“Decidí que ya no quería trabajar para nadie y que quería estar más cerca de las personas a las que ayudaba; estar frente a la persona ”

La historia de Paz es la historia del ahora o nunca. Tras una vida dedicada a la administración pública como funcionaria, en septiembre de 2021 dio el salto a emprender y convertir ese oficio para el que llevaba diez años formándose en su negocio. “Era un ahora o nunca lo haré”, asegura. Dejó su puesto de trabajo y se puso manos a la obra -o mejor dicho al telar-, se instaló en Puerma, un pequeño municipio asturiano que cuenta con “seis viviendas habitadas” y comenzó a elaborar telas mediante el uso de un telar manual con más de 100 años de historia. “Son telas y prendas elaboradas con técnicas y procedimientos tradicionales, pero adaptadas a las necesidades actuales con diseños contemporáneos”, como ella misma lo define.

Fue su hermana quien le habló de Acción contra el Hambre y sus itinerarios de emprendimiento. Ganó el concurso de Vives Emprende y con ello pudo comenzar a dar luz a su proyecto, su viabilidad y toda la parte comunicativa, que pronto contará con su página web gracias al premio que le otorgaron en el concurso Emprende Innova Comparte. “Susi (la técnica de Acción contra el Hambre que le asesoró) me ayudo muchísimo, estoy súper agradecida porque me animó a presentarme al concurso, y ganarlo me permitió tener el impulso que necesitaba, además de conseguirel recurso que necesitaba como la página web, que ahora mismo es imprescindible”, explica.

Su negocio vive de la tradición y la cultura que ella siempre vio de pequeña, su madre le trasmitió “la cultura y tradición contándome como ella misma vivía y lo hacía”, tal y como ella lo define. Ahora toda esa tradición la plasma en sus prendas elaboradas con lana procedente de proyectos locales, incluido su propio rebaño de lana asturiana, una variedad en peligro de extinción, y que tiñe con tintes naturales e históricos y plantas del entorno. Ahora su aventura al lado del telar no deja de cosechar éxitos, como el trabajo que realizó para la Fundación Princesa de Asturias en la semana de sus premios. A lo que se suman sus talleres de fin de semana de procesado de lana o de tejer, por ejemplo, con los que llena el pueblo de actividad y dinamiza y apoya a los negocios vecinos, como el bar donde comen todos los participantes. 

Vives Emprende es el itinerario de emprendimiento de Acción contra el Hambre. Desde que comenzó a rodar en 2015 este proyecto ha ayudado a crear más de 800 negocios, de los cuales el 63%, 548, son de mujeres emprendedoras como Paz. En ese porcentaje destacan las mujeres jóvenes, menores de 30 años como Jualiana.

El obrador que nació durante el confinamiento

De técnica superior en salud ambiental a repostería creativa, este es el salto que ha dado Juliana creando Encapricha_arte: un obrador de repostería creativa con “amor y pasión” como ella misma lo define. Un amor que comenzó durante el confinamiento cuando se lanzó a investigar sobre recetas dulces y al que unió su afán por emprender. Empezó preparando para conocidos y amigos desayunos sorpresa con contenido natural y mientras trabajaba en una tienda de animales y una fábrica de zumos, lo compaginó con su formación: “Me formé en pastelería en Madrid, también de forma online y sentí la confianza de comenzar y hacerlo con calidad, amor, pasión y seguridad alimentaria”.

“Vives Emprende me ayudó a que mis ideas fueran más claras dentro de un proyecto viable económicamente. Gracias al acompañamiento de Consuelo, todo se fue aclarando y pude aprender a analizar buscando el porqué de todo, sabiendo cuándo arrancar o frenar en cada momento. Ahora mi idea es un negocio viable”, explica Juliana, quien acaba de dar un paso más en su sueño adquiriendo el traspaso de un obrador en Pamplona. 

Las vivencias que se convirtieron en negocio

Vania Vizcarra es psicóloga, llegó a España desde Perú en 2018 para estudiar la especialización en Recursos Humanos. En ese proceso de adaptación a un nuevo país se pudo dar cuenta de la dificultad que entrañaban tres aspectos fundamentales: el manejo del duelo migratorio, la gestión burocrática necesaria para los trámites de extranjería y el cómo afrontar en una nueva cultura la búsqueda de empleo.

Con la experiencia propia en estas tres áreas, comenzó su andadura dando “apoyo a conocidas que iniciaban también su vida en España”. Reconoce que esta ayuda que prestó fue la mecha para darle forma a todo lo aprendido de sus vivencias y formación. De ese mix de conocimientos nació Migrando Juntos, un servicio integral para la adaptación al nuevo país con soporte legal, laboral y psicológico. “Decidí que ya no quería trabajar para nadie y estar más cercas de las personas a las que ayudaba, estar frente a la persona”, aclara.

De su experiencia con Acción contra el Hambre destaca a las personas que se encontró por el camino: “Hay gente competente, que sabe del tema, es responsable y cumple. Se preocupan de tu bienestar y tu negocio. Para una persona que es de aquí es realmente un gran soporte”, señala.

Vania trabajó con Cristina, de la que solo tiene palabras de agradecimiento: “El trabajo con Cristina, la técnica con la que trabajé y sigo haciéndolo, fue increíble. El soporte es individualizado y hay una preocupación y sentido de servicio en las personas”.

Ella no es la única que alaba la figura de la técnica de emprendimiento de Acción Social que las acompañaba en cada caso. Para Paz, Susi fue su “ángel de la guarda”.” Juliana, por su parte, asegura que “el mérito de este microcrédito es de Acción contra el Hambre. Consuelo me acompañó en la creación de mi plan de negocio, me apoyó y dio el respaldo para que fuera viable de cara al banco”.

La aventura de emprender y ser mujer

Hay una frase que repiten estas tres protagonistas: “Emprender es una aventura”. Por eso todas remarcan la importancia que ha tenido Vives Emprende.“ Hay que hacer más cosas que no son solo las de tu oficio. Y ahí es donde Vives Emprende me facilitó la formación y ayuda que tanto necesitaba”, menciona Paz.

Desde Acción contra el Hambre, a través del proyecto Vives Emprende, “trabajamos desde el enfoque de género para apoyar a las mujeres a superar obstáculos con formaciones específicas en liderazgo, autoconfianza, toma de decisiones y un acompañamiento muy personalizado para reducir el abandono en el proceso emprendedor, abandono que es mayor en las mujeres que en los hombres”, señala Ana Isabel Alarcón, gestora de los proyectos de emprendimiento de la organización.

Este abandono prematuro es debido principalmente a “las cargas familiares que en mayor medida asumen las mujeres”, matiza Alarcón. Con este prisma, se trabaja la gestión del tiempo desde la corresponsabilidad, el uso de herramientas digitales que faciliten la vida diaria, planificación y seguimiento de metas, así como la generación de conexiones y redes de apoyo.