GARANTIZANDO LA DIGNIDAD Y EL ACCESO A LAS NECESIDADES BÁSICAS EN LOS ASENTAMIENTOS INFORMALES DE TIENDAS DE CAMPAÑA

Acción contra el Hambre, con el apoyo de UNICEF, está ayudando a las comunidades más vulnerables situadas en varias zonas de Becá. Apoyamos a los refugiados sirios que viven en asentamientos de tiendas de campaña mediante la construcción de sistemas de aguas residuales e instalaciones de agua, saneamiento e higiene. Además, proporcionamos servicios de transporte de agua en camiones y de eliminación de lodos entre la comunidad, y organizamos actividades de concienciación que promueven buenas prácticas de higiene para prevenir la transmisión de enfermedades transmitidas por el agua.

Suleiman, refugiado sirio, junto a su tienda en un asentamiento informal de tiendas de campaña situado en Becá.

Nuestro objetivo es garantizar la disponibilidad de agua limpia y un saneamiento correcto para que todos puedan vivir en condiciones adecuadas y sostenibles, independientemente de la edad o el sexo. La asistencia prestada ha tenido un impacto positivo en la comunidad, garantizando el acceso al agua, mejorando la gestión de las aguas residuales y potenciando las buenas prácticas de higiene. 

Una de las actividades consiste en distribuir letrinas para las personas que no pueden acceder fácilmente a las instalaciones de saneamiento debido a su avanzada edad o a su discapacidad. Recientemente, el equipo sobre el terreno identificó a Wazna, una anciana de uno de los asentamientos espontáneos de Becá que se enfrentaba a obstáculos al tener que utilizar la letrina tradicional árabe. Tras evaluar la situación de su tienda, instalamos un inodoro occidental más adecuado.

"Estoy muy contenta con la nueva letrina, ya que no necesito la ayuda de mi familia para acceder a ella", expresó Wazna tras recibir la nueva instalación.

En el marco de la misma actividad, nuestro equipo construyó una nueva letrina justo al lado de la tienda de Fatouma. Ella es madre de un niño pequeño y cabeza de familia. Solía salir de su tienda para poder acceder a una letrina compartida con sus vecinos. 

 "No tenía la capacidad ni los medios para construir un retrete privado para mi familia, así que nos veíamos obligados a compartir uno con nuestros vecinos. Sin embargo, desde que recibí la nueva letrina, ya no temo por mis hijos, especialmente durante la noche, ya que en la antigua letrina que teníamos que usar no había iluminación ni cerradura", explica Fatouma.

Además de la construcción de instalaciones sanitarias, proporcionamos servicios de transporte de agua en camiones y de eliminación de lodos, esenciales para cualquier ser humano, en cantidad y calidad suficientes para cumplir las normas de Esfera y del sector del agua (35 litros/persona/día). Intentamos continuamente garantizar la prestación de un servicio de calidad superior basado en las necesidades de los titulares de los derechos, colaborando estrechamente con los miembros de la comunidad para informar de los problemas y las anomalías dentro de los asentamientos. 

Trad, un shawish que actúa como supervisor del asentamiento y es responsable de la toma de decisiones, informó de que "la comunidad está satisfecha, ya que todos reciben la cantidad de agua adecuada para atender sus necesidades".

Nuestro equipo controla periódicamente la calidad del agua mediante pruebas bacteriológicas y fisicoquímicas. Los proveedores de agua encargados de distribuirla son objeto de un seguimiento exhaustivo, desde los pozos hasta los camiones, realizando controles puntuales para asegurarse de que el cloro se añade correctamente y el agua es potable.

Personal de Acción contra el Hambre del equipo WASH comprobando la calidad del agua y el nivel de cloro durante una distribución de agua en el STI.  

 "Mi equipo y yo llevamos siempre un probador de piscinas que se considera nuestra principal herramienta de control. Comprobamos el nivel de cloro en los camiones durante la distribución y en los depósitos de agua de los beneficiarios un día después de la distribución para asegurarnos de que los proveedores cumplen las normas", explica nuestro personal técnico.

Como trabajan a diario en primera línea, el personal técnico da prioridad a escuchar a la comunidad y atender cualquier necesidad que pueda surgir para proteger los derechos de todos, especialmente los de los más vulnerables.

 "Recibimos quejas sobre brotes de enfermedades transmitidas por el agua e iniciamos una investigación para identificar el origen de la contaminación y así evitar más infecciones. Tomamos muestras de todas las fuentes de agua utilizadas en el lugar afectado que se analizan en nuestro laboratorio interno o en uno externo. Tras la identificación, nuestro equipo de promoción de la higiene interviene en función de cada situación".

PROMOVER LA COHESIÓN SOCIAL, CREAR UN FUTURO MÁS SEGURO

Otras acciones sostenibles de nuestro proyecto también tienen un impacto positivo en la vida de muchos habitantes del valle, no solo de los refugiados sino también de la comunidad libanesa de acogida, ayudando así a aliviar el riesgo de tensiones entre ambas partes. 

Como muchos refugiados sirios, Suleiman llegó al Líbano en 2012 con su mujer y sus cuatro hijos en busca de seguridad y asilo. A su llegada, la situación era muy caótica, el lugar en el que se instaló estaba muy mal equipado y no tenían medios para mejorar la situación. Nuestras intervenciones ayudaron a atender las necesidades más urgentes de la familia en el asentamiento de tiendas de campaña en el que viven. 

"Las aguas residuales que se vertían por encima del suelo fuera de nuestro asentamiento provocaban mucha tensión entre nuestros vecinos y nuestra comunidad, ya que el mal olor era muy molesto. Esto hizo que el propietario nos diera un aviso de desalojo. Sin embargo, cuando la organización instaló los sistemas de aguas grises, el vertido de aguas residuales en el suelo se redujo considerablemente y el mal olor desapareció. Así que hoy no tenemos tensiones con los vecinos y ya no tememos el desalojo", explica.

Suleiman frente a su tienda en el asentamiento informal de tiendas de campaña donde vive con su esposa e hijos en Becá. 

"Doy las gracias a Acción contra el Hambre y a UNICEF por haber mejorado la situación de vida de mi comunidad, especialmente la de las mujeres y los niños", dice Suleiman.

La instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales está reduciendo el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas y transmitidas por el agua, al proporcionar un saneamiento seguro y reducir las tensiones con las comunidades libanesas que viven en las cercanías.

 "Antes de su apoyo, teníamos que utilizar pozos de recogida para eliminar las aguas grises. Las mujeres y las niñas se encargaban de vaciar las fosas. Para eliminar esta agua sucia, nos veíamos obligados a acarrearla durante largas distancias, lo que nos causaba muchos problemas de salud. Estas fosas de recogida, que están abiertas, se encuentran cerca de la tienda. Antes temía por mis hijos, ya que podían caer en estas fosas, pero desde que se instalaron los sistemas, siento que mi dignidad está preservada y ya no tengo que preocuparme por mis hijos". Cuenta Batoul, que se benefició recientemente de la instalación del sistema de aguas grises.

Personal de Acción contra el Hambre supervisando la instalación de sistemas de aguas grises en Becá. 

El acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho esencial para todos, especialmente para los niños. La mala calidad del agua puede tener efectos perjudiciales para su nutrición y su salud, aspectos cruciales para su desarrollo. Las revisiones de muchos titulares de derechos demostraron la importancia de invertir en este tipo de iniciativas para mejorar su vida cotidiana y proteger su salud, a la vez que mejoran su relación con las comunidades de acogida.

Nuestros equipos seguirán trabajando duro para garantizar que se escuchen todas las voces, se satisfagan todas las necesidades y se preserven y protejan los derechos y la dignidad de todos.

Imágenes: Maria Klenner para Action Against Hunger