La región de Maradi está experimentando riesgos climáticos recurrentes que afectan a las familias en situaciones de vulnerabilidad extrema y la degradación continua de los recursos naturales. La última encuesta SMART en 2016 muestra que la tasa de malnutrición aguda global para la región de Maradi (12,9%) está entre las dos regiones más altas de Níger. El desafío para enfrentar este problema estructural y crónico radica hoy en el fortalecimiento de las capacidades de resiliencia de las comunidades y los ecosistemas vulnerables.Proyecto financiado por ECHO