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Actuar por el clima también es luchar contra el hambre

Actuar por el clima también es luchar contra el hambre.

© Clément Lefer para Acción contra el Hambre 

En los últimos años, los eventos y desastres relacionados con la crisis climática han empujado a las poblaciones de países ya vulnerables a situaciones cada vez más precarias y han puesto en peligro su acceso a alimentos. La crisis climática es uno de los principales factores que explican el aumento del hambre en el mundo. Según el Banco Mundial, para 2030, el cambio climático podría aumentar el número de personas pobres en 122 millones.

Si nada cambia, es nuestra capacidad colectiva de alimentarnos en el futuro lo que está en riesgo.

¿Cuál es la relación entre el clima y el hambre?

El planeta entero se enfrenta a un aumento de las temperaturas, cambios estacionales en las precipitaciones, prolongados períodos de sequía y una frecuencia cada vez mayor de los desastres naturales.

Estos eventos pueden ocasionar dificultades en el acceso físico y económico a los medios de producción y producir la falta de agua (para cultivos y ganado), y también impactan en la capacidad de producir alimentos en cantidad y calidad suficiente. Por lo tanto, los períodos de cultivo se acortan y están sujetos a una creciente imprevisibilidad y esterilización del suelo.

La interrupción de los ciclos de cultivo provoca entonces impactos directos y negativos en la capacidad de comer: disminución del contenido nutricional de los alimentos, disminución de los rendimientos e ingresos, y disminución de la cantidad de frutas y hortalizas disponibles per cápita.

Se estima que 3.600 millones de personas en todo el mundo viven en áreas donde el agua es un recurso potencialmente escaso durante al menos un mes al año.

¿Cómo luchamos contra los efectos de la crisis climática?

Los efectos de la crisis climática y sus terribles consecuencias son una realidad humanitaria a la que se enfrentan los equipos de Acción contra el Hambre todos los días. Como actor humanitario y de desarrollo que trabaja para erradicar el hambre y la desnutrición, estamos comprometidos a crear conciencia sobre el vínculo entre la crisis climática y el hambre; promover el cambio político; y actuar sobre el terreno ante la crisis climática.

Nuestras acciones tienen como objetivo fortalecer la resiliencia de las poblaciones y promover prácticas respetuosas con la tierra y el medio ambiente, como la agroecología, la agroforestería y la hidroponía. Realizamos cursos de formación adaptados a las necesidades que difieren de una población a otra y de un lugar a otro.

Agroecología

La agroecología es una respuesta integral a los desafíos de la seguridad alimentaria, la nutrición y la crisis climática. Promueve la producción local, respetuosa con el medio ambiente con un procesamiento mínimo de los productos y la consideración del saber hacer campesino. La agroecología también contribuye a la mitigación porque permite que el carbono se almacene en los suelos mientras se mantiene la biodiversidad.

Estrategias de adaptación a la crisis climática

Ya no es posible conformarse con medidas de mitigación: si detuviéramos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, seguiríamos sufriendo los impactos de la crisis climática durante siglos. Por otro lado, acciones de adaptación bien diseñadas y oportunas pueden prevenir estas dramáticas consecuencias al mitigar los impactos del cambio climático.

Cada uno, a nuestro nivel, podemos modificar nuestro comportamiento individual y colectivo en casa, en las empresas, en los colegios ...

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