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Nigeria: crisis nutricional en zonas recuperadas a Boko Haram

21/07/16

 

La comunidad humanitaria trabaja a destajo para evaluar las necesidades de zonas antes controladas por Boko Haram, a las que no ha podido acceder durante dos años. El Gobierno de Nigeria ha declarado el estado de emergencia nutricional: más de 600.000 niños padecen desnutrición aguda.

Acción contra el Hambre pide acceso pleno e inmediato a zonas del estado de Borno, en el noreste de Nigeria, donde la población ha estado totalmente aislada de la ayuda por la intensidad del conflicto. Tras el decreto de emergencia alimentaria y nutricional realizado la pasada semana por el gobierno nigeriano la semana pasada en el estado de Borno  y la reciente recuperación de áreas previamente bajo el control del grupo radical Boko Haram, los actores humanitarios tienen acceso, aunque limitado, por primera vez en dos años a zonas envueltas en la violencia, antes vetadas. A medida que estas áreas son accesibles, Naciones Unidas y las agencias humanitarias solicitan protección y apoyo para llevar a cabo evaluaciones rápidas de necesidades y llegar a las familias que carecen de refugio, alimentos, agua, o asistencia sanitaria y nutricional de emergencia.

El conflicto, el alto precio de los alimentos, la inflación e importantes alteraciones  en los medios de vida y en la agricultura debido a los combates, han aislado por completo al noreste de Nigeria, paralizado por la inseguridad alimentaria. “Estamos muy preocupados por las necesidades de los tres millones de personas que se han estimado en zonas del noreste de Nigeria, a quienes no hemos sido capaces de llegar hasta hace muy poco debido a la volatilidad del contexto y a la intensidad de los combates”, señala  Yannick Pouchalan, director de Acción contra el Hambre en Nigeria. “Estamos empezando a tener una idea del alcance de la gravedad de la situación, ya que, hasta hace poco, no era posible acceder a estas zonas de conflicto. Sí sabemos que tenemos que responder inmediatamente y prepararnos para una emergencia a gran escala, según vaya en aumento el acceso. La experiencia nos ha enseñado que ignorar las flagrantes señales de advertencia y la alarmante evidencia ante nuestros ojos no puede conducir a otra cosa sino a una situación catastrófica”. 

Los datos proporcionados en marzo por la Integrated Food Security Phase Classification, (una iniciativa de las principales agencias humanitarias mundiales de la que forma parte Acción contra el Hambre) y por las evaluaciones rápidas de necesidades de Naciones Unidas indican que aproximadamente 617.000 niños en el noreste del país padecen actualmente desnutrición aguda. Esta cifra por sí misma basta para ofrecer una idea del atroz nivel de sufrimiento humano, aunque se requiere más información para determinar la magnitud de la crisis y garantizar la eficacia de la coordinación de los agentes humanitarios.

“Creemos que tras la primera línea del conflicto, donde, hasta hace pocas semanas, las severas restricciones de acceso han hecho extremadamente difícil la entrega de ayuda, las necesidades de la población son extremas”, afirma Pouchalan. “Instamos a todas las partes del conflicto a respetar el derecho internacional humanitario en estas críticas circunstancias. “Los actores humanitarios necesitan un acceso rápido y sin obstáculos a las poblaciones afectadas para llevar a cabo las evaluaciones de necesidades, ampliar las principales operaciones de emergencia y evitar que un gran número de niños mueran de hambre”.

A pesar de la declaración de emergencia nutricional decretada por el gobierno en el estado de Borno, la crisis nigeriana no recibe suficientes fondos. De los 279 millones de dólares necesarios para el Plan de Respuesta Humanitaria en Nigeria, solamente se han hecho efectivos 78,5 millones, el 28 por ciento. Acción contra el Hambre, de la mano de Naciones Unidas y el resto de actores humanitarios en Nigeria, insta a la comunidad internacional para que se liberen de inmediato los fondos disponibles y evitar una catástrofe.

Actualmente, Acción contra el Hambre trabaja en Yobe, Jigawa y Borno. Y, en coordinación con las autoridades locales y agencias humanitarias internacionales, está movilizando un equipo de respuesta rápida para poner en marcha nuevos programas de emergencia en áreas previamente inaccesibles. Las prioridades son evaluar rápidamente y responder a las necesidades más inmediatas de las poblaciones desplazadas que no han tenido acceso a la ayuda humanitaria.

Asimismo, en el estado de Yobe y en los campamentos y comunidades de Maiduguri, en Borno, la organización está escalando los programas ya existentes para llegar a más personas. Se están ampliando los programas de salud y nutrición de emergencia en los centros de salud y a través de las unidades sanitarias móviles de salud, mediante distribuciones de alimentos y alimentos terapéuticos listos para su consumo a los niños más vulnerables menores de cinco años. Además, se está trabajando en la entrega de suministros de socorro esenciales, agua potable y saneamiento adecuado para promover la higiene y prevenir las enfermedades mortales transmitidas por el agua, particularmente alrededor de Maiduguri, que alberga a alrededor de 1,4 millones de desplazados, muchos de los cuales no han recibido ayuda humanitaria.

Acción contra el Hambre trabaja en Nigeria desde 2010. Entre 2014 y 2015, la organización duplicó el volumen de sus operaciones en respuesta a las necesidades humanitarias de 2,1 millones de personas a través de programas de salud y nutrición, agua potable y saneamiento para reducir la desnutrición, transferencias de emergencia de efectivo para apoyar a los desplazados en la compra de alimentos o para satisfacer otras necesidades urgentes; e iniciativas de seguridad alimentaria a largo plazo. Nuevamente en 2016, se ha duplicado el volumen de operaciones para dar respuesta a las crecientes necesidades, a pesar de las dificultades extremas del contexto. 

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