Ghada - Diez lecturas de una década de bloqueo

Cuando Ghada me empezó a contar los problemas de violencia doméstica que había atravesado y cómo terminó en divorcio después de 20 años de matrimonio, entendí lo que debe significar para ella la independencia. Explica que para ella es un verdadero sueño tener su propio salón de peluquería. ‘Ser una mujer divorciada no es fácil en una sociedad como la de Gaza’, acentúa Ghada. ‘Mi familia, sin embargo, apoyó mi decisión y me apuntó a diferentes cursos, los cuales finalmente me permitieron empezar a trabajar como asistente doméstica de belleza en 2010’. 

Siendo responsable del cuidado de dos hermanas, una discapacitada y otra divorciada, Ghada es una ávida creyente y defensora de los derechos de la mujer. El proyecto de Acción contra el Hambre inspiró además a Ghada a ayudar a otras mujeres: ‘Me gustaría formar a todas las mujeres que pueda para ofrecerles una carrera que les garantice unos ingresos estables’, dice Ghada entusiasmada. ‘Con suerte podré emplearlas cuando consiga ampliar mi negocio’.