Yemen: la población atrapada en el bloqueo impuesto por la coalición

Con motivo de las conversaciones de paz que tendrán lugar en Ginebra el próximo 14 de junio, Acción contra el Hambre reitera el llamamiento para el cese inmediato del bloqueo, del que la población civil es su primera víctima.

Cerca de 2.000 personas han perdido la vida y más de 8.000 han resultado heridas desde que comenzara el conflicto. A pesar de que parte de la ayuda humanitaria está llegando hasta Sana'a, el acceso sigue siendo muy limitado en las zonas afectadas como Adén o Lahij, en el sur del país.

El conflicto y el bloqueo han disminuido la importación de alimentos y combustible, importaciones que suponen el 90% y 50% respectivamente en el país. “Combinado con la escasez de combustible, la falta de suministro de bienes básicos sigue siendo un problema. Nada ha mejorado durante más de tres meses”, señala Franck Lepaul, director país de Acción contra el Hambre en Yemen. El pasado 25 de mayo la organización envión un equipo de emergencia para apoyar y fortalecer sus proyectos sobre el terreno, particularmente en Sana’a y Hodeida. “Los hospitales y las organizaciones humanitarias se enfrentan a los cada vez más frecuentes desabastecimiento de medicamentos, pero, afortunadamente, todavía no se ha generalizado. El personal sanitario se ve obligado a ausentarse de su puesto de trabajo debido a la falta de combustible y a los bombardeos", continúa Franck Lepaul.

“Si bien ciertos  alimentos todavía se encuentran disponibles para una parte de la población, de manera desigual dependiendo de la zona, el precio del trigo, básico en Yemen, está sufriendo una inflación galopante que lo hace inaccesible para la población con menos recursos. En Sana’a, 50 kilos de harina han pasado de costar 20 dólares a 50”, afirma Gwenaelle Garnier, coordinador de nutrición y salud del equipo de emergencia enviado a Yemen. En Adén, algunos alimentos como el trigo ya no está disponible. Se está produciendo un rápido deterioro de la situación alimentaria de las personas atrapadas en la ciudad. 

Los movimientos de población continúan en el norte, sobre todo en las provincias de Amran y Hajjah, así como en las zonas de Sada y Harad. En total, más de medio millón de personas territorio yemení han abandonado sus hogares huyendo del conflicto.  

Ante esta situación, Acción contra el Hambre continúa su respuesta de emergencia a la población en los diez distritos de Hodeida y Hajjah, donde se ha atendido a 71 niños con desnutrición aguda severa. Otros 217 recibieron atención médica por enfermedades respiratorias, diarrea e infecciones de la piel. En ambos distritos, la organización ha distribuido kits de higiene y filtros para el tratamiento de agua en el hogar a 1.000 familias. Más de 50.000 personas han recibido asistencia alimentaria.

“El bloqueo debe ser levantado”
Con motivo de la próxima tentativa en las conversaciones de paz prevista en principio para el 14 de junio en Ginebra, Acción contra el Hambre reitera su petición a la coalición liderada por Arabia Saudita y apoyada entre otros por Francia y Estados Unidos, para que cese de inmediato el bloqueo naval, terrestre y aéreo, en el que la población civil es la primera víctima. El bloqueo impide la entrada de bienes básicos y el libre tránsito de la asistencia humanitaria.

Al respaldar el establecimiento de un embargo de armas, la resolución 2216 de las Naciones Unidas ha dado lugar a un bloqueo casi total del país. El embargo debe ser revisado o como mínimo su aplicación: los civiles yemeníes no deben pagar el precio de una decisión colectiva del Consejo de Seguridad.

La ayuda humanitaria, ya limitada, no puede satisfacer las necesidades básicas de los 25 millones de yemeníes. Las alternativas que permitan la entrada de productos básicos deben aplicarse con urgencia. “Este bloqueo permanente del país se entiende cada vez más como una estrategia de asfixia a la población.  Es inaceptable, tanto desde el punto de vista del Derecho Internacional como desde el punto de vista humanitario. Es extremadamente peligroso. Puede producirse un fuerte aumento de la inseguridad alimentaria en las próximas semanas. Con las bolsas de hambre que ya existen es una hipótesis creíble”, concluye Franck Lepaul.