Los retornados a Colombia tras la crisis diplomática necesitan ayuda humanitaria

La crisis diplomática desatada entre los gobiernos de Colombia y Venezuela el pasado 19 de agosto ha provocado el cierre de su frontera, las deportaciones de colombianos y el éxodo masivo de poblaciones fronterizas. Al menos 1.950 personas han sido deportadas oficialmente por las autoridades venezolanas y entregadas a las autoridades colombianas. Otras 22.342 han retornado a Colombia forzadas por la situación generada, dejando atrás su familia, sus enseres y sus medios de vida.

Al abandono obligado de sus hogares se suma la falta de un hogar seguro, que garantice las condiciones mínimas de subsistencia. La inseguridad alimentaria se incrementa por la falta de recursos monetarios y la paralización económica del comercio transfronterizo, vital para la región. Además, se han producido separaciones familiares arbitrarias y forzadas, provocadas por las deportaciones de familias colombo-venezolanas.

Para reducir la vulnerabilidad de las personas afectadas, Acción contra el Hambre ha puesto en marcha un proyecto en los municipios colombianos de Tibú y Puerto Santander, departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela. Las acciones están orientadas a mejorar la seguridad alimentaria, proporcionar refugio y artículos de higiene y saneamiento a personas que no han podido acceder a la respuesta estatal. El proyecto alcanzará a 1.570 personas.

Se entregarán 500 kits de higiene, 800 vales para la compra de alimentos, 130 vales de higiene, y se facilitará el acceso a hogares de paso. El objetivo es cubrir necesidades básicas humanitarias de la población durante las primeras semanas de crisis, mientras reconstruyen su proyecto de vida. Acción contra el Hambre apoya también a población de los barrios de Tibú que ha sido desplazada por el conflicto armado interno colombiano.

“Era necesario realizar este proyecto en un tiempo muy corto ya que las necesidades de la gente en la frontera eran muy urgentes. Por eso, en apenas tres semanas, ya lo hemos ejecutado en un 70 por ciento. Con nuestras acciones mitigamos los efectos de esta crisis humanitaria que ha afectado a tantos miles de personas”, afirmó José Luis Barreiro director de Acción contra el Hambre en Colombia.

Dada la inestabilidad de la zona, las necesidades podrían ir en aumento, por lo que Acción contra el Hambre sigue monitoreando la situación para desarrollar otros programas complementarios.