Mozambique

En 2022, más de 1,5 millones de personas (la mitad de ellas, niños) necesitaron asistencia para seguir con vida en el norte de Mozambique, una emergencia vinculada a los violentos altercados que se produjeron en la provincia septentrional de Cabo Delgado. En todo el país, aproximadamente 1,1 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria aguda y el número de desplazados internos pasó de 750.000 en 2021 a un millón en 2022. Mozambique es uno de los cuatro países africanos más expuestos a perturbaciones climáticas extremas: ciclones, tormentas tropicales e inundaciones.

Desde que en 2021 se reabrió de forma permanente una sede de Acción contra el Hambre en Mozambique, la organización se ha centrado en el norte del país y ha ampliado su capacidad de respuesta ante las emergencias. En 2022, Acción contra el Hambre mejoró el acceso a servicios de nutrición y salud en las comunidades afectadas por conflictos, a las que resulta difícil llegar. Esto se tradujo en la prestación de atención sanitaria y nutricional de proximidad a casi 12.000 niños menores de cinco años en los distritos de Mueda, Nangade, Muidumbe y Macomia.

Acción contra el Hambre también proporcionó ayuda alimentaria de emergencia a más de 26.000 hogares (más de 130.000 mujeres, hombres, niñas y niños) en el distrito de Mueda y reforzó el acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene rehabilitando pozos y perforaciones, así como promoviendo prácticas de higiene entre 25.000 personas que vivían en Macomia.

Además, Acción contra el Hambre unió fuerzas con Solidarités International y el Consejo Noruego para los Refugiados para poner en marcha el primer Mecanismo de Respuesta Rápida en Cabo Delgado, apoyado por la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (DG ECHO, por sus siglas en inglés). La ayuda de emergencia consistió en la entrega de juegos de cocina, ropa de cama, mosquiteras, kits de higiene y raciones de alimentos a las personas afectadas por los desplazamientos en los distritos de Macomia y Quissanga.

Acción contra el Hambre consiguió fondos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional para proporcionar diversos tipos de ayuda complementaria a las personas afectadas, lo que posibilitó llevar a cabo actividades de salvamento en las áreas de salud, agua, saneamiento e higiene, y seguridad alimentaria. También reforzó los medios de vida a través de iniciativas que permitían generar ingresos y diversas ayudas para la agricultura, la ganadería y la pesca.