Historias
India: "Lo normal es que las niñas de mi comunidad no estudien, pero yo quería aprender"

Cuando Foranti era una niña peleaba con sus padres para que la dejaran ir a la escuela. “Lo normal es que las niñas de mi comunidad no estudien, pero yo quería aprender y tener éxito”, cuenta ella. Después, de adolescente, comenzó a trabajar como voluntaria de CECOEDECON (una organización asociada con Acción contra el Hambre) en su pueblo, Khandela Khedi (India).
“Después de la escuela, cuando tuve tiempo libre, solía ir al campo y trabajar. Tomaba las medidas de niños y facilitaba información a mujeres”, cuenta. Después de algún tiempo, en junio de 2015, Foranti fue contratada por Acción contra el Hambre como Trabajadora Comunitaria y ahora es responsable de 20 pueblos. “Mi trabajo diario incluye trabajar en debates en grupo con mujeres, hacer el seguimiento de niños con desnutrición, visitar a mujeres embarazadas, remitir a niños con desnutrición a centros de tratamiento, hacerles llegar canastas de comida y kits de higiene, debates en grupo con hombres de la comunidad y con chicas adolescentes y enseñar a las madres a usar MUAC (medidor del perímetro braquial).
Cambiar mentalidades para luchar contra el machismo
Su sueño es poder “cambiar la mentalidad de mi familia, ellos tienden a compartir los pensamientos y creencias de la comunidad en la que vive. Me gustaría cambiar la mentalidad de los dos, de mi familia y de la comunidad, porque mucha gente no permite que las niñas se eduquen y eso es malo para todos”, explica Foranti.
En la misma línea, asegura que “las mujeres de mi comunidad se dedican al trabajo doméstico. Solo a los hombres se les permite trabajar fuera. Pero, poco a poco, algunas cosas han empezado a cambiar: ahora la comunidad es consciente de la importancia de los grupos de debate y dejan a las mujeres asistir. Aunque esto no ocurre siempre, algunos maridos no permiten que sus mujeres vayan solas ni siquiera al anganwadi (centros de cuidados infantiles), solo pueden ir si alguien de la familia las acompaña”.
“Esto es malo”, recalca Foranti. “Las mujeres deben ser capaces de tomar sus propias decisiones e ir donde quieran, esto es lo que debemos cambiar para crear un mundo mejor. Por esto me hace feliz tener la oportunidad de salir y romper estas restricciones. Afortunadamente, las cosas pueden cambiar pronto. Tenemos mucho que hacer”.
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