¿De qué modo se puede promover la innovación social trabajando en alianza?

 

 

 

 

 

"Abordar los retos de la integración en Europa y alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible mundiales significa que es fundamental trabajar transversalmente entre los distintos sectores y niveles"

¿De qué modo puede promoverse la innovación social trabajando en alianza? Esta pregunta provocó un animado debate en el transcurso de uno de los talleres realizados durante el V Foro de Empleo y Emprendimiento Inclusivos, taller que me encargué de coordinar. En él, se ofreció una descripción general inicial sobre cómo, haciendo uso de la experiencia y de los recursos de los distintos actores sociales, se puede ayudar en las 4P de la innovación:

• Producción: cambios en los productos o en los servicios ofrecidos.
• Proceso: cambios en cómo hacemos las cosas.
• Posicionamiento: cambios en cómo comunicamos y replanteamos nuestros nuevos modos de hacer las cosas.
• Paradigma: cambios en los modelos mentales subyacentes que dan forma a lo que hacemos.

A continuación se presentaron dos ejemplos que ilustraron de qué modo una alianza podría fortalecer la innovación social en la práctica. Según Irene de Laurentiis, de European Network of Cities and Regions for the Social Economy (REVES, Red Europea de Ciudades y Regiones por la Economía Social), hay tres elementos que son fundamentales para el trabajo de promoción de la innovación de REVES: en su red, tanto las autoridades públicas como las organizaciones de economía social disfrutan del mismo estatus; la visión, los principios y los objetivos son compartidos; y, finalmente, su modelo de gobernanza se basa en el consenso. Por su parte, Jonas Örtquist de Partnership for the Structural Funds in Stockholm (Alianza para los Fondos Estructurales de Estocolmo), organización centrada en la innovación en torno a la gobernanza urbana, sugirió que es esencial movilizar a las partes interesadas de los distintos sectores y niveles; desarrollar convocatorias específicas para cada propuesta; poseer una serie de criterios específicos para la selección de los socios; y promover el aprendizaje y la cooperación entre distintos niveles.

Tanto Irene como Jonas han sido sinceros, en cuanto a los desafíos que presenta promover la innovación en sus respectivos entornos. Para REVES es necesario esforzarse mucho en promover un planteamiento de planificación participativo a nivel local y que integre sus aspectos sociales, económicos, culturales y medioambientales. Jonas, a su vez, también habló de la dificultad de desarrollar políticas de desarrollo intersectoriales para el mercado de trabajo y del reto que supuso la implementación de las normativas de la UE para la contratación pública, en relación con las organizaciones de la sociedad civil y de las pymes en las alianzas. 

Los participantes en el taller pudieron explorar dichos retos con más detenimiento. Si bien fue aceptado ampliamente que cada contexto es fundamental y que las actividades de colaboración para la promoción de la innovación social van a verse condicionadas por cada situación específica y cambiante, también se observó que son necesarios más esfuerzos en todas las circunstancias para afianzar más la diversidad en los acuerdos y disposiciones de las alianzas, incorporando nuevas voces, en particular a nivel local y desde el interior de la sociedad civil. A este respecto, varios participantes que trabajan en el campo del desarrollo y la cooperación observaron que se podría aprender mucho de las experiencias que promueven procesos de desarrollo para la comunidad desde abajo hacia arriba. Asimismo se sugirió que era necesario actuar y trabajar en la interrelación entre arriba y abajo.

Varios participantes destacaron la importancia de abordar los desequilibrios de poder en las alianzas de forma que las voces “ignoradas” reciban mayor atención. Se mencionó también a los donantes y a los patrocinadores como actores especiales cuyos posicionamientos debían revisarse de manera que, a pesar de sus funciones como apoyo económico, también se implicaran más activamente como socios igualitarios. Para abordar estas dinámicas de poder se hizo hincapié en los servicios de los facilitadores o intermediarios de alianzas, puesto que podrían ayudar en la creación y mantenimiento de un terreno de actuación más equilibrado dentro de las iniciativas colaborativas. Igualmente se mencionó que dejar de ejercer poder implicaba trabajar con menos “ego” y ser más empático.    

También se consideró que la empatía y la pérdida de ego eran igualmente importantes para lograr un cambio cultural dentro de las organizaciones y así apreciar mejor la necesidad de cooperar e innovar. Varios participantes mencionaron que para lograr dicho cambio eran cruciales ciertos aspectos como son: el uso de instrumentos prácticos, equilibrando entre vinculantes y no vinculantes; una mayor flexibilidad; nuevas formas de sensibilización para trabajar juntos; y acrecentar un tipo de aptitud abierta al aprendizaje.

Si bien se produjo un acuerdo generalizado, en cuanto a que abordar los retos de la integración en Europa y alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible mundiales significa que es fundamental trabajar transversalmente entre los distintos sectores y niveles, hubo un participante que determinó que para crear procesos de colaboración que fueran transformadores era fundamental ser valientes y audaces.