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Las devastadoras inundaciones agravan las necesidades en Somalia

15/11/23

Familias cargan con sus pertenencias. Hudur, una ciudad que se enfrenta a la pobreza y a los conflictos, se enfrenta ahora a las dificultades añadidas que han traído las inundaciones. (c) Abdirisack Maalim Ali para Acción contra el Hambre 

Las lluvias torrenciales en Somalia han provocado las peores inundaciones del país en décadas, causando 29 muertes, afectando a más de 1,1 millones de personas y desplazando a más de 334.000 de sus hogares. Las intensas lluvias, que comenzaron a principios de octubre, han causado importantes daños en cultivos, carreteras, viviendas y otras infraestructuras.

Las familias de Somalia, que recientemente han sufrido una prolongada y grave sequía, ya tenían un acceso limitado a alimentos, ingresos y otros recursos para sobrevivir antes de las inundaciones. Ahora, las inundaciones han dificultado el acceso a los servicios sanitarios, las escuelas y los mercados. Las tierras agrícolas que se habían secado en años sin lluvia han quedado arrasadas con el diluvio. A las personas les queda muy poco para sí mismas y para sus seres queridos.

A pesar de las repetidas advertencias de los organismos gubernamentales y las organizaciones humanitarias, las fuertes lluvias y las extensas inundaciones causaron graves daños y pérdidas de vidas humanas en varios distritos, siendo Baidoa, Bardere, Luuq y Galkacyo los más afectados.  

En la región suroccidental somalí de Gedo, toda la ciudad de Luuq ha quedado prácticamente sumergida, lo que ha obligado a las organizaciones humanitarias y a los organismos gubernamentales a desplegar embarcaciones para salvar vidas y realizar evacuaciones. En otra ciudad importante, Baidoa, cuatro personas murieron el primer día de las fuertes lluvias y toda la ciudad ha cerrado comercios y otras actividades.

Los sistemas de alerta temprana de Somalia avisaron a las organizaciones humanitarias sobre el fenómeno El Niño y sus posibles efectos, lo que ayudó a nuestros equipos a prepararse antes y minimizar la pérdida de vidas. En septiembre, Acción contra el Hambre y nuestros socios preposicionamos suministros en comunidades de difícil acceso. Ahora, estamos trabajando juntos y juntas para responder rápidamente y ayudar a las familias afectadas por las inundaciones.

El equipo de Acción contra el Hambre en Baidoa evalúa las condiciones en el campo de desplazados de Tuugsoy horas después de las fuertes lluvias. Foto de Mohamed Adan Maalim para Acción contra el HambreEl equipo de Acción contra el Hambre en Baidoa evalúa las condiciones en el campo de desplazados de Tuugsoy horas después de las fuertes lluvias. Foto de Mohamed Adan Maalim para Acción contra el Hambre.

En Baidoa, Khadijo Ali Mohamed, de 28 años y madre de cuatro hijos que vive en el campo de personas desplazadas de Gofgalol, perdió todas sus pertenencias, incluidos alimentos, colchones y utensilios de cocina. Su marido cayó enfermo en mitad de la noche. "La fiebre no remitía y no teníamos forma de llevarlo al hospital a esas horas de la noche. Incluso ahora, no tenemos comida", dijo Khadijo Mohamed. Ella y otros residentes del campo de personas desplazadas se han visto obligadas a huir a otras zonas de la ciudad. Las lluvias siguieron cayendo, incluso después de arrasar casas, vehículos y, trágicamente, personas.

Khadijo Ali Mohamed, una de las familias afectadas cuyas pertenencias fueron arrastradas por las inundaciones. Fotografía de Mohamed Adan Maalim, responsable de comunicación y promoción de Acción contra el Hambre.Khadijo Ali Mohamed, una de las familias afectadas cuyas pertenencias fueron arrastradas por las inundaciones. Fotografía de Mohamed Adan Maalim, responsable de comunicación y promoción de Acción contra el Hambre.

Los gritos de los niños y niñas quedaron ahogados por el continuo sonido de la lluvia en la mañana del 6 de octubre, cuando el equipo de Acción contra el Hambre llegó a los campamentos. Sólo se encontraron con unas pocas familias, entre ellas Khadijo. Ella volvió para rescatar palos y restos de tela de su dañado refugio temporal, con la intención de utilizarlos para construir una nueva casa que protegiera a su familia del frío.

Mukhtar Mohamed, líder del campamento de Gofgalool, habló con los equipos de Acción contra el Hambre, que han estado trabajando para rescatar a la gente y evaluar los daños. Según él, el campamento albergaba a más de 300 personas desplazadas, entre ellas mujeres embarazadas, niños, niñas y personas mayores. "Nadie ha dormido esta noche en este campamento. Los afortunados estaban en sus casas medio llenas de agua, mientras que algunos no tenían tiendas para protegerse de las lluvias", dijo.

Las familias desplazadas vulnerables están expuestas a circunstancias precarias, ya que se reubican en busca de terrenos más elevados, zonas que pueden ser secas, pero en las que escasea el agua potable y las condiciones de saneamiento son inadecuadas. Baidoa, en particular, es una zona propensa a enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea acuosa aguda. Las inundaciones agravan esta situación ya de por sí difícil.

El responsable de emergencias de Acción contra el Hambre, Ibrahim Abdirahman, advierte de que el agua contaminada supone una importante amenaza para la salud pública, especialmente cuando llueve. "Los residuos arrastrados de toda la ciudad llegan a los pozos, y esto aumenta las posibilidades de infección", explica Abdirahman, que también respondió a la emergencia de cólera del año pasado en Baidoa. Los mosquitos también encontrarán caldo de cultivo y los casos de paludismo aumentarán cuando llueva, lo que afectará a las familias vulnerables y a los niños menores de cinco años.

Como parte de nuestra respuesta de emergencia, el equipo de Acción contra el Hambre ha empezado a descontaminar puntos de agua, suministrar pastillas potabilizadoras, distribuir artículos de higiene y educar a la población sobre la importancia de las buenas prácticas de higiene para prevenir brotes de enfermedades en las comunidades a las que servimos.

Precios de los alimentos

Los precios de los alimentos se dispararon durante la primera semana de lluvias. La carretera principal de Mogadiscio fue arrasada por las inundaciones y, según los informes, muchos vehículos están atascados en la carretera. Como consecuencia, muchos suministros de alimentos no están llegando a las ciudades inundadas. El equipo de Seguridad Alimentaria y Medios de Subsistencia de Acción contra el Hambre confirma que alimentos comunes como el arroz, el aceite, el azúcar y la harina han aumentado un 35%, y los precios de las verduras también están subiendo.

Es probable que el aumento de los precios de los productos agrave la inseguridad alimentaria en Somalia, un país que sufre sequías inducidas por el cambio climático que ya han empujado a millones de personas al hambre. El Niño, fenómeno meteorológico recurrente, es una de las razones por las que las lluvias de este año son tan intensas.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), se espera que los próximos días traigan aún más lluvia a las comunidades de toda Somalia. Las previsiones meteorológicas hasta el 15 de noviembre anuncian precipitaciones de muy fuertes a extremadamente fuertes en el sur de Somalia, junto con condiciones más húmedas de lo habitual en otras regiones del país.

Los equipos sanitarios de Acción contra el Hambre se han movilizado para visitar las comunidades y prestar la asistencia que tanto necesitan. Además, estamos proporcionando ayuda de emergencia en efectivo para apoyar a las familias más vulnerables, permitiéndoles comprar alimentos, medicinas y otros suministros esenciales. Nuestros equipos también construirán letrinas de emergencia en las próximas semanas y meses en los campos de desplazados para mejorar el saneamiento y reducir el riesgo de brotes de enfermedades.

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