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256 000 personas migrantes y retornadas en Colombia reciben apoyo gracias al programa ADN Dignidad

19/05/23

una mujer encuesta a otra sentadas a una mesa

Encuestas de elegibilidad para determinar el grado de vulnerabilidad de la población en la ciudad de Barranquilla, Colombia. Camilo Triana para Acción contra el Hambre 

Programa de transferencias monetarias en Colombia

  • - ADN Dignidad, un programa de asistencia monetaria a través de transferencias de dinero en efectivo en Colombia, está liderado por Acción contra el Hambre, en asociación con el Consejo Danés para Refugiados (DRC) y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC), con financiación del Bureau for Humanitarian Assistance de USAID.
  • - El estudio del impacto del programa demuestra que migrantes, colombianos retornados y miembros de las comunidades de acogida que participaron en el programa han mejorado su seguridad alimentaria y tienen un 15% más de probabilidad de contar con ingresos mensuales estables, ahorran más y tienen menos deudas.
  • - En tres años de operación, el programa ha apoyado a más de 256 000 personas migrantes, colombianos retornados y comunidades de acogida. El 62% de la asistencia monetaria ha sido utilizada en alimentación, el 24% en vivienda, el 12% para cubrir otras necesidades básicas de higiene y otros suministros para el hogar.  
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La evaluación que ha medido el impacto del programa ADN Dignidad demuestra que los hogares que reciben esta ayuda humanitaria cuentan con mayores probabilidades de tener ingresos estables, presentan mayores niveles de satisfacción con su vida y reducen los riesgos de sufrir inseguridad alimentaria, incluso tres meses después de haber recibido la asistencia.

La evaluación fue realizada por la International Initiative for Impact Evaluation (3iE) –una de las más prestigiosas organizaciones de investigación de programas sociales -.

Gran parte de la población migrante y de colombianos retornados ha experimentado situaciones de pobreza y vulnerabilidad económica y ha tenido acceso limitado a bienes y servicios públicos básicos. Para dar respuesta a esa realidad, el programa ADN Dignidad ha brindado transferencias monetarias mensuales, durante seis meses, a los participantes con el fin de aliviar el sufrimiento y reducir el impacto social y económico.

Aplicamos una encuesta a una muestra de 3.190 hogares de manera remota y presencial. Después de hacer el análisis de más de 100 variables e indicadores socioeconómicos, comprobamos que el programa tiene un efecto positivo en aquellos que recibieron la asistencia”, señala el director de evaluaciones de 3ie, Sebastián Martínez.

Los resultados de esta evaluación y del programa en seguridad alimentaria son muy positivos. El estudio reveló que los hogares participantes presentaron una reducción significativa en el uso de estrategias de adaptación negativas frente a la alimentación: disminuir el número de comidas diarias, consumir porciones más pequeñas o comidas de menor calidad son algunas de las estrategias a las que recurren los hogares frente a restricciones de recursos.

Además, los participantes de ADN Dignidad tienen más probabilidad de contar con ingresos estables. Quienes no participaron en el programa reportaron ingresos promedio de 64 euros, mientras que tres meses después de haber terminado la ayuda humanitaria, los ingresos de los participantes del programa aumentaron en un 15%. También aumentó la probabilidad de invertir en herramientas de trabajo.

La evaluación demostró un aumento en la probabilidad de que los participantes del programa tengan ahorros con un 24% frente a un 19% en las personas que no han participado en el programa. Se evidenció también una reducción en la probabilidad de tener deudas: 23% de quienes participaron en el programa reportaron tenerlas frente a un 28% de las personas que no tomaron parte en el programa.

Las transferencias monetarias de ayuda humanitaria han representado un apoyo para crear oportunidades para las comunidades que las reciben. Juan, habitante del departamento de Nariño, explica que su sueño siempre fue trabajar por su cuenta: “Gracias a ADN Dignidad poco a poco lo estoy logrando. Pude invertir y ahora estoy cosechando tomates. También doy trabajo a la gente de la zona, principalmente a los vecinos. Este beneficio me ha permitido comer y pagar a la gente que me apoya en el campo".

Los hogares reportaron un mayor nivel de satisfacción con su vida (frente a las personas que tienen alrededor) y una menor sensación de inseguridad.

Hay muy pocas evaluaciones y evidencia sobre el impacto de los programas de transferencias monetarias de asistencia humanitaria en América Latina y el Caribe. El estudio cierra brechas de conocimiento para el país y el continente y permite definir respuestas humanitarias, con base en un estudio econométrico. Los resultados de esta evaluación son de utilidad para quienes definen políticas y programas de respuestas a la situación de la población vulnerable y migrante”, afirma el director del programa ADN Dignidad, Carlos Aviar.

Con una nueva fase que inició en octubre de 2022, el programa llegará a más de 150 000 nuevos participantes en zonas urbanas y periurbanas del país, continuando la entrega de asistencia humanitaria y servicios complementarios de nutrición y protección. El programa tiene ahora un nuevo componente que promueve la integración socioeconómica de la población migrante a través de rutas de empleabilidad, emprendimiento y acceso a servicios financieros.

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