ya me han dado la tarjeta para recoger los alimentos para mi familia. Yo todavía no me siento en condiciones de comer, solo puedo tomar líquidos".

Dildar y su marido nos explican que pronto deben volver a su refugio, donde dejaron a tres de sus hijos con su abuela. “Nacimos en Myanmar, es nuestra tierra, nuestra casa. Siempre hemos vivido allí. Pero ahora, todo el mundo se está marchando, y eso es lo que hemos hecho nosotros también... Mi casa se quemó, Myanmar sigue ardiendo”.