CONVIRTAMOS EL PLAN DE ACCIÓN GLOBAL SOBRE LA DESNUTRICIÓN AGUDA EN ACCIÓN

La desnutrición aguda se puede tratar y prevenir. Sin embargo, a pesar de la existencia de un tratamiento que salva vidas y de dos décadas de trabajo para llegar a quienes más lo necesitan, con las estrategias actuales los cuidados llegan a menos del 20% de los niños afectados.Hoy, en el Día Mundial de la Alimentación, nos encontramos en una encrucijada. Podemos optar por continuar como hasta ahora, dejando a aproximadamente el 80% de los niños y niñas con desnutrición aguda sin tratamiento. O podemos transformar el sistema y salvar millones de vidas.

¿Qué nos detiene?

El problema es cuádruple:

1. El enfoque actual para tratar la desnutrición aguda está fragmentado e innecesariamente complicado. Desnutrición aguda moderada y severa son tratadas por separado en sistemas supervisados ​​por dos agencias diferentes de la ONU.
2. El diagnóstico y el tratamiento de la desnutrición aguda son complicados y se limitan a los centros de salud, lo que significa que los padres y sus hijos tienen que viajar largas distancias para acceder a los cuidados necesarios.
3. La financiación para el tratamiento de la desnutrición aguda no es proporcional a la escala de la crisis.
4. Hay una falta de apropiación nacional por parte de los ministerios de salud y finanzas que a menudo no dan prioridad a las políticas y líneas presupuestarias relacionadas con la nutrición.

Nos encontramos con estos desafíos todos los días en los países y comunidades donde trabajamos. Se necesita voluntad política e inversión financiera con urgencia para abordar cada una de estas barreras.

Nosotros, un grupo de organizaciones humanitarias que trabajamos en algunos de los lugares más difíciles de acceder, hacemos un llamamiento a los líderes mundiales, desde funcionarios de Naciones Unidas hasta los ministerios de salud, para acelerar la acción hacia un sistema de tratamiento más efectivo, eficiente y accesible a todos los niños y niñas.

Ha llegado el momento de actuar y rendir cuentas

En el pasado mes de julio, los líderes de todo el sistema de Naciones Unidas anunciaron que desarrollarían un plan de acción mundial para la desnutrición para fines de 2019 con una hoja de ruta para abordarla.

Con menos de dos meses por delante para que la ONU comparta el plan más completo sobre desnutrición aguda en la historia reciente, aquí están nuestras recomendaciones sobre lo que debe incluir el Plan de Acción Global (PAG):

• Un compromiso para simplificar el enfoque del tratamiento actual para que todos los niños con desnutrición aguda, independientemente de la gravedad, sean tratados en un solo programa. *
• Un plan con plazos sobre cómo Naciones Unidas cambiará un único sistema de tratamiento, adoptado por parte de todas las agencias de la ONU, con un liderazgo unificado para garantizar una supervisión y una rendición de cuentas sólidas para el sistema global.
• Una visión claramente articulada y un plan de implementación para impulsar este cambio en la ONU a nivel global y nacional.  
• Un compromiso para actualizar las pautas de tratamiento de la OMS para mediados de 2021 para generar la evidencia operativa necesaria y proporcionar orientación cuando ya exista evidencia específica del contexto.
• Un compromiso para promover más enfoques de atención continua que vinculen el tratamiento con la prevención.
• Una hoja de ruta sobre cómo se alcanzarán los objetivos de la Asamblea Mundial de la Salud (WHA, por sus siglas en inglés) y el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) sobre la desnutrición con énfasis en la apropiación nacional.
• Un compromiso con la movilización de recursos para asegurar la financiación requerida para lograr el objetivo sobre desnutrición de la WHA para 2025 y los objetivos sobre desnutrición de los ODS para 2030, con Nutrition for Growth 2020 como una oportunidad clave para los compromisos de los donantes y los estados miembros.
• Un compromiso y un plan para la participación de la sociedad civil en el desarrollo e implementación del Plan de Acción Global.

Y debido a que todos tenemos una responsabilidad, estamos listos para trabajar juntos para garantizar que el Plan de Acción Global sea ambicioso, con plazos limitados y ofrezca pasos concretos para abordar las realidades de la crisis; responsabilizar a los líderes de los compromisos adquiridos; para continuar fortaleciendo nuestros programas, estrategias y asociaciones que otorgan una importancia especial a la expansión del acceso a los servicios curativos y preventivos; y abogar ante los Ministerios de Salud y Finanzas para ver estas soluciones adoptadas en los planes de acción y presupuestos nacionales de salud y nutrición.

Ahora es el momento de convertir la buena voluntad en acción y brindarle a este problema de salud desatendido la atención y los recursos que merece y requiere. Algunas crisis mundiales parecen insuperables. Pero este no es uno de ellos. Mientras estamos en esta encrucijada, sabemos que no podemos mantener el rumbo. Debemos aprovechar la oportunidad presentada por el GAP para interrumpir positivamente el statu quo.

Ahora es el momento de actuar.

* Definir un protocolo de tratamiento óptimo aún requerirá investigación y evidencia adicionales.