El impacto social positivo añade valor a tu negocio

El 60% de los consumidores están dispuestos a pagar más por un producto de una empresa social. Cada vez lo valoran más y se muestran más dispuestos a pagar por ello. Por ello, desde Acción contra el Hambre estamos promoviendo en los proyectos de emprendimiento que asesoramos la incorporación en sus modelos de negocio del impacto social. Nuestro compañero Jaime Fernández, técnico de emprendimiento en Madrid, nos acerca esta tendencia del sector empresarial.

¿EL IMPACTO SOCIAL ES UNA VENTAJA COMPETITIVA EN LOS NEGOCIOS?

Sí, los beneficios socioambientales que genera el producto o la propia entidad son bien valorados en términos de consumo y, por tanto, son ya una ventaja competitiva en sí misma.

Si además incluimos la variable precios, el debate cambia de pantalla. Lo más importante en este sentido es deshacer la creencia de que si algo tiene impacto social o es sostenible es más caro, porque no necesariamente tiene por qué ser así.

Los dos grandes desafíos a los que se enfrentan las personas emprendedoras sociales es, en primer lugar, generar buenas ideas de negocio que resuelvan de manera eficaz y eficiente algún problema social real y, en segundo lugar, saber contarlo y llegar a toda su clientela potencial.

¿HA CRECIDO EL NÚMERO DE EMPRESAS SOCIALES?

Actualmente vemos muchas iniciativas nuevas y también reconversiones orientadas a generar valor social y/o ambiental. Es evidente que parte de la economía parece que se desplaza hacia ese tablero y debemos alegrarnos por ello.

Cualquier negocio puede mejorar prácticas en distintos ámbitos de su actividad y su impacto social. En este sentido, conviene realizar una puntualización: cuando hablamos de emprendimiento social nos referimos a aquel que tiene un objetivo o fin social, a diferencia de las operaciones de lavado de imagen o de posicionamiento en un nicho de mercado que está en auge.

¿CÓMO SE MIDE EL IMPACTO SOCIAL QUE DEJAN LAS EMPRESAS?

Hay muchos y sofisticados indicadores para medir el impacto social de una iniciativa como SROI, SRS, Balance Social de REAS, Balance de EBC, GRI de la ONU, EVPA, etc. Tan necesario es medir los impactos sociales hacia afuera como hacia adentro, es decir, que imperen principios de equidad e inclusión dentro del negocio, que se generen empleos de calidad y que se actúe en red y de manera colaborativa en su ecosistema particular.

Respecto a esto último, el trabajo colaborativo en red ofrece enormes ventajas como llegar a clientela potencial nueva, conseguir apoyo mutuo en la difusión y conseguir acciones de intercooperación entre iniciativas.

A DIFERENCIA DE OTROS PAÍSES ¿EXISTE GRAN DIFERENCIA RESPECTO A LAS EMPRESAS CON IMPACTO SOCIAL?

Hay que tener en cuenta dos variables: la primera es la sensibilidad y la importancia que se le concede al aspecto social y ambiental en cada país. Se trata de identificar en qué medida esta variable está presente en el cotidiano de la gente y si ocupa algún lugar en la hoja de ruta del territorio en cuestión. Y el segundo aspecto a considerar es la cultura emprendedora que existe en cada continente. Nada tiene que ver la cultura emprendedora del Magreb o la del África subsahariana, con la latina, la oriental o la occidental. En cualquier caso, sí que parece que la tendencia del mercado global va encaminada a introducir el factor social en todos los negocios.

 

 

 

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