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Cristina Cózar: "Creo en Vives Emplea. Yo soy la prueba de que funciona"

Cristina Cózar (primera por la izquierda), con el equipo de participantes Vives Emplea-Montemadrid Despega San Cristóbal del segundo semestre de 2017. 

Mi trabajo consiste en poner en valor el talento e iniciativa de las personas que participan en Vives Emplea, trabajar sus fortalezas y sus puntos fuertes, que habitualmente ni ellas mismas conocen y por tanto, ¿cómo van a transmitirlo en un proceso de selección?

 

Cristina Cózar es trabajadora social y responsable del programa Vives Emplea que desarrollamos en el barrio madrileño de San Cristóbal con la financiación de Fundación Montemadrid. En Casa San Cristóbal, donde se ubica el proyecto, ayuda a equipos de entre 20 y 25 personas desempleadas a buscar empleo. Cristina defiende con pasión la eficacia de Vives Emplea. “Creo en este proyecto, yo soy la prueba de que funciona”.  Lo asevera porque al acabar cada edición el 54% de sus participantes ya está trabajando (y a los seis meses ya lo hace el 70%) y porque ella misma fue participante en su momento en este proyecto y ha vivido en carne propia la transformación. En esta entrevista nos cuenta su experiencia.

Hoy ayudas a personas en situación de vulnerabilidad sociolaboral a encontrar un trabajo. Sin embargo, tú misma pasaste por una situación de desempleo y participaste en el programa para el que ahora trabajas. ¿Cómo fue ese proceso?

Comencé trabajando a los 16 años, puesto que en mi familia no había muchos recursos económicos. Trabajé como recepcionista, dependienta, teleoperadora, limpiadora, administrativa…, empleos con los que costeé mis estudios de Trabajo Social. Una vez diplomada, pasé nueve años en una empresa como vendedora hasta que un día me ofrecieron un ascenso y reflexioné: “¿Era eso lo que yo realmente quería?” Me di cuenta de que no. Opté por irme al desempleo y buscar desde esa situación una oportunidad laboral que estuviera vinculada con mis estudios. Pero fueron pasando los meses y no tenía ni una sola entrevista. Me fui desmotivando. Entonces me enteré de que estaban realizando en mi municipio, Rivas Vaciamadrid, un proyecto para ayudar a personas desempleadas. En él, comencé a sentirme útil, con energías para poner en marcha ideas que me iban surgiendo fruto de las actividades que realizábamos. El programa sacó a la luz muchas de las competencias que poseía. Mi mayor descubrimiento fue tener claro mi objetivo profesional: ayudar a otras personas a mejorar su situación laboral y descubrí que existían herramientas para hacerlo: el coaching, la inteligencia emocional, la programación neurolingüística…

¿Y eso supuso un punto de inflexión en tu trayectoria profesional?

Sí, me puse a formarme en orientación sociolaboral y en estas metodologías y poco después comencé a trabajar en el mismo programa del que yo había sido participante. He cumplido mi sueño profesional. De eso ya hace dos años y medio. Creo en este proyecto. Yo soy la prueba de que funciona.

¿Haber estado del otro lado te facilita apoyar a tus participantes?

Conozco el proceso por el que se pasa cuando no tienes trabajo. La baja autoestima es un factor común. Mi trabajo consiste en detectar las competencias clave que necesitan mejorar y que hoy está demandando el mercado laboral pero también poner en valor su talento e iniciativa, trabajar sus fortalezas y sus puntos fuertes, que habitualmente ni ellas mismas las conocen así que ¿cómo van entonces a comunicárselo a una empresa para que las contrate?

Lo que caracteriza a los equipos de Vives Emplea es que son heterogéneos: hay jóvenes, mayores, mujeres, hombres, personas con una larga experiencia profesional, otras que jamás han trabajado, personas de diferentes países… ¿Cómo haces para que esto funcione?

Precisamente cuanto más heterogéneo es el grupo, mejor funciona, y especialmente es fundamental el intercambio intergeneracional y intercultural.

Y se apoyan mutuamente.

En Vives Emplea, las 25 personas participantes se apoyan unas a otras y se demuestran lo que valen, se van motivando y van creyendo en ellas mismas.

Más mujeres que hombres

Este año hemos percibido un aumento de mujeres participantes. Siempre habían sido mayoría en los equipos de Vives Emplea, pero en algunos casos suponen el 90%. El desempleo femenino siempre es más elevado, ha aumentado la temporalidad entre las trabajadoras… ¿Crees que hay otros factores  que influyen en esto?

Sí, a las mujeres nos suele costar menos pedir ayuda o pedir simplemente información, nos movemos más gracias al contacto con otras personas, a comunicar nuestras necesidades o inquietudes más abiertamente, y con ello crear redes de apoyo.

¿Mujeres y hombres enfrentan los procesos de desempleo y de búsqueda de trabajo de forma diferente?

En general, las mujeres se sienten mucho más inseguras, con una autoestima más baja, muchas veces condicionadas por la necesidad de ser ellas las que tienen que ocuparse del cuidado de su hogar y sus hijos, lo que dificulta ya no sólo que puedan encontrar un empleo que les permita seguir haciéndolo, renunciando en muchos casos a sus sueños profesionales, sino también a poder seguir formándose para conseguirlos.

No obstante, también he observado que cada vez existe mayor corresponsabilidad con los hombres del cuidado del hogar y de la familia, aunque a estos todavía les cuesta quitarse esa presión social de que tienen que ser los responsables de mantener económicamente a su familia. Hay mucho rol preestablecido que es necesario empezar a romper, por ejemplo, mostrando referentes distintos: de mujeres bomberas, de hombres secretarios…., para no condicionar nuestras capacidades a nuestro sexo.  Eso está en nuestra mano. Y por supuesto, ayudaría mucho que se equipararan los permisos de maternidad y paternidad en España y que en las empresas se nos valorase con independencia de si somos hombre o mujer, de si tenemos hijos o hijas a nuestro cargo o de si pensamos tenerlos.

¿Y hay competencias laborales más propias de las mujeres y otras más propias de los hombres?

Observamos en nuestros equipos que las mujeres tienen mayores competencias sociales como la empatía, la cooperación, la organización y la planificación mientras que los hombres poseen una mayor autoconfianza, capacidad de negociación y autonomía. Pero me gustaría dejar claro que hombres y mujeres pueden poseer y desarrollar cualquier competencia y por consecuencia, desempeñar cualquier tipo de trabajo.

 

Vives Emplea está cofinanciado por el Fondo Social Europeo en el marco del POISES 2014-2020.

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