Abrir puertas para jóvenes que no estudian ni trabajan

Se hace imperiosa la opción de crear programas de apoyo que permitan a estas y estos jóvenes ser parte activa de sus procesos decisorios, que les licencie para ser partícipes absolutos de su inserción en el mercado laboral.

Artículo de opinión de Javier Martín de la Guardia, técnico de emprendimiento de Acción contra el Hambre en Cataluña.

"De pocas puertas abiertas y muchas cerradas. De oportunidades que van y vienen, o que nunca se presentan. De posibilidades de desarrollo frustradas. De todo esto, tienen las y los jóvenes españoles, mucho que contar. Y es que casi el 30% de los más de nueve millones de ellas y ellos con edades comprendidas entre los 18 y 25 años se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social.

El inevitable y aprensivo trasvase de los estudios a la inserción laboral se hace cada vez más difícil para estos colectivos, enfrentados a un entorno hostil y en el que son necesarias respuestas indefectiblemente más creativas. 

Uno se puede imaginar enseguida el impacto que estas situaciones provocan en las y los jóvenes: una desmotivación galopante, el subdesarrollo de sus competencias personales y técnicas o un incipiente fenómeno de subempleo.

Para todas ellas y ellos, el emprendimiento se presenta como una verdadera posibilidad de despejar todos esos problemas y convertirse en una real forma de inserción social. Pero a su vez, permite mejorar y desarrollar sus habilidades competenciales como factor multiplicador que garantice posteriormente su permanencia en los ámbitos de participación social.

Por todo ello se hace imperiosa la opción de crear programas de apoyo que permitan a estas y estos jóvenes ser parte activa de sus procesos decisorios, que les licencie para ser partícipes absolutos de su inserción en el mercado laboral.

Son esos pilares básicos que trabajen la desmotivación, las competencias personales y la formación técnica sobre los que deben girar los programas de emprendimiento que se dirijan a estos colectivos.

Se hace fundamental para mejorar la empleabilidad de las y los jóvenes a través del emprendimiento, evaluar, tratar y mejorar sus habilidades competenciales, así como ofrecer un completo programa de formación técnica que ponga en manos de todas ellas y ellos las herramientas necesarias para minimizar en la mayor medida de lo posible, los riesgos inherentes a la actividad emprendedora.

Un itinerario de formación holístico e innovador en el que se trabaje desde sus inicios la competencia motivadora, a partir de metodologías dinámicas y punteras que logren integrar a las y los jóvenes activamente en todas las acciones. Un plan de acción que les permita adquirir conocimientos técnicos para emprender y a través del que se entrenen las competencias necesarias para el empleo y el emprendimiento. Esto incidirá de manera exitosa y proactiva en la actitud y la visión de las y los jóvenes ante el mercado laboral. Un programa que, a través de esas características, no sólo genere opciones para crear proyectos emprendedores, sino que otorgue mejores y mayores herramientas a las usuarias y usuarios para su inclusión en el mercado laboral, también por cuenta ajena.

Se trataría de un programa que, huyendo de posiciones generalistas, se ajuste y adapte tanto a las necesidades como a los perfiles de todas y todos los participantes, ofreciendo un servicio personalizado y cercano que contemple la tutorización y el seguimiento posterior de la actividad emprendedora y de la inclusión socio laboral de cada uno de las usuarias y usuarios.

Un proyecto que permita contemplar el emprendimiento inclusivo como una real y efectiva alternativa para acceder a un empleo de calidad, detectando y analizando necesidades sociales en los entornos en los que ellas y ellos participan, adaptándose a sus contextos y potencialidades. En definitiva, un plan que permita a las y los jóvenes aumentar el número de puertas abiertas".