Rigoberto, Guatemala: "recibí una formación sobre conservación de suelos y ahora soy líder comunitario"

Durante los últimos cuatro años, la sequía causada por “El Niño”, así como las pérdidas causadas por la roya del café, provocaron una disminución de la producción agrícola afectando la principal fuente de ingresos de las familias a lo largo del Corredor Seco guatemalteco. La mayoría de los pequeños agricultores han perdido entre el 75 y el 100% de los cultivos, por lo que la seguridad alimentaria de las poblaciones vulnerables que viven a nivel de subsistencia se ha deteriorado gravemente.

Grupo de personas en un huerto de Guatemala

Don Rigoberto, como se le conoce en su comunidad, es hoy un agricultor de éxito. Vende frutas y verduras que cultiva en su finca situada en la región del corredor seco. Una zona, para muchos, estéril. “Solo hay que saber mimar a la tierra y exterminar las malas prácticas, como la quema de rastrojos” explica Súchita.

Pero don Rigoberto no nació con ese conocimiento ni heredó el negocio de una familia adinerada. Lo fue consiguiendo todo poco a poco, con mucho esfuerzo. “Yo era un simple jornalero, como casi todos los hombres de la aldea. Pero en el año 2000 recibí una formación sobre conservación de suelos y establecimiento de sistemas agroforestales. Le puse mucho interés y aprendí rápido”, asegura. Después, como líder comunitario empecé a difundir este conocimiento en mi comunidad y después en las aldeas vecinas hasta que me di cuenta de que no podía andar predicando si yo mismo no lo aplicaba en mi propia tierra”, cuenta apasionado sus inicios.

Un agricultor en GuatemalaAcción contra el Hambre busca brindar apoyo a la producción agrícola de las familias vulnerables mediante la entrega de insumos agrícolas y brindando asistencia técnica por medio de sesiones de capacitación. Los temas abordados están relacionados a la conservación de suelos, buenas prácticas agrícolas en la producción de granos básicos, establecimiento de huertos de especies nativas, establecimiento de sistemas agroforestales. También se incluyen temas relacionados a la Alimentación del Lactante y Niño Pequeño (ALNP), entro otros.

Así que en su pequeño terreno, don Rigoberto empezó a cultivar y poco a poco fue ampliando su negocio. Hoy tiene decenas de árboles frutales, cultivos de verduras diversas y su última inversión: gallinas ponedoras. Don Rigoberto es un ejemplo para toda su comunidad y para muchos un modelo a seguir. Él asegura que todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo y el traspaso de conocimientos de organizaciones como Acción contra el Hambre o el Programa Mundial de Alimentos: “Ellos nos han demostrado que sí se puede. Esta tierra ha sido muy castigada y el efecto de El Niño no ayuda, pero no todo está perdido. Solo hay que cambiar nuestras malas costumbres para poder seguir viviendo de ella”.

Serie fotográfica sobre la desnutrición crónica en Guatemala 

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