Sahel, previsiones estación del hambre 2017: 8,6 millones de niños con desnutrición aguda

Según las estimaciones de la comunidad humanitaria, 3,3 millones de niños podrían padecerla en su forma más severa y medio millón de niños podrían perder la vida. La violencia en Nigeria y la cuenca del lago Chad y en el norte de Malí ha provocado el desplazamiento de 4,9 millones de personas y una hambruna que ya alcanza a 43.000 personas

Llega la estación del hambre a Sahel (junio-septiembre) con récord de desplazados de los cinco últimos años: 3,9 millones de niños, mujeres y hombres han huido de la violencia de Boko Haram en el norte de Nigeria y de los grupos extremistas en el norte de Malí. Han huido con lo puesto y muchos no dejan de moverse por los ataques recurrentes y a la volatilidad de los enfrentamientos, sin encontrar un refugio seguro. Al número de desplazados hay que sumar los 970.000 refugiados que hay a día de hoy en la región.

Violencia, la puntilla a la estación del hambre 2017

“En un escenario de extrema fragilidad como es el periodo entre cosechas en la región, que cada año provoca la muerte de un millón de niños por desnutrición, en 2017 se suma una enorme carga de violencia que está exacerbando el hambre, con movimientos de población, campos quemados o abandonados, mercados interrumpidos…”, explica Lucía Prieto, responsable geográfica de Acción contra el Hambre para Malí y Níger. “Nos tememos que el número de admisiones en nuestros programas nutricionales se disparará en los próximos meses – añade Prieto – y no podremos decir que no lo sabíamos”.

Mamadou Diop, responsable de la oficina regional de Acción contra el Hambre,  en África Occidental alerta desde Dakar sobre el funcionamiento de los mercados: “todos los años los precios de los alimentos suben cuando los agricultores han acabado sus reservas y su demanda es mayor, pero  el aumento de los precios de los cereales que estamos observando en Níger, Malí y Mauritania es el mayor de los últimos cinco años. Se trata en el fondo de un mecanismo de especulación, ya que los agricultores deben pagar  hasta tres veces el precio del cereal que vendieron tras la cosecha y que no pudieron almacenar”.

Pastores, los más golpeados

Otros de los focos de alerta que destacamos este año está relacionado con la falta de pastos en Níger: “nuestro seguimiento de la biomasa revela un déficit importante de pastos en las zonas de Tahoua, Maradi y Zinder, al sur de Níger, lo que está poniendo una presión importante sobre los pastores nómadas. Solo una distribución urgente de forraje para el ganado podría paliar esta situación”, añade Diop.

Por otra parte el precio de las cabras se ha desplomado debido al descenso de la demanda desde Nigeria, con lo que el poder adquisitivo de los pastores ha caído en picado.

La respuesta de Acción contra el Hambre

Acción contra el Hambre está redoblando esfuerzos en  la zona para:

• Garantizar tratamiento a los niños con desnutrición aguda moderada y severa
• Proveer forraje en las zonas pastorales más afectadas en Níger
• Seguir de cerca la fluctuación de los precios de los alimentos en Níger, Malí y Chad para poner en marcha mecanismos de protección tempranos
• Aumentar los esfuerzos en la cuenca del lago Chad, tanto en el norte de Nigeria como con la población desplazada en Diffa (Níger)
• Hacer seguimiento del cumplimiento de los acuerdos de la Conferencia de Oslo de financiación para la crisis del Lago Chad

El sonido del hambre: una campaña sobre la estación del hambre

Acción contra el Hambre y la Comisión Europea, con el apoyo de Radio 3 y Fnac, están trabajando activamente en una campaña de sensibilización para hacer audible el sonido del hambre de este fenómeno estacional y movilizar los esfuerzos necesarios para acallarlo.

Con un vídeo, la web de la campaña (www.elsonidodelhambre.org), un plan de redes sociales y una exposición sonora en Fnac con la interpretación del sonido del hambre por diez conocidos artistas españoles, estamos tratando de, desde el sonido, movilizar soluciones para este fenómeno completamente previsible y anticipable que cada año pone en riesgo la vida de cinco millones de niños en Sahel.