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Tratar la malnutrición en Hodeida, un niño cada vez

 

A los quince meses, Entisar Abdo Ismail ya ha pasado por tiempos difíciles. Es una de 12 hermanos, la más pequeña de sus seis hermanas y cinco hermanos. La familia vive en el empobrecido puedo de Al-Rawashi en la gobernación de Hodeida, y como todo el país ha sido duramente golpeado por el actual conflicto en Yemen. El padre de Entisar solía revender madera, pero un día cuando estaba transportando la mercancía en su motocicleta, se cayó y se rompió una pierna. Nunca se ha recuperado lo suficientemente bien para trabajar y su familia ha estado teniendo problemas para llegar a fin de mes. Su tío solía ayudar con algo de dinero y comida, pero cuando llegó la crisis, la economía colapsó, perdió su trabajo en consecuencia y la familia está teniendo problemas de nuevo.

A parte de una botella de aceite, un saco de harina y una bolsa de lentejas que una de sus hermanas trae de vez en cuando por enseñar en la escuela, la familia no tiene mucho más en lo que confiar. Entisar, su hermano y dos de sus hermanas sufren malnutrición. Lo que agravó la salud de Entisar todavía más es el hecho de que su madre tuviera dificultades para darle el pecho, debido a que estaba embarazada de su hermana menor a la vez. Al tener menos de cinco años, Entisar está en una edad crítica donde la desnutrición puede causarle severos problemas de desarrollo. Por lo tanto, ella es particularmente vulnerable, y debe ser transferida a un centro de salud para un tratamiento inmediato de la malnutrición.

Entisar fue detectada por Anhar Hoshiber, una voluntaria de la salud de la comunidad, cuando estaba realizando un cribado activo de niños menores de cinco años de edad para detectar la malnutrición en la comunidad. Para que sea posible la criba, detectar niños menores de cinco años con malnutrición aguada y darles facilidades sanitarias, Acción Contra el Hambre formó a Anhar y a numerosos voluntarios sanitarios de las comunidades para conseguir actividades a nivel comunal. Durante las sesiones de educación sanitaria que ella dio a las familias en el pueblo de Terguh, Angar notó que Entisar sufría un desgaste de la grasa corporal. Los huesos de Entisar eran visibles bajo su piel debido a su carencia de masa corporal, y sus ojos estaban hundidos. Anhar midió la circunferencia de su antebrazo superior y las medidas de Entisar estaban en la parte roja de la cinta. Todos estos claros síntomas indicaban que Entisar estaba gravemente desnutrida.

Anhar inmediatamente habló con la madre de la niña, explicando que su hija necesitaba cuidados médicos. Como parte del mismo proyecto, Acción Contra el Hambre provee de tratamiento para la malnutrición aguda para los niños menores de cinco años, y Anhar recomendó a Entisar al Terquh HF asegurando a su madre que su hija recibiría un buen cuidado y se pondría bien.

El 30 de julio de 2018, Entisar y su madre llegaron al centro de salud donde todas las medidas antropométricas tomadas por la oficial de Salud y Nutrición de Acción Contra el Hambre y el cuerpo médico de MoPHP. Durante la admisión el MUAC de Entisar medía 8 cm, mientras su pero eran 5 kg. Este resultado mostraba claramente que Entisar estaba sufriendo una malnutrición severa y por suerte no tenía ninguna otra complicación de salud adicional, haciendo más sencillo el curso del tratamiento para la pequeña. Entisar fue admitida en el programa de pacientes externos y después de ser administrada con un tratamiento rutinario, su madre fue formada en cómo dar a su hija alimentos terapéuticos en casa, y en cómo volver al centro de salud una vez a la semana para seguir las condiciones medicas y las raciones terapéuticas de Entisar.

Anhar continuó visitando frecuentemente a la familia, proveyéndoles de sesiones de consejos para la higiene y la salud. Ella se aseguró de que la madre de Entisar siguiera de manera regular las visitas al centro de salud para recibir comida terapéutica, para que así Entisar se pusiera mucho mejor. En el momento de la entrevista, seguía recibiendo tratamiento. Ahora Entisar esta jugando con sus hermanos y hermanas con una gran sonrisa en su rostro.

Su madre estaba muy feliz de poder ver a su hija tal y como era, expresando su agradecimiento más profundo a Anhar, los trabajadores sanitarios y el equipo que ayudó a su hija a recuperarse. Dijo que deseaba poder comprar frutas para su hija todos los días (eso restauraría los niveles de energía de Entisar y la mantendría sana) pero la situación económica de su familia no lo permite. Concluye: “Muchas gente en nuestro pueblo vive bajo las mismas condiciones, no pueden llegar a fin de mes. Mis hijos estuvieron tan débiles como Entisar. He estado advirtiendo a otras familias para que busquen ayuda de los trabajadores sanitarios para mantener a sus hijos sanos y salvos. Sinceramente, espero que la malnutrición sea erradicada por completo.”

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