¿Cuáles son las principales causas de la pobreza energética?

La Organización Mundial para la Salud recomienda que una vivienda debe tener una temperatura entre 18 y 22 °C en invierno y unos 25 °C en verano, pero 9 de cada 100 personas en España no llegan a esa temperatura.

Todos los habitantes del planeta tienen el derecho de disfrutar de energía limpia y asequible. No obstante, las prácticas humanas han causado un grave deterioro en el medio ambiente. Debido a ello, millones de personas sufren de pobreza energética, porque entre otros muchos factores, tener un servicio que cubra todas nuestras necesidades, es costoso.

En la actualidad, la energía está relacionada con casi todas las actividades que realizamos día a día. Sin embargo, numerosas familias viven en pobreza energética extrema, y otros tantos que sí tienen acceso a la energía, viven en riesgo de esta pobreza, pues el servicio que reciben no es suficiente para cubrir sus necesidades. Esto es, en la mayoría de los casos, porque no tienen la opción de disfrutar de climatización, refrigeración de alimentos, iluminación o calefacción.

Veamos en detalle lo que engloba la pobreza energética, que engloba principalmente de tres problemas: el social, el medioambiental y el de la salud pública, que predice un futuro grave en Europa en los próximos años.

¿Qué se considera pobreza energética?

La Organización Mundial para la Salud recomienda que una vivienda debe tener una temperatura entre 18 y 22 °C en invierno y unos 25 °C en verano, pero 9 de cada 100 españoles no llegan a esa temperatura, viven en una pobreza energética que los ubica en el complicado umbral de pobreza.

La pobreza energética es la situación en que vive una persona o una familia entera al no poder cubrir sus necesidades básicas de suministro de energía, debido a un nivel de ingresos precarios o insuficientes.

Principales causas de la pobreza energética

Como hemos mencionado anteriormente, existen tres factores principales que causan la pobreza energética: el precio de la energía, los bajos ingresos y la ineficiencia de los equipos para una eficiencia energética en los hogares, que describiremos a continuación:

1. El precio de la energía

El hecho de que una familia satisfaga sus necesidades energéticas en su hogar implica un coste monetario que, lamentablemente, no es económico. A esto hay que sumarle el constante aumento del precio de la energía en los últimos años que ha puesto en condiciones de pobreza absoluta y relativa a millones de personas.

2. Los bajos ingresos

Los desempleados, los trabajadores a tiempo parcial y otras personas con características semejantes tienen bajos ingresos, lo que les impide poder afrontar los costes energéticos y brindar bienestar en su hogar.

3. Ineficiencia energética en las viviendas

La ineficiencia energética se produce cuando se utiliza poca o nula cantidad de energía para cubrir las necesidades energéticas en un hogar. También, cuando en una vivienda cuentan con equipos de calefacción o electrodomésticos que no funcionan bien y es difícil sustituirlos.

El índice de pobreza aumenta cuando no se toman las medidas necesarias para un aumento de la factura que se puede evitar.

Riesgo de exclusión social por la pobreza energética

La pobreza energética tiene un gran impacto en situaciones tan básicas como conseguir empleo y son estas las personas que están en riesgo de exclusión social. Esto puede ocasionar dificultades en el ámbito laboral.

Actualmente, para millones de hogares, encender la calefacción es un lujo que muchos no pueden permitirse. La pobreza energética priva a las personas de los servicios básicos para llevar una vida digna. Sin luz, es imposible refrigerar alimentos, el tener acceso a medios de comunicación, tener dificultades en el suministro de agua y gas, o tener problemas para estudiar (entre otros inconvenientes).

Soluciones para la pobreza energética

Los gobiernos trabajan para buscar medidas que puedan solucionar el grave problema de la pobreza energética en el mundo, una temática que cada vez llama más la atención y que se encuentra entre las principales causas que motivan el riesgo de exclusión de ciudadanos en una sociedad.

En Acción contra el Hambre contamos con Redes de apoyo para evitar la exclusión social en las comunidades. Uno de nuestros pilares es ayudar a las personas en riesgo de exclusión a conseguir un puesto de trabajo. Muchas de estas personas se encuentran en situación de vivir una pobreza energética, una condición que hace más difícil su inclusión en la comunidad.

Únete a nuestros programas y ayuda a las personas más vulnerables, y que sufren con servicios insuficientes que les impiden llevar a cabo sus actividades diarias.