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Un año de ébola en Guinea

18/03/15

Los centro de salud de Guinea están colapsados por la enfermedad, con un personal sanitario exhausto tras un año de epidemia  

“HAY QUE VENCER EL MIEDO PARA ABATIR LA EPIDEMIA”

La epidemia, que ya ha acabado con la vida de cerca 10.000 personas, provocará 700.000 nuevos hambrientos en Guinea, Liberia y Sierra Leona en 2015, según un estudio que hemos elaborado junto a la Universidad Federico III de Nápoles (Italia).

 

“Un año después del primer brote hemos avanzado en el control médico pero la resistencia y las barreras culturales y antropológicas están haciendo que los progresos sean mucho más lentos de lo que podrían ser”, así resume Susana Dos Santos (directora país de Acción contra el Hambre en Guinea-Conakry entre agosto de 2013 y febrero de 2015) la situación un año después de la mayor epidemia de ébola, que solo en este país, en el que se originó el último brote, se ha cobrado ya más de 2.170 muertes.

Familias que esconden a sus enfermos, personas que afirmar que se trata solo de una maniobra política para distraer la atención de problemas como la falta de energía y agua segura o que es un castigo originado contra  los animista o cristianos de Guinea-Forestal (donde se encuentra la aldea de Melinadou, comunidad del paciente cero), acusaciones a los “blancos” de haber contagiado la enfermedad… el miedo alimenta numerosos mitos que hacen cundir la desconfianza. Hizo lo propio en un país como España tras la llegada de la enfermera contagiada. No podemos olvidar tampoco las barreras culturales y religiosas: “estamos pidiendo a la población guineana cosas que atentan contra sus preceptos religiosos y normas culturales básicas, como es el contacto para cuidar a sus enfermos o  para enterrar a sus seres queridos, y esto es algo inasumible en un país como Guinea. Necesitamos tiempo y mucha información para abatir todo esto”, explica Dos Santos.

Ébola = hambre
Un estudio reciente elaborado por expertos de Acción contra el Hambre y la Universidad Federico III de Nápoles alerta sobre las consecuencias en la seguridad alimentaria de la enfermedad: está en peligro el nuevo ciclo agrícola. Por otra parte, la crisis económica causada por la reducción de los ingresos a nivel nacional e individual se verá acentuada por los efectos de las cuarentenas y las restricciones a la movilidad derivadas de la enfermedad. Se trata de una región donde cinco millones de personas viven en inseguridad alimentaria pero que en los últimos años había conseguido reducir esta prevalencia. La epidemia podría revertir la tendencia.

Solo en Guinea, un informe de Acción contra el Hambre revela que la economía se ha ralentizado un 75% en  el medio urbano y un 68% en el medio rural. El Ministerio de Agricultura estima que en el último año habrá una bajada de la producción alimentaria de alrededor 130.000 toneladas. La población también ha disminuido su acceso a los mercados y empieza a adoptar mecanismos drásticos de supervivencia: en Forecariah muchas familias han reducido de dos a una su número de raciones diarias y en Conakry de tres a dos.

“A esto hay que añadir que los centro de salud del país están colapsados por la enfermedad, con un personal sanitario exhausto tras un año de epidemia y que se han convertido en lugares que muchas personas evitan por miedo al contagio, con lo que esto aumenta la prevalencia de muchas otras enfermedades relacionadas con la desnutrición”, explica José Manuel Madrazo, uno de los nutricionistas de la organización, que ha trabajado en Guinea el último año.  Según datos de la OMS, 1 de cada 3 personas en zonas afectadas por el ébola tienen miedo de acudir a un puesto de salud y el número de consultas e ingresos hospitalarias por otras enfermedades ha disminuido un 50% en 2014.

Un año, el brote más grave
¿Qué ha hecho de este el brote más grave de la historia? “Otras veces el virus había atacado zonas remotas, aisladas, por ejemplo en la selva congoleña, pero esta vez su erupción se produjo en una zona de alto movimiento de personas y tránsito comercial, en una zona cercana a una triple frontera que existe solo sobre el papel, y esto ha sido letal”, explica Dos Santos. “Quizás podemos decir que esta vez el ébola ha venido para quedarse, y será un nuevo enemigo que tendremos que combatir quienes luchamos a diario contra el hambre en África”, zanja el Director General de Acción contra el Hambre, Olivier Longué.

Nuestra respuesta
Hemos redoblado esfuerzos en Guinea, Sierra Leona y Liberia, países en los que ya interveníamos desde hace dos décadas, a partir de la enfermedad. A las sensibilizaciones para evitar el contagio, hemos sumado el seguimiento directo de los casos de riesgo y contactos y la rehabilitación de puntos de agua y  la prevención y control de infecciones en estructuras sanitarias no especializadas en ébola. Un antropólogo se ha incorporado recientemente a nuestro equipo en Guinea-Conakry para desarrollar una estrategia que trate de abatir las resistencias de la población contra la enfermedad. 

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