La importancia del transporte de agua potable en situaciones de emergencia

En situaciones de desastres naturales o conflictos bélicos se dificulta enormemente el acceso de la población al agua potable. Por este motivo, es necesario evaluar detalladamente la importancia del transporte de agua potable en situaciones de emergencia, con el fin de plantear mejores mecanismos y procesos de distribución del agua. De este modo, se podrá evitar la propagación de enfermedades y las graves consecuencias que puede conllevar esta situación en la población.

De hecho, las emergencias por causas naturales o por intervención humana arrastran consigo una serie de necesidades que ponen en riesgo a la población del país. Entre los problemas más graves en estas situaciones podemos encontrar, por ejemplo, el acceso a los servicios básicos y a los alimentos. Sin embargo, el peligro más grande está directamente relacionado con la interrupción del consumo de agua potable.

¿Cómo se transporta el agua potable?

El transporte seguro y necesario del agua potable es esencial para que cualquier sociedad pueda mantener un buen estado de salud entre sus habitantes. Ya sea en condiciones habituales o durante situaciones de emergencia, es fundamental cumplir con los protocolos de distribución del agua que ha sido potabilizada.

Todo este proceso empieza con la potabilización, que consiste en someter el agua a cambios físicos y químicos con el fin de hacerla segura para el consumo humano y evitar que sea perjudicial para la salud.

Para llevar el agua potable a cualquier país del mundo es necesaria la planificación y puesta en marcha de redes de transporte de agua que sean eficientes. En el día a día, el agua potable transportada llega hasta los hogares a través de un diferentes tipos de estructuras o redes  diseñadas según la densidad de la población.

Cuando se presentan emergencias climáticas, eventos fortuitos o conflictos bélicos, los mecanismos de distribución pueden variar. Las etapas que se deben completar para la distribución de agua potable segura y oportuna son las siguientes:

1. Captación: en esta etapa se identifican las fuentes de agua necesarias para su posterior tratamiento y distribución. Estas fuentes pueden ser pozos, manantiales, ríos, embalses o canales.
2. Potabilización: esta tarea se lleva a cabo en una planta de potabilización de agua, donde el agua es sometida a procesos que la hacen salubre y libre de agentes dañinos para el ser humano.
3. Almacenamiento: después de potabilizar el agua, se almacena en un lugar seguro y de fácil acceso, que permita una distribución apropiada, tanto en circunstancias habituales como en situaciones de emergencia.
4. Distribución: este proceso puede llevarse a cabo a través de la red de tuberías locales o a través del transporte de agua potable en cisternas, con el fin de que se logre la entrega de agua potable a la sociedad en una cantidad que satisfaga sus necesidades.
5. Vigilancia y control: para asegurar que el agua distribuida entre la población está acorde con los estándares establecidos por la OMS, se realizan análisis químicos, así como auditorías al proceso de almacenamiento y distribución.

Las consecuencias de beber agua no potable

El consumo de agua no potable o de agua contaminada puede significar un riesgo alto para la salud, sobre todo para la población más vulnerable. En situaciones de emergencia, el acceso al agua potable puede reducirse drásticamente y pueden aparecer brotes de enfermedades con graves consecuencias. Saber qué pasa si bebes agua no potable es el primer paso para estar alerta ante cualquier complicación de salud y evitar consecuencias. Las enfermedades más comunes al beber agua no potable son:

- Disentería Amebiana

Una de las enfermedades más comunes que suelen aparecer al beber agua no potable es la Disentería Amebiana. Es causada por una ameba que se aloja en el intestino y que se encuentra en alimentos o agua contaminada, causando severos desequilibrios en el sistema digestivo.

Los síntomas más frecuentes de esta enfermedad son: diarrea, espasmos abdominales, fiebre y escalofríos. Para combatirla se utilizan medicamentos antiparasitarios que liberan al organismo de la ameba.

- Hepatitis A

Se trata de una enfermedad que afecta directamente al hígado y cuyo medio de contagio es el contacto con heces contaminadas. En muchas ocasiones, el agua no potable puede contener estas heces contaminadas, siendo la causa principal para contraer el virus de la hepatitis A.

Algunos de los síntomas del paciente son un color amarillento en la piel y los ojos, además de una orina particularmente oscura, dolor en las articulaciones y fiebre. El cuerpo por sí solo combate la enfermedad al cabo de unos días, pero los síntomas son muy molestos.

- Fiebre tifoidea

La causante de la fiebre tifoidea es la bacteria Salmonella typhi, la cual se aloja en el agua no tratada o en alimentos contaminados. El paciente puede experimentar pérdida de apetito, diarrea, vómito, fiebre alta, pérdida de peso y manchas rojas en la piel.

El descanso y la hidratación constante, así como la administración de antibióticos, suele ser el tratamiento administrado a los pacientes con esta enfermedad.

En situaciones de emergencia, se hace muy complicado el transporte de agua potable a toda la población, incluso a ancianos y niños, hasta tal punto que muchas personas deben estar muchas horas sin tomar agua. Esto causa deshidratación y otras consecuencias severas en el organismo.

Enfermedades vinculadas a la escasez de agua

El consumo de agua no potable puede causar graves enfermedades en situaciones puntuales de emergencia o por falta de una buena red de distribución de agua. Sin embargo, una escasez generalizada de agua en un grupo de personas puede causar, de forma directa o indirecta, un conjunto de enfermedades preocupantes para la salud.

El no beber agua o utilizar poca agua para las tareas cotidianas puede crear focos infecciosos y proporcionar un ambiente propicio para enfermedades de mediana o alta peligrosidad. Entre estas enfermedades se encuentran:

• Cólera: es una infección intestinal causada por una bacteria que se aloja en el agua contaminada. En países con escasez de agua, es una enfermedad muy común y que se propaga rápidamente.
• Problemas renales: el bajo consumo de agua, ya sea por escasez o por malos hábitos de hidratación, es una de las principales causas de los problemas renales. Esto se debe a que los riñones no cuentan con suficiente líquido para eliminar las toxinas del organismo.
• Hipertensión: el acceso reducido al agua de consumo puede causar hipertensión y otro conjunto de problemas cardiacos debido a la deshidratación del sistema circulatorio.
• Leptospirosis: la orina de las ratas puede causar Leptospirosis, una enfermedad muy molesta y, en ocasiones, letal para los humanos. En zonas con un acceso precario al agua potable se hace muy complicado lavar los alimentos y los utensilios de cocina. Por esta razón, el contagio de Leptospirosis es bastante común.

¿Cómo ayuda Acción contra el Hambre en la distribución del agua potable durante emergencias?

En Acción contra el Hambre identificamos las situaciones de riesgo y el impacto que puede llegar a vivir dificultades de transporte de agua potable en poblaciones densas.

Por lo que con nuestra iniciativa promovemos la creación de mecanismos eficaces y seguros para la distribución del agua potable en escenarios complicados.

Tu ayuda sincera y oportuna puede salvar muchas vidas al permitir que el agua potable llegue a quien la necesita. Juntos podemos mantener seguras a familias cuyo acceso al agua potable se ve interrumpido de manera inesperada, privando de su derecho al agua.