El agua es vida para los refugiados (Parte 4)

Mientras el conflicto no se resuelva, el futuro de los refugiados malienses es incierto. El sueño de la gran mayoría de los habitantes de M’berra, en Mauritania, es volver a sus hogares. Pero muchos de ellos coinciden también en el importante papel que juega disponer de agua, saneamiento e higiene en su estabilidad mientras dure su estancia en el campo.

Seguridad alimentaria
Mohamed Yehia supervisa un huerto comunitario que puso en marcha una organización local, SOS Desert. Gracias a las instalaciones de agua provistas por Acción contra el Hambre y la Comisión Europea, en este huerto se extraen diariamente 15 metros cúbicos que les permiten regar dos veces al día. Así hacen frente a una sequía, que incluso en época de lluvia amenaza los cultivos.

“Hay tres fuentes de agua. Todos los días están llenas lo que nos permite cultivar verduras y hortalizas. Además, este huerto nos permite vender lo que producimos para comprar lo que no podemos cultivar”, afirma Mohamed orgulloso.

Higiene
Las actividades de sensibilización e información son tan importantes como proporcionar los materiales de higiene a las comunidades. Acción contra el hambre realiza actividades puerta a puerta y sensibilizaciones para informar sobre la importancia de la higiene en la salud.

Marhabdi, es una joven que ha incorporado a su rutina conductas higiénicas tan sencillas como lavarse las manos cinco veces al día o lavar los bidones de agua antes de usarlos. Ella, como otras mujeres de la comunidad, suele asistir a las demostración donde los miembros del comité de higiene muestran a sus vecinos cómo lavar los contenedores de agua. También los niños acuden a las fuentes donde en fila, esperan disciplinadamente su turno para lavarse las manos con jabón. “Yo creo que mantener la higiene es la mejor forma para estar sanos”, dice Marhabdi.

Saneamiento
La construcción de letrinas es indispensable para mantener los mínimos de higiene en el campo, y la comunidad se ha implicado en la tarea. Desde 2015, Acción contra el Hambre ha construido con la financiación de la Comisión Europea más de 150 letrinas. Pero la importancia de las letrinas va más allá, ya que también tienen un importante papel en la preservación de la intimidad de las mujeres y las niñas. “Antes teníamos que escondernos por la noche para hacer nuestras necesidades”, relata una joven del campo.

Cuatro semanas por M’berra nos han acercado a comprender las dificultades que conlleva vivir en un campo de refugiados. Sus habitantes no se resignan a esa situación, pero se adaptan y activan su ingenio frente a las adversidades. Nuestro papel ahora es seguir trabajando para fomentar su resiliencia y garantizar que el agua potable siga fluyendo.

Parte1: Vivir en M'berra

Parte2: Agua y saneamiento: una realidad para los refugiados de M'berra

Parte3: Participación comunitaria: los refugiados de M'Berra son conscientes de sus derechos