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Un millón de filipinos siguen sin casa un año después de Haiyan

Un millón de filipinos siguen viviendo en refugios provisionales un año después de Haiyan

 

Tras el paso del supertifón Haiyan todavía queda mucho por hacer.

Un millón de filipinos siguen viviendo en refugios provisionales un año después de Haiyan

14 millones de personas se vieron afectadas por uno de los desastres naturales de mayor extensión de los últimos años. 

La comunidad internacional ha cubierto por el momento el 60% de las necesidades identificadas (468 millones de dólares de los 776 solicitados por las Naciones Unidas).

Las autoridades del país y las organizaciones humanitarias recalcan la importancia de hacer la reconstrucción con un enfoque de gestión de riesgos en el segundo país del mundo más afectado por desastres naturales: cada año más de 20 tifones golpean el archipiélago.

“La situación ha cambiado radicalmente. Hace un año estábamos desescombrando contra el reloj para poder instalar potabilizadoras, distribuir agua segura y salvar vidas y ahora estamos ya en plena fase de rehabilitación de las redes de agua y saneamiento, que estarán listas en marzo, y afrontando un nuevo trabajo con las autoridades para darles sostenibilidad”, es el balance que hace al teléfono desde Manila Jesús Baena, coordinador de agua y saneamiento de Acción contra el Hambre que estuvo en la emergencia solo 48 horas después del desastre.

“Creo que vamos a superar el punto de partida: más personas van a tener agua segura que antes de Haiyan, y esto es un logro enorme”

 

¿Qué queda por hacer?

En el haber tenemos las necesidades básicas de la población cubiertas, grandes avances en la rehabilitación de redes de agua y en la recuperación de medios de vida. En el deber, sin embargo, está la reconstrucción de los hogares del más de un millón de filipinos que siguen viviendo en refugios provisionales y la rehabilitación definitiva del tejido productivo. Este es precisamente el objetivo de los programas de transferencias monetarias de Acción contra el Hambre: unas 13.000 familias han recibido 12.500 pesos (220 €) con los que han podido cubrir sus necesidades alimentarias liberando así tiempo para la reconstrucción de hogares e infraestructuras al tiempo que se fomentaba la recuperación de los mercados locales. Además de las infraestructuras, queda mucho por hacer en términos de recuperación de medios de vida: “los agricultores que vivían del arroz pudieron sembrar a tiempo gracias a la distribución de semillas de la ayuda internacional pero la recuperación de los cocoteros, motor de la economía en la zona, llevará mucho más tiempo. Los pescadores también perdieron sus botes y aperos”, explica el responsable de seguridad alimentaria y medios de vida, Julien Jacob.  “Es importante destacar – añade- que estamos haciendo todo este trabajo con un enfoque de prevención de riesgos para que algo así no vuelva a causar tantos daños. Por ejemplo, promovemos la replantación con cocoteros más bajos y con ciclos de producción más cortos o enseñamos a los pescadores cómo proteger sus botes ante una alerta”. “También – añade Baena- estamos rehabilitando las redes de agua con tuberías enterradas y realizando planes comunitarios de contingencia

El apoyo psicosocial ha sido crucial para evitar una crisis nutricional

Además de las intervenciones de agua, saneamiento, higiene y medios de vida, pusimos en marcha desde el primer momento un exitoso programa de apoyo psicosocial especialmente dirigido a mujeres embarazadas, madres en periodo de lactancia y de niños menores de cinco años. “Abrimos la primera baby tent a finales de noviembre en el mayor centro de evacuación de Tacloban. Las mujeres en ese momento venían asustadas, con mucho estrés, bloqueadas emocionalmente, con necesidad de ser escuchadas y expresar su dolor, sus  miedos, compartir sus experiencias… En el programa encontraron un ¨refugio¨, un lugar donde expresar sentimientos con mujeres en su misma situación, encontrar soporte, un lugar donde amamantar a sus bebés limpio y con privacidad, donde aprender cómo adaptar su ¨forzada¨ nueva vida a las necesidades básicas de sus hijos en higiene, nutrición, y salud”, explica la psicóloga catalana Núria Diez, coordinadora de este programa.

La intervención de Acción contra el Hambre en cifras

- 320 profesionales de Acción contra el Hambre trabajando en la emergencia.

- Volumen de proyectos de Acción contra el Hambre: 25 millones €.

- 555.375 personas han recibido la ayuda de Acción contra el Hambre.

- Seguimiento nutricional de 99.469 niños, 728 niños tratados de desnutrición aguda severa.

- 69.731 beneficiarios de las distribuciones de suplementos nutricionales para tratar y prevenir la desnutrición.

- 6.561 mujeres embarazadas y en periodo de lactancia reciben apoyo psicosocial en 85 baby tents.

- 46.915 personas consiguen acceso a agua segura, 5.544 letrinas construidas, 79.171 personas participan en sesiones de promoción de higiene.

- 116.355 personas reciben 23.271 kits de agua, 111.215 personas reciben 22.243 kits de higiene, 76 puntos de agua rehabilitados para 23.644 personas.

- 50.650 personas reciben apoyo para reconstruir sus medios de vida, 141.930 personas reciben transferencias monetarias para recuperar medios de vida, 49.000 personas reciben transferencias monetarias para cubrir sus necesidades básicas.

 

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