Trabajamos en un proyecto pionero en las zonas más pobres de Senegal, donde una de cada cinco niñas de 15 a 19 años tiene un hijo o está embarazada debido a un matrimonio precoz. Como las madres son muy jóvenes, sus bebés corren mayor riesgo de sufrir desnutrición.
El proyecto ayuda a madres jóvenes y embarazadas a tener acceso a una correcta nutrición, guia a las madres para evitar que sus hijos sufran los devastadores efectos de la desnutrición, incluyendo el retraso en el crecimiento, la debilidad del sistema inmunológico y problemas mentales
y de desarrollo físico.
En la mayoría de los casos las madres son muy jóvenes cuando tienen a su primer bebé y no saben que los embarazos sucesivos a una edad temprana son peligrosos tanto para ellas como para sus hijos. Este es el caso de Aminata, de 17 años, que acuna a su hijo de 16 meses de edad, Louis. Aminata está embarazada de ocho meses y acude al puesto de salud local en Matam. "Mi hijo ha estado enfermo con diarrea y vómitos", dice. Hace unos meses se puso enfermo por desnutrición. Afortunadamente, se recuperó.
A los dieciséis meses de edad Louis pesa sólo 6,2 kg. Esto es casi 3,5kg menos que un bebé sano de 16 meses. Aminata le suministra alimentos terapéuticos a base de mantequilla de cacahuete rellena de leche y vitaminas. Tendrá que volver al puesto de salud una vez por semana para seguir con el tratamiento hasta que Louis recupere sus fuerzas y se encuentre completamente recuperado.