“Cuando te encuentras con las mamás en cualquiera de los países en los que trabajamos, siempre me ha impresionado esa capacidad que tienen de superación y al mismo tiempo de mirar la vida con orgullo y con ilusión cuando se están enfrentando a situaciones de excepción, a situaciones que ninguno de nosotros quisiéramos vivir.

He visto mamás que han caminado durante días para llegar a un campo de refugiados para que su hijo pudiera tener la asistencia sanitaria o nutricional. Detrás de todo eso hay sufrimiento, pero sobre todo hay coraje, el compromiso con la vida de su hijo.

Todos podemos ser héroes y todos de alguna forma podemos ser parte de la solución. Y es ahí donde está la decisión: ¿Tú quieres ser parte de la solución o quieres ser parte de la indiferencia? Al final es el empeño por hacer que las cosas cambien. Las cosas cambian si las peleamos.“