Pakistán: La lucha contra la desnutrición durante la pandemia

Vijanti es una mujer embarazada hindú de 24 años y madre de una niña de 22 meses. Como muchas otras mujeres, es una ama de casa que vive en la remota aldea de Ditto Kalroo del distrito Tando Allahyar en la provincia de Sindh. Sufrió una grave anemia hasta que conoció a Rizwana, nuestra trabajadora sanitaria comunitaria del Programa para la Mejora de la Nutrición en Sindh. 

"No sabía nada sobre el uso de medicamentos durante el embarazo. Otras mujeres me habían dicho que comiera más mantequilla durante el embarazo. Tengo una hija de 22 meses y ahora estoy embarazada de 8 meses. Durante este embarazo me siento muy débil. Incluso soy incapaz de hacer las tareas domésticas. A veces tengo miedo de desmayarme", dice Vijanti.

Durante sus visitas diarias a las diferentes familias, Rizwana conoció a Vijanti. Mientras hablaba y examinaba a Vijanti, Rizwana la encontró desnutrida y anémica. Consciente de los riesgos relacionados con la desnutrición y la anemia durante el embarazo, Rizwana aconsejó a Vijanti y a los miembros de su familia que llevaran una dieta adecuada durante el embarazo. También le proporcionó pastillas de ácido fólico de hierro y la remitió a un centro de salud cercano para un examen prenatal. Vijanti escuchó atentamente a Rizwana y siguió sus consejos sobre el uso de las pastillas.

La anemia por carencia de hierro es uno de los problemas de salud pública más antiguos de Pakistán, especialmente entre las mujeres embarazadas y lactantes de la provincia de Sindh. La anemia en las mujeres embarazadas puede provocar problemas durante el parto, lo que se puede evitar proporcionando una mejor dieta y pastillas de ácido fólico de hierro a las mujeres embarazadas.

"Es difícil para mí llevar una dieta adecuada porque mi marido, Mohan, es sastre. Trabaja en una aldea de 785 hogares. Tiene que alimentar a nueve miembros de la familia con sus ingresos. A veces no tenemos nada que comer" afirma Vijanti.

CUANDO LA COVID-19 LLEGA A PAKISTÁN

El marido de Vijanti, Mohan, visitaba ocasionalmente las aldeas cercanas para obtener pedidos de ropa para coser, pero debido al confinamiento impuesto por el gobierno durante la COVID-19, sus viajes se han restringido y sus ingresos se han limitado.

A pesar de sus difíciles circunstancias, Vijanti señala: "Estoy muy agradecida al equipo del Programa para la Mejora de la Nutrición y a Rizwana, que me han enseñado cómo cuidarnos y me proporcionaron medicinas que mejoraron mi salud. Ahora, tengo más energía y soy capaz de realizar las tareas domésticas sin ninguna temor". 

Mohan también se siente mejor después de ver una visible mejora en la salud y el estado emocional de Vijanti. "Creo que ahora mi esposa está fuera de peligro ya que recibió buenos consejos de salud de Rizwana", añade Mohan.

El equipo de Programa para la Mejora de la Nutrición continúa proporcionando servicios de salud mientras sigue el distanciamiento social y usa medidas de protección personal. Garantizar el suministro continuo de equipos de protección personal y la capacitación de las trabajadoras y trabajadores sanitarios es importante para hacer frente a la desnutrición, que puede predisponer a las mujeres y a las niñas y los niños a infecciones como la de la COVID-19.