Desafíos del Cambio Climático en Níger: migración, hambre, saneamiento e higiene para la región de Tahoua

Acción contra el Hambre ha estado presente en la región de Tahoua, en Níger, desde la crisis alimentaria de 2005. 
A partir de 2015, con la persistencia de las tasas de desnutrición aguda severa en el país en general y en todos los departamentos de las regiones, ampliamos las zonas de intervención en la región de Tahoua integrando, tras un estudio exploratorio, a los departamentos de Bouza y Madaoua.
A partir de 2018, ampliamos aún más nuestra zona de intervención, debido a la inseguridad en el norte de Malí, en la frontera con Níger, llegando a trabajar en los departamentos del norte de Tahoua, incluidos Tillia, Tassara y Abalak. La región de Tahoua se ha enfrentado durante varios años a los desafíos de la crisis climática, caracterizada por una importante variabilidad en las precipitaciones y un aumento de las temperaturas. Esto da lugar a déficits recurrentes de forraje y cultivos, con la consecuente degradación del suelo, debido a la erosión del agua y el viento; una mala distribución en el tiempo y el espacio, lo que da lugar a bajos ingresos y a un bajo poder adquisitivo de las poblaciones.

La región de Tahoua está reconocida nacionalmente como una región predominantemente migratoria, con un 16,8% de hogares afectados, lo que contribuye considerablemente a los ingresos familiares mediante transferencias de efectivo. Sin embargo, desde 2011, a raíz de las crisis sociopolíticas que han sacudido a algunos países de la subregión, como Nigeria, Libia, Malí y la República Centroafricana, los principales destinos de los migrantes nigerinos, hoy Níger en general y la región de Tahoua en particular, siguen registrando un retorno masivo de migrantes y recibiendo refugiados malienses y nigerianos, así como migrantes estacionales o permanentes de Níger, principalmente en Tahoua septentrional, en los departamentos de Keita, Bouza y Madaoua. 
Esta afluencia masiva de migrantes y la inseguridad son factores que aumentan la vulnerabilidad de las comunidades de origen, lo que da lugar a la reducción de las transferencias de dinero en efectivo, que son un importante mecanismo de resiliencia. 
Conoce la historia de algunas de las familias desplazadas que están en busca de un futuro mejor (H2).

Fittiman huyó de Asiman debido al conflicto y la inseguridad en Mali. Recibió de Acción contra el Hambre y de la Fundación Caja Navarra una carpa para albergar a su familia y un kit de supervivencia para instalarse en el campamento de personas desplazadas en Tashgart. Ella y sus 5 hijos han encontrado por el momento refugio y paz. Para satisfacer las necesidades de la familia, Fittiman y su hija Rakua trabajan la piel para hacer tapetes tradicionales.
Irza Boujima de 54 años, padre de 5 niños, tuvo que huir de su pueblo natal, Tisalit, donde vivía en paz con su familia. Una mañana fueron atacados por bandidos y tuvieron que huir perdiendo su casa y su ganado. Ahora viven en campamentos para familias desplazadas en Miguiza, tras los conflictos en Mali. Gracias a nuestra ayuda y la de Fundación Caja Navarra, muchas familias recibieron carpas refugio y un kit de supervivencia.
Irza es albañil y formó a algunos jóvenes en el oficio de la construcción. Ahora les ayuda a encontrar trabajo en el campo de desplazados.
Ibrahim Mahmoudou, de 47 años, padre de Idrissa, abandonó su pueblo natal Tisalit, donde vivía bien con su familia. Una mañana fueron atacados por bandidos y tuvieron que huir, perdiendo su casa y su ganado.
Gracias a la ayuda humanitaria encontró refugio con su familia en Miguiza, un campamento de familias desplazadas. Recibió materiales de Acción contra el Hambre para montar una tienda de campaña y un kit de supervivencia.
Todas las mañanas, antes de ir a la escuela, Idrissa va a buscar agua con su padre al pozo del pueblo para así poder ayudar a su familia.
Maya, con 19 años, tuvo que huir de su aldea, Tizalit, junto a su madre y sus tres hermanas debido a los conflictos en Mali, para instalarse después en el campamento de familias desplazadas en Miguiza. Ha perdido todas las cosas que su madre reunió para su boda. Estaba a punto de contraer matrimonio antes de que fueran atacados.
La madre de Maya, para mantener a la familia, tiene un negocio de venta de artículos y fabrica decorativos tradicionales que luego revende. Maya aprende de su madre para poder ayudar a alimentar sus hermanas.
Ayúdanos tú también con tu donación para seguir apoyando a miles de familias más.