900 100 822 Teléfono gratuito

Formulario de búsqueda

Historias

AFGANISTÁN Y PAKISTÁN: FIN DEL CONFINAMIENTO ANTES DEL PICO DE LA COVID-19

 

Desde Acción contra el Hambre estamos muy preocupados por la amenaza del hambre causada por la pandemia de COVID-19 y sus repercusiones en las poblaciones vulnerables que viven en países ya debilitados por los conflictos, el cambio climático y la pobreza. A medida que la crisis sanitaria se agrava, con más de 45 000 casos en Afganistán y más de 400 000 en Pakistán, pedimos esfuerzos inmediatos para proteger a las personas más vulnerables y para financiar a las organizaciones no gubernamentales que trabajamos en la región.

Los donantes y responsables deberían poner en marcha medidas apropiadas y estrategias a largo plazo para luchar contra la pandemia. En Afganistán y Pakistán, donde los casos de COVID-19 van en aumento, ha llegado el momento de dar la alarma en apoyo a las comunidades locales.

"La pandemia de COVID-19 es una crisis de larga duración que requiere una respuesta flexible y de múltiples niveles por parte de los donantes y responsables", señala Jennifer Ankrom-Khan, directora de Acción contra el Hambre en Pakistán. "A medida que termina el confinamiento y el distanciamiento social, necesitamos definir políticas claras que tengan en cuenta las consecuencias económicas y sanitarias”.

A la luz de las últimas estimaciones sobre las posibles muertes en Afganistán y Pakistán por causa de la COVID-19, parece peligroso poner fin a las medidas de confinamiento y abandonar los protocolos de distanciamiento social durante un período tan crítico. Acción contra el Hambre está alarmada por la rápida propagación del virus, así como por la falta de centros de pruebas y los medios limitados para proteger a las personas más vulnerables de la región.

"En Afganistán, aunque se han levantado las medidas de confinamiento, hemos visto una disminución en el número de personas que visitan nuestros centros de salud, principalmente por el miedo a contraer la COVID-19. Esta tendencia tendrá graves repercusiones y consecuencias a largo plazo, y debemos pasar de un enfoque de respuesta de emergencia a corto plazo a nuevas formas de trabajo", cuenta Anaïs Hely-Joly, directora de Acción contra el Hambre en Afganistán.

Debido al cierre de las fronteras y a las medidas de confinamiento, los precios inusualmente altos de productos básicos en la región agravan aún más el acceso a los alimentos de las familias que ya viven por debajo del umbral de la pobreza. En Pakistán, los precios del trigo y la harina aumentaron un 4,9% y un 8,4% respectivamente. Afganistán también ha experimentado un fuerte aumento de los precios de los alimentos de alrededor del 10 al 20% en comparación con el mismo período del año pasado, y los precios siguen aumentando, lo que está disminuyendo el poder adquisitivo de las trabajadoras y trabajadores de sectores no estructurados y la agricultura. Además, la falta de capacidad para hacer pruebas en Afganistán y las dificultades para acceder a los centros de salud en Pakistán, donde la mayoría están en grandes ciudades, pondrán en peligro a millones de personas, especialmente en las zonas rurales.

"Proteger vidas es nuestra prioridad. La ayuda médica ayudará a miles de personas a superar el pico de la pandemia, pero tenemos que poner en marcha programas duraderos de seguridad alimentaria y desarrollo para mantenernos a la vanguardia", añade Anaïs Hely-Joly.

Acción contra el Hambre en Pakistán

Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, y a pesar de las medidas de confinamiento, hemos tratado a más de 68 000 niñas y niños severamente desnutridos en Pakistán. Trabajamos en las zonas rurales de Sindh, la segunda provincia productora de alimentos del país, donde el 46% de las niñas y niños tienen un retraso en el crecimiento y el 23% sufren desnutrición crónica (que significa retraso en el crecimiento y el desarrollo). Nuestros centros terapéuticos y de estabilización de pacientes siguen funcionando.

Las autoridades locales y las organizaciones de la sociedad civil pakistaníes deben actuar juntos para responder a la confusión de la población, que está cansada y desconfiada tras meses de confinamiento, sin información clara y coherente.

Acción contra el Hambre en Afganistán

En Afganistán, donde más de 10 millones de personas padecen inseguridad alimentaria severa, continúan nuestros programas de salud y nutrición. Si bien el reciente contexto político puede proporcionar un rayo de esperanza, la violencia continua se considera ahora una amenaza no sólo para la seguridad de las comunidades, sino también para la salud pública, ya que puede obstaculizar la detección de enfermedades y perturbar la atención médica.

Desde el comienzo de la pandemia en marzo, hemos proporcionado tratamiento a más de 9400 niñas y niños desnutridos en Afganistán. Estamos trabajando con las comunidades en cuatro provincias del país para difundir información sobre cómo prevenir la propagación de la COVID-19, a través de sesiones de promoción del lavado de manos, mensajes de radio y diálogos comunitarios con la participación de los mulás para garantizar la difusión del mensaje y alentar a las comunidades a regresar a los centros de salud.

comparte esta historia

ÚNETE

Dona ahora

Tu donación llegará a quien más lo necesita

w55c

Hazte socioa   

Únete a la generación que puede acabar con el hambre

w55c
w55c
¿Cómo colaborar?
Escríbenos y te contamos.
Comparte