La inseguridad obliga a Acción contra el Hambre a suspender su ayuda en Myanmar

Los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y grupos armados en la región de Maungdaw han obligado a Acción contra el Hambre a suspender la ayuda en el estado de Rakhine, en la zona oriental de Myanmar. La ONG está presente en el país desde hace 23 años. Sin embargo, en un contexto de inseguridad extrema, en el que se acusa a las organizaciones humanitarias de colaborar con los grupos armados, se hace imposible nuestra intervención.

“La ayuda ha de llegar a las víctimas sin poner en peligro la seguridad de los profesionales humanitarios. Es responsabilidad de los Estados crear las condiciones favorables que nos permitan llegar a quienes necesitan nuestra ayuda”, declara Véronique Andrieux, directora general de Acción contra el Hambre en Francia.

A día de hoy, nos vemos obligados a suspender nuestra intervención en la región de Maungdaw. Esta decisión forzada deja a más de 10 000 personas en situación de vulnerabilidad extrema, sin ningún tipo de ayuda humanitaria. 

En ese sentido, Acción contra el Hambre recuerda que la aplicación del Derecho Internacional Humanitario es indispensable para permitir el acceso de la ayuda humanitaria a las poblaciones necesitadas. Cuando los trabajadores humanitarios se encuentran ante un peligro, es la población civil la que sufre un dolor doble. Para garantizar el acceso a la ayuda que necesitan las poblaciones vulnerables, es necesario proteger a aquellos que la dan.

Acción contra el Hambre está presente en Myanmar desde 1994 apoyando a las personas en situación de inseguridad alimentaria, sin distinción de raza, de sexo, de etnia, de religión, de nacionalidad, de opinión o de clase. Las necesidades humanitarias son particularmente importantes en el estado de Rakhine. La atención se centra en:

• Prevenir y tratar la desnutrición aguda de los niños de menos de 5 años y de las mujeres embarazadas y lactantes

• Reducir el impacto de las catástrofes naturales en las comunidades que habitan en la costa y que están más expuesta a estos fenómenos

• Responder a las necesidades crónicas de la población

Los programas de Acción contra el Hambre en Myanmar se dirigen a las comunidades rohingya y arakanaises, que viven en condiciones deplorables en el estado de Rakhine, así como a poblaciones que sufren pobreza extrema en el estado de Kayah.

Acción contra el Hambre condena todas las acusaciones falsas vertidas por las diferentes partes del conflicto hacia las ONG y recuerda que su única prioridad es la de poder reabrir su actividad en el estado de Rakhine lo antes posible con el fin de ayudar a las poblaciones que lo necesitan.