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Achoc: un agente de cambio en Sudán del Sur

Fotografías: ©Lys Arango 

Abordar la desnutrición no sólo consiste en salvar la vida de los niños, sino en asegurar que las comunidades sepan cómo evitar que sus hijos enfermen

Atong sufre neumonía porque, según su madre, el día que llegó al mundo, este le recibió con viento. Nació a la intemperie. Después, su cuerpo apenas crecía, no cogía peso, hasta que al cumplir un año perdió también el apetito. “Mi hija se estaba muriendo”, comenta Achoc. Desesperada, intentó buscar todo tipo de soluciones, pero sin éxito, hasta que ya en las últimas y con la esperanza casi rota entró en contacto con Acción contra el Hambre, que al ver el estado de fragilidad de la niña le ingresaron con urgencia en el centro de estabilización de Malualkon. Estuvo en cuidados intensivos durante seis días, recuperando la fuerza y las ganas de comer. Le dieron el alta una semana después.

Al tiempo de irse, Achoc comprendió que no era la misma mujer que cuando entró con su hija moribunda al centro. Durante aquel tiempo asistió a las sesiones de promoción de la higiene y entendió que la falta de saneamiento contribuye a la incidencia de la diarrea y a la propagación de parásitos intestinales. Se concienció acerca de la relación entre la higiene y la nutrición de tal manera que esta vez no estaba dispuesta a que ninguno de sus cinco hijos volviera a enfermar si algo por hacer estaba en su mano.

De modo, que esta joven madre que lleva sola el cargo de la familia después de quedarse viuda de su primer marido y de que el segundo la abandonase, ha querido hacer frente a la situación: ha empezado a construir una letrina a pocos metros de su casa. Con los materiales proporcionados por Acción contra el Hambre y bajo la supervisión del equipo de agua y saneamiento, en poco tiempo estará terminada. Ella confía en que de esta iniciativa no solo se beneficiará su familia, si no también sus vecinos. “Igual puedo llegar a ser un ejemplo”, afirma con cierto orgullo.

Y es que, Sudán del Sur tiene algunos de los indicadores más bajos de saneamiento del mundo. Según datos nacionales, más del 90% de la población no tiene acceso a una higiene adecuada como resultado de un entorno deficiente en agua y saneamiento. Esto conlleva inevitablemente a una elevadísima tasa de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea, la segunda causa de muerte en niños menores de cinco años.

Por esto, abordar la malnutrición no sólo consiste en salvar las vidas de los niños gravemente enfermos, sino también en asegurar que las comunidades sepan cómo evitar que sus hijos se enfermen en primer lugar. Acción contra el Hambre está trabajando en un modelo de "desviación positiva", que busca que los miembros de la comunidad creen un cambio de comportamiento que ayude a resolver problemas y Achoc es el mejor ejemplo: ella es un agente del cambio. 

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