Nuestras epidemiélogas frente al coronavirus: responden nuestras preguntas

LA PANDEMIA DE CORONAVIRUS QUE COMENZÓ EN LA PROVINCIA CHINA DE WUHAN SE HA EXTENDIDO A GRAN PARTE DEL MUNDO. NUESTRA EPIDEMIÓLOGA, DIEYNABA N'DIAYE, DA RESPUESTA A 6 CUESTIONES SOBRE LOS TEMAS EN JUEGO EN NUESTRA RESPUESTA HUMANITARIA AL VIRUS.

Dieynaba N'Diaye tiene una maestría en Epidemiología y un doctorado en Salud Pública. Ha trabajado para varios institutos de investigación en Francia y en otros países. Actualmente es referente de Investigación y Análisis en Acción contra el Hambre.

COMO EPIDEMIÓLOGA, ¿CUÁL ES TU ANÁLISIS DEL COVID-19 Y SUS ESPECIFICIDADES?

El COVID-19 es una enfermedad infecciosa particularmente contagiosa que se transmite por el aire y las superficies. Se diferencia de la gripe por:

• una mayor transmisibilidad.
• una alta tasa de mortalidad (2-3% en la población general, pero hasta el 8% en la población mayor de 70 años). La enfermedad también tiende a ser más grave en personas con otras patologías como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
• se trata de una nueva enfermedad: nuestro cuerpo no es inmune a este virus y hoy en día no hay ningún tratamiento o vacuna que haya demostrado formalmente su eficacia. Por lo tanto, es particularmente difícil proteger a la gente que están en peligro.

Otra peculiaridad del virus: los últimos estudios realizados en China muestran que casi al 85% de las personas afectadas por el virus no se les detectó (probablemente porque no tenían ningún síntoma de la enfermedad o sólo tenían síntomas moderados). Sin embargo, podrían seguir transmitiendo el virus y ser contagiosas, sin saberlo. Estas cifras no son más que estimaciones, pero nos muestran que solo estamos viendo la punta del iceberg del problema.

¿ES EL COVID 19 COMPARABLE A EPIDEMIAS COMO EL ÉBOLA O EL CÓLERA?

Una epidemia describe la propagación de una enfermedad, pero en una zona limitada. Una pandemia es una epidemia que se ha extendido a nivel mundialy se caracteriza por afectar a varios países. Las pandemias son mucho más raras que las epidemias y más difíciles de combatir porque los esfuerzos no se concentran en una sola zona afectada. El coronavirus es, en efecto, una pandemia.

Las crisis sanitarias debidas al ébola o al cólera son epidemias y se limitan a ciertas regiones del mundo. En el caso del ébola, las personas afectadas por la enfermedad se ven afectadas por síntomas muy duros que impiden vivir con normalidad: la movilidad se reduce y es necesaria la hospitalización o al menos permanecer en cama. Así, los casos de contagio son más fáciles de identificar y aislar, lo que detiene la propagación de la enfermedad.

El coronavirus es diferente porque tiene pocos o ningún síntoma en la mayoría de las personas, por lo que no se aíslan, no van al hospital, y continúan su vida con normalidad, multiplicando los contactos sociales.

La gente no es sospechosa y por lo tanto propaga el virus mucho más masivamente.

¿ ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE SE HA ENFRENTADO ANTES A ESTE TIPO DE EPIDEMIA?

Cada enfermedad es diferente y la respuesta a una epidemia de cólera puede ser muy diferente de la respuesta a una pandemia de coronavirus. En el pasado hemos colaborado para controlar muchos brotes, como el de ébola en el África occidental o los de cólera en Haití o Yemen.

En definitiva, contamos con una amplia experiencia en el acceso a agua y saneamiento, la promoción de la higiene y la sensibilización en los campamentos de refugiados o los centros de salud en los países en los que trabajamos, acciones que ayudan a combatir la propagación del virus.

Además, tenemos experiencia en sensibilización comunitaria dirigida a los cambios de comportamiento. Al ser además una organización de emergencia, también tenemos una gran experiencia en la gestión de crisis, con capacidades logísticas y de coordinación y una fuerte presencia y credibilidad internacional, más que experiencia en epidemias como tal.

¿EXISTE EL RIESGO DE UNA FUERTE PROPAGACIÓN EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO? ¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES DESAFÍOS A LOS QUE SE ENFRENTAN?

En efecto, existe el riesgo de una fuerte expansión, por ejemplo, en África, debido a los vínculos comerciales entre África y China y también a los vínculos con Europa. Así pues, existe el riesgo de "casos importados", pero el virus también está empezando a propagarse localmente. Según la Organización Mundial de la Salud, los países africanos más afectados  son: Sudáfrica, Argelia, Senegal y Burkina Faso, con pocas muertes hasta ahora. Hay que tener en cuenta que estas cifras pueden estar sesgadas por la capacidad de los países para examinar a los pacientes y determinar las razones de las muertes post-mortem.

Todavía no se sabe cómo se propagará el virus en África porque son muchos los factores que pueden afectar a su evolución: factores genéticos, climáticos, sociológicos, demográficos (la población de África es globalmente muy joven). Lo que sí sabemos es que algunos países tienen una capacidad de respuesta limitada (sistemas de salud menos resistentes, falta de equipo médico, acceso a agua...), y que otros factores como la inestabilidad política pueden perturbar la respuesta a la crisis . Desde Acción contra el Hambrehemos identificado, basándonos en la literatura científica y en diversos indicadores oficiales,  en los países de África y así en los que trabajamos que corren más riesgo por las importaciones y por su capacidad para responder a la crisis: Burkina Faso, Nigeria y Senegal, y Pakistán.

Algunos de los retos a los que se enfrentan los países africanos son similares a los de los países occidentales: la capacidad de realizar pruebas a los pacientes, los sistemas de salud pública, el estado de los hospitales, la sensibilización del público sobre el virus y las posibles medidas preventivas, la protección de los trabajadores sanitarios, etc. Pero algunas cuestiones son específicamente africanas, como por ejemplo:

• el escaso acceso al agua, la higiene y l saneamiento en algunos países/regiones y, por consiguiente, la dificultad de poner en práctica medidas preventivas como lavarse las manos con jabón,
• la complejidad de poner en cuarentena a las personas, de aislar a las afectadas o en riesgo, a veces en contextos de muy alta densidad urbana, y las familias intergeneracionales donde los abuelos viven con toda la familia (similitudes con Italia y España en este punto),
• personas con síntomas similares a los del COVID-19, como es el caso de la malaria, la neumonía..., enfermedades más frecuentes en África, lo que complicará la fase de diagnóstico,
• la alta presencia en la población de otras enfermedades agravantes, lo que puede complicar la gestión.

¿LAS PERSONAS DESNUTRIDAS CORREN UN MAYOR RIESGO DE CONTRAER CORONAVIRUS?

Ahora es demasiado pronto para decir si las personas desnutridas son más afectadas por el coronavirus, sobre todo porque carecemos de datos sobre la fisiopatología de esta nueva enfermedad. Sin embargo, podemos decir que las personas desnutridas corren potencialmente un mayor riesgo porque sus sistemas inmunológicos no funcionan correctamente y son, en general, más susceptibles a las enfermedades infecciosas.

Las personas que padecen hambre son también las que viven en unas condiciones socioeconómicas más difíciles, con menos acceso a la salud, y pueden verse más gravemente afectadas por medidas como las de confinamiento.

¿QUÉ ESTÁ HACIENDO ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE PARA HACER FRENTE AL VIRUS?

Hemos creado una unidad de crisis dentro de la organización y se ha establecido una coordinación tanto a nivel directivo como técnico. Estamos llevando a cabo de manera regular una vigilancia científica y epidemiológica d el número de casos detectados en los países en los que trabajamos. Asimiso, facilitamos la información sobre las necesidades en cada país y brindamos asesoramiento operacional para cada uno de nuestros sectores de actividad.

Las intervenciones que proponemos tienen por objeto reducir la incidencia entre los profesionales de la salud y en la población en general, y mitigar el miedo y la desinformación, así como seguir prestando otros servicios de salud esenciales. Por ejemplo, estamos sensibilizando a los agentes y al personal de nuestros centros de salud para prevenir la propagación del virus, mediante: la sensibilización (con folletos, carteles), la disponibilidad del equipo necesario (máscaras, gel, pañuelos), la puesta en marcha de circuitos específicos y la gestión adaptada de los flujos de gente (entradas/salidas, diferentes salas de espera para los enfermos), la gestión adaptada de residuos, etc.

Además, hemos hecho un llamamiento a los donantes para conseguir fondos adicionales para financiar nuestra respuesta al COVID-19 en África.*

*La recaudación de fondos privados también se ha puesto en marcha con el público para apoyar nuestras actividades