A pesar de que la multicrisis continúa golpeando al Líbano, la población se mantiene resiliente

La agitación socioeconómica que comenzó con levantamientos de protesta contra la situación política en el Líbano, continuó con una pandemia que paralizó al mundo seguida de la devastadora explosión en el puerto de Beirut que provocó que un país altamente dependiente de las importaciones se hundiera en un colapso financiero en el que el el valor de su moneda disminuyó drásticamente. Además, hay una falta de energía eléctrica proporcionada por el gobierno, y los precios del combustible son inasequibles para la mayoría de las personas para poder usar generadores privados, lo que también afecta los servicios de transporte en todo el territorio libanés. La grave situación afectó a los productos alimenticios tanto directa como indirectamente, provocando un gran aumento en los precios mientras el salario mínimo oficial se mantiene, lo que llevó a una crisis sin precedentes en términos de seguridad alimentaria y nutricional a nivel nacional.

La población más vulnerable, especialmente los niños, padece inseguridad alimentaria, siendo una de sus causas el muy escaso conocimiento de los patrones nutricionales correctos. El conocimiento básico de las mejores prácticas y los hechos relacionados con la nutrición y el cuidado de los niños pequeños parece faltar entre todos los grupos sociales, desde los ciudadanos locales hasta los trabajadores migrantes y los refugiados.

“La guerra no nos dejó otra opción y ahora nuestra casa está completamente destruida”, se preocupa Jalila. Es una refugiada que se mudó de Der El Zour en Siria a Beirut en 2010 con su esposo y sus tres hijos. Ella dio a luz a cuatro hijos más en el Líbano, por lo que ahora está cuidando a siete niños. Una de sus hijas no puede caminar y los tres hijos mayores, de 8, 9 y 10 años, trabajan limpiando casas y sacando basura de los edificios.

Jalila con su hijo menor dentro de su pequeño apartamento casi sin muebles ni artículos en Karantina, Beirut.

La crisis económica en el Líbano, exacerbada aún más por el conflicto sirio y el cierre de las rutas comerciales y otros déficits estructurales, ha tocado fondo y el sistema bancario y financiero está al borde del colapso. “El Banco Mundial ha señalado recientemente que el Líbano se enfrenta a su peor caída. Como resultado, el desempleo y la pobreza extrema van en aumento, lo que dificulta que las poblaciones locales, migrantes y refugiadas (Líbano alberga a más de 1 millón de refugiados del conflicto sirio y palestinos) satisfagan sus necesidades básicas”.

En este sentido, Acción contra el Hambre, presente en el Líbano desde 2006, pretende atender las necesidades derivadas de esta situación y promover prácticas viables y sostenibles de nutrición y seguridad alimentaria a través de un proyecto de respuesta múltiple. Sesiones de sensibilización participativa sobre nutrición entre cuidadores de niños menores de 5 años y/o mujeres embarazadas o lactantes además de una asistencia monetaria multipropósito apoya a hogares vulnerables en diferentes necesidades alimentarias y no alimentarias según cada caso específico.

Jornadas de sensibilización nutricional para la mejora de las prácticas nutricionales de las familias

“Antes de estas sesiones, no sabía muchas cosas que sé ahora. Aprendí que debo mantener a mi recién nacido durante 30 minutos sobre mi pecho. Solía ​​acostar a mi hijo durante 10 minutos, y ella solía tener hambre todo el día. A mis hijos les daba comida sólida cuando tenían 4 meses, pero después de las sesiones sé que debo esperar hasta que tengan 6 meses. Aprendí que si el niño no está comiendo alimentos diversos, tendrá deficiencia de vitaminas”. La madre de 33 años explica.

Existe una necesidad continua de concienciación sobre la nutrición para abordar todos las ideas equivocadas existentes y sus consecuencias críticas en la salud y el desarrollo de un niño.

Las sesiones de sensibilización abordaron varios temas relacionados con la nutrición. A través de notas de voz pregrabadas, un experto en nutrición envió a los participantes diferentes sesiones de audio que abordan la lactancia materna y las prácticas adecuadas de nutrición a través de grupos de WhatsApp en los que pueden interactuar y hacer cualquier pregunta. Se ha demostrado como una forma innovadora de interactuar con los titulares de derechos mientras se aplican las medidas preventivas de COVID-19. Las sesiones abordaron la lactancia materna y el embarazo durante la COVID, la alimentación complementaria, la alimentación saludable y la desnutrición, la nutrición materna, el uso de la cinta de la circunferencia del brazo y los beneficios de los micronutrientes en polvo.

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“Sí, cambié muchas prácticas después de las sesiones de higiene personal, prevención y vacunación del COVID-19, lactancia materna, consumo de alimentos… Antes no sabía nada de eso. No le estoy dando leche de fórmula a mi bebé desde hace casi 3 meses y medio; Todavía la estoy amamantando y no le daré comida hasta que tenga 6 meses por lo menos”. Jalila afirma.

Después de las sesiones, los participantes estaban encantados de adquirir conocimientos sobre prácticas nutricionales correctas y eficientes para mejorar la salud de sus hijos. La crisis puede haber presionado a las personas a descartar ciertos nutrientes y prácticas que son clave para el desarrollo de sus hijos debido a los altos precios de los productos, por lo que compartimos información sobre enfoques saludables que podrían mantener la salud de sus hijos incluso en las duras condiciones actuales.

Asistencia en efectivo para el apoyo de las necesidades básicas.
“No puedo comer la cantidad y el tipo de comida que necesito porque debo pensar en mis hijos y mis nietos y nietas antes que en mí. Cuando una anciana cría niños pequeños, no acepta que su madre no pueda pagar algo que ellos piden o necesitan. Cuando necesitan o quieren algo, hasta voy a mendigar a la calle para tratar de pagarlo”, se preocupa Lamis.

Lamis en su modesto hogar en el que vive con su hija y sus nietos casi sin acceso a alimentos nutritivos, agua, electricidad o atención médica en Basta, Beirut.

Es una viuda libanesa de 67 años que recientemente perdió su trabajo como limpiadora en una clínica debido a su avanzada edad. Su hija trabaja todo el día por un salario insuficiente y Lamis es la única que puede cuidar a sus cuatro hijos.

“No puedo comprar pollo ni carne. Normalmente me levanto a las 5 para ir a comprar verduras, y las verduras podridas las cogí gratis pero ahora las esconden. Voy muy lejos y vuelvo a casa a pie, con las bolsas de verduras en la mano, y empiezo a sentir dolor en las manos”.

Unos tomates y pan, algunos de los básicos en la dieta de la familia de Lami.

Teniendo en cuenta la situación económica tan dramática y la consiguiente pérdida de ingresos, así como un aumento sin precedentes en los precios de todos los productos o servicios, muchas personas como Lamis recurren a cualquier fuente de alimentación, tratando de vencer el hambre con cualquier producto barato que les dé una sensación. de saciedad sin tener en cuenta su seguridad o valor nutricional.

La asistencia en efectivo multipropósito mejora la seguridad alimentaria de los hogares al permitirles acceder a alimentos frescos y nutritivos, lo que permite que los hogares vulnerables restablezcan una parte del equilibrio mientras la economía parece seguir cayendo en picada.

“Gracias a Acción contra el Hambre por darnos este apoyo", dice Lamis. “Cuando recibo el efectivo, el 100% del dinero es para comida, voy a comprar leche para los niños y diferentes alimentos”.

Estamos apoyando a las familias más vulnerables asegurando la cobertura de algunas de las necesidades más básicas como alimentos, fórmula infantil y artículos de higiene, al mismo tiempo que creamos conciencia para mejorar sus prácticas diarias y apoyarlos para obtener resiliencia y mantener condiciones de vida dignas por sí mismos. . Sin embargo, todavía existen necesidades como el pago del alquiler, la ropa de invierno, el apoyo psicosocial o la educación que deben tenerse en cuenta en futuros programas de ayuda para garantizar una vida digna a todos los ciudadanos que residen en el Líbano.

[1] Todos los nombres que aparecen en este artículo se han cambiado a un alias para proteger a las personas entrevistadas.

[2] https://documents1.worldbank.org/curated/en/650091598854062180/Beirut-Rapid-Damage-and-Needs-Assessment.pdf