UN PAÍS TRAUMATIZADO Y LA FALTA DE PERSONAL CAPACITADO

LOS CONFLICTOS EN LA REPÚBLICA CENTROAFRICANA ESTÁN OBLIGANDO A MILLONES DE PERSONAS A DESPLAZARSE Y A HUIR DE LA VIOLENCIA. SE HA PUESTO EN MARCHA UN PLAN DE RETORNO DE LA POBLACIÓN A LA CAPITAL QUE SE ESTÁ INTENSIFICANDO. MUCHAS PERSONAS DESPLAZADAS REGRESAN TRAUMATIZADAS, PERO EL PAÍS NO CUENTA CON SUFICIENTE PERSONAL CAPACITADO PARA ACOMPAÑARLAS.

Desde el segundo semestre de 2016, se ha intensificado el retorno a Bangui, que comenzó en noviembre de 2015. Este regreso se debe a varias causas; el cierre gradual de los emplazamientos de personas desplazadas internas de la ciudad y el aumento de la cobertura y el tipo de asistencia humanitaria que se presta a las personas retornadas. La disminución de los incidentes de seguridad en los barrios también ha animado a la población a regresar a la capital.

La continuación de los problemas sociopolíticos ha afectado gravemente a la capacidad del Estado para prestar servicios básicos de salud de calidad. A pesar de las necesidades exponenciales, la salud mental no está entre las prioridades del gobierno. Ninguna de las políticas nacionales elaboradas está todavía en funcionamiento y no existe una legislación específica sobre salud mental. A nivel nacional, la capacidad de salud mental que hay se limita al equipo disponible en el hospital psiquiátrico de Bangui. En 2015 en la Universidad de Bangui se implantó un curso de psicología para las carreras de ciencias sociales que pueden integrar un grado en psicología.

Las deficiencias del sistema actual no permiten satisfacer las necesidades, y no existe una estructura estatal que ofrezca servicios para la atención de las personas que sufren traumas o en un estado de sufrimiento psicológico extremo.

RESPONDER A LAS NECESIDADES

Respecto a la atención psicológica, las necesidades de las personas son particularmente importantes (trauma, depresión, riesgo de descompensación, tendencias suicidas). Aproximadamente el 60% de la población de Bangui y su periferia, presentan síntomas de traumatismo y requiere un seguimiento psicosocial adaptado e inmediato. Esta prevalencia afecta a ambos sexos, pero algunos estudios revelan una mayor vulnerabilidad entre las mujeres.

En el caso de las poblaciones desplazadas, se estima que la necesidad de apoyo es del 100%. El desplazamiento forzado provoca un impacto que puede tener consecuencias más o menos graves en su mente.

A través de nuestros programas de salud mental, nuestro objetivo es apoyar y sostener los retornos a Bangui a través de mecanismos sociales, económicos y de protección adaptados y reforzados en los distritos 3º, 5º y Bimbo de Bangui.

Desde Acción contra el Hambre intervenimos para conseguir que "mujeres, hombres, niñas y niños de los barrios de retorno tengan acceso a servicios y mecanismos para apoyar su resiliencia psicológica".

Las actividades que llevamos a cabo son las siguientes:

1. Sesiones de psicoeducación para 2000 personas beneficiarias del programa AGR (actividades generadoras de ingresos).
2. Apoyo psicológico a 1400 personas en situación de desamparo que se benefician del programa AGR.
3. Capacitación y supervisión formativa en Primeros Auxilios Psicológicos para 80 personas clave de la comunidad y 20 trabajadoras y trabajadores de sanidad del gobierno.
4. Formación práctica de dos estudiantes de psicología en la Universidad de Bangui y de dos agentes de la Asociación Obouni para la atención del psicotraumatismo.

Al final de la sesión de psicoeducación, se invita a las y los pacientes que requieren apoyo psicológico a participar en el protocolo de atención psicológica grupal o individual. El protocolo elegido es un protocolo desarrollado por la Organización Mundial de la Salud llamado Problem Management +, que consiste en cinco sesiones separadas que se reparten en cinco semanas, con una duración de entre una hora y una hora y media cada una.

En el marco de este proyecto, adaptamos por primera vez una gestión de grupo, siendo este protocolo normalmente individual.

Entrevistamos a una paciente con un pasado difícil que ha recibido atención psicológica gracias a nuestro programa.

ENFRENTARSE AL TRAUMA

Para no poner en peligro a la paciente, se han suprimido algunos detalles de su testimonio y se ha sustituido su nombre por el de la señora B. Sus palabras han sido transcritas con exactitud.

La señora B. es una mujer de 37 años que vive en el tercer distrito de Bangui. Fue identificada por primera vez por ACTED y se benefició de las Actividades Generadoras de Ingresos. La señora B. se ha integrado en el grupo C, en el que se incluyen las personas más vulnerables socioeconómicamente. Posteriormente, en agosto de 2019, nos pusimos en contacto con ella para que participara en una sesión de psicoeducación, y al final de ella se evaluó su bienestar. En la escala de medición del bienestar obtuvo una puntuación de WHO5. Le animamos a participar en la atención psicosocial grupal, de cinco sesiones de una hora y media durante 5 semanas, que siguió hasta el final.

Durante la primera sesión, centrada en el intercambio de testimonios para normalizar los síntomas del estrés diario, la señora B. se presentó con una bufanda, con el pelo suelto. La paciente permaneció en silencio durante mucho tiempo, llorando continuamente mientras escuchaba los testimonios del resto de personas beneficiarias. Finalmente, habló y contó la experiencia traumática que vivió en 2014.

"Dejé la República Centroafricana para refugiarme en el Chad, en la casa de mi madre con mis cinco hijas e hijos. En ese momento, mi último hijo tenía sólo dos meses de edad. Unos días más tarde, (...) mi marido fue linchado hasta morir frente a unas pocas docenas de personas (...) Estos linchamientos (...) con patadas, piedras y cuchillos le llevaron a una muerte lenta y dolorosa. El cuerpo de mi marido fue entonces destrozado y quemado hasta (...) que la multitud se dispersó por el gas (…)

Le acusaron de ser un rebelde y un traidor. En ese momento, todavía estaba en el Chad, no podía ver el cuerpo de mi marido y no estaba enterrada. Cuatro días después me enteré de la noticia por teléfono y en las redes sociales que publicaron la escena. Vi la escena en la televisión (...). Estaba en shock, no podía entender lo que había pasado después de que nos fuéramos al Chad (…)

Después de eso, ni siquiera tuve acceso a la cuenta bancaria de mi marido. Su pensión no fue pagada por la Tesorería Pública para permitirme cuidar de mis cinco hijas e hijos. Llevé a cabo procedimientos ante el Tribunal de Gran Instancia de Bangui, pero no se tomó ninguna medida. A pesar de todas mis peticiones, mi demanda fue bloqueada. Esto me hizo pensar, llegué a la conclusión de que la ley no existe (…).»

SUPERAR LOS OBSTÁCULOS

La señora B. trajo los papeles de la cuenta bancaria y la pensión de su marido, que dispersó con rabia entre el grupo. Mientras que un trabajador psicosocial continuaba la sesión, se la llevó para tranquilizarla, antes de unirse al grupo para los ejercicios de relajación y estiramiento.

La paciente identificó los siguientes síntomas de ansiedad: no duermo bien por la noche, tengo dolores de cabeza intensos, pienso mucho en mis hijas e hijos, no puedo comer bien, a menudo me enfado.

En la siguiente sesión, la señora B. se mostró tranquila y pudo seguir toda la sesión, tratando de aprender a tratar los problemas y a organizarse.

La señora B. explicó que su única actividad actual generadora de ingresos era la venta ambulante de rosquillas, que había podido iniciar gracias a la donación de 2000 XAF de uno de sus familiares. La señora B. explicó que su preocupación más importante era que sus hijas e hijos no fueron a la escuela durante dos años porque no podía pagar las tasas escolares. Otras y otros participantes que la conocían explicaron que la señora B. estaba viviendo dificultades en su actividad comercial, porque se enfadaba con las y los clientes que le preguntaban el precio de sus rosquillas. En el marco del apoyo de ACTED, la señora B. fue acompañada para desarrollar una pequeña actividad de empresa.

Durante la sesión destinada a romper el ciclo de malos humores, la señora B. explicó que la práctica de ejercicios de relajación y de atención en casa le ha ayudado mucho a volver a dormirse, lo que ha supuesto un alivio en sus continuos insomnios.

La 5ª sesión "Cómo mantenerse sano y mirar al futuro" también ofreció la oportunidad de repasar las todas sesiones anteriores. La señora B. habló de las actividades en las que había participado.

"Estoy muy agradecido a Acción contra el Hambre por haber puesto a nuestra disposición este tipo de actividades y sus equipos a través de consejos que incluyen el ejercicio de relajación que me alivia mucho y me ayudará a controlar el estrés. Antes, solía pasar el día sola en la casa con las niñas y los niños, sin vestirme ni recogerme el pelo, sin saber qué hacer. Fue difícil. Al cabo de un día pensé en suicidarme, viajar o abandonar a mis hijas e hijos. Pero ahora mi situación ha mejorado gracias a este grupo. Ya no tengo dolores de cabeza intensos, puedo volver a dormir. Por la mañana tengo fuerza y ganas de vestirme, recogerme el pelo y hacer rosquillas, así como de socializar con otras personas.

Mi gran problema sigue siendo la escolarización de mis hijas e hijos (...) Al final de nuestro intercambio veo este programa como un lugar donde me siento segura. ¿Es posible continuar esta actividad para otras personas que tienen el mismo problema y que sufren en otros barrios a 5km? ».

RESULTADOS

Las escalas de bienestar (WHO5 y Psycholops) aprobadas en la primera sesión se repiten también en la quinta para medir el efecto de la atención en el bienestar de las personas beneficiarias. En relación a su testimonio, el paso de la balanza muestra que la señora B. pudo mejorar su bienestar gracias a la atención psicológica.

Desde principios de 2017, a través de las evaluaciones y la implementación de herramientas de coordinación, las y los agentes (del sector humanitario, gubernamental, autoridades locales y demás) se han reunido para intentar mejorar esta situación. Adaptar su acción para satisfacer de la mejor manera posible las necesidades de las personas afectadas, de acuerdo con las instrucciones del Plan Nacional de Recuperación y Consolidación de la Paz 2017-2021 y de manera inclusiva y holística para no agravar los riesgos de tensiones entre grupos.

El proyecto "Bon retour à la maison - Doni Kiringo na kodoro" del que se benefició la señora B. está financiado por el Fondo Bêkou (Esperanza en Sango), el Fondo Fiduciario Europeo para la República Centroafricana.