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¿Qué está pasando en Afganistán?

Las familias en Afganistán están experimentando niveles sin precedentes de hambre y desnutrición, con 8 millones de personas al borde de la hambruna.

 

Las familias en Afganistán están experimentando niveles sin precedentes de hambre y desnutrición, con 8 millones de personas al borde de la hambruna.

Entrevistamos a Mike Bonke, Director de Acción contra el Hambre en Afganistán, para conocer de primera mano la situación actual en Afganistán y cómo es posible colaborar.

P. ¿Puedes describir la situación de crisis de hambre y desnutrición que está sufriendo Afganistán en este momento?

“Es difícil expresar con palabras la magnitud del desafío al que nos enfrentamos sobre el terreno. Los retos aumentan cada día a medida que la nieve crece. Estamos especialmente preocupados por las regiones montañosas, ya que quedarán aisladas en gran medida en los próximos meses y son las áreas donde los niveles de desnutrición son más altos.

Es un escenario catastrófico que se ha complicado por la COVID-19. Muchas de estas familias habían confiado en poder viajar a los países vecinos para ganar dinero durante el invierno. Ahora se enfrentan a una crisis humanitaria con poca comida en su despensa, el aumento de los precios de los alimentos y poco dinero para alimentar a sus hijos.

Es desgarrador escucharlo, pero muchas madres se ven obligadas a vender a un niño para alimentar a otro. Ningún padre debería tener que tomar esa decisión”.

P. ¿Por qué este momento es tan peligroso?

“En Afganistán, la llegada de la nieve podría resultar mortal para muchos niños. Muchas áreas quedarán aisladas en las próximas semanas y meses. Eso hará que el acceso a la atención médica sea increíblemente difícil.

Este es un país que experimenta niveles extremos de inseguridad alimentaria, de falta de alimentos, niveles explosivos de desnutrición y donde muchas familias tienen pocos o ningún medio para alimentar a sus familias. Todo esto ocurre durante el invierno, cuando no se puede cultivar, muchas personas no pueden trabajar y las familias deben tener en cuenta cómo mantendrán calientes a sus familias.

Sin duda, las necesidades humanitarias crecerán a medida que las familias luchan en estas duras condiciones y es imperativo que hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para asegurarnos que se mantengan los corredores humanitarios y nuestras clínicas abiertas”.

Un niño con su madre afuera de un hospital en el noroeste de Afganistán.P. Las temperaturas en Afganistán están cayendo en picado. ¿Cómo es para los niños luchar contra la desnutrición durante los duros meses de invierno?

“La desnutrición no es simplemente no tener suficientes alimentos para comer o tener bajo peso. Cuando un niño está desnutrido, su cuerpo comienza a apagarse. No pueden combatir las infecciones y luchan por regular sus cuerpos.

El clima frío ejerce una gran presión sobre el cuerpo de un niño, ya que debe utilizar su energía vital para generar calor. Con un sistema inmunológico suprimido y energía limitada, muchos niños desnutridos correrán el riesgo de desarrollar hipotermia”.

P. ¿Cuánta ayuda hay en este momento? ¿Cuáles son las necesidades?

“Las organizaciones humanitarias estamos sobre el terreno y hacemos todo lo que está a nuestro alcance para evitar una catástrofe, pero las necesidades son abrumadoras.

Antes de la actual crisis, Afganistán ha sufrido terribles sequías que han afectado a la producción de alimentos y todavía se estaba recuperando de los impactos económicos de la COVID-19”.

P. ¿Cómo estás ayudando a mujeres y niñas?

“Brindamos servicios de atención médica que incluyen atención prenatal, atención posnatal y planificación familiar. Apoyamos a las mujeres que prefieren dar a luz en casa y derivamos a las embarazadas de riesgo a atención especializada.

También tratamos a mujeres con desnutrición y las asesoramos sobre la mejor manera de proporcionar una dieta saludable y nutritiva para sus hijos”.

P. ¿Cómo pueden las donaciones salvar vidas en este momento? ¿Realmente es posible conseguirlo?

“Cuesta solo un euro proporcionar el tratamiento terapéutico de un día a un niño que sufre desnutrición. No estamos hablando de grandes sumas de dinero. Incluso si las personas solo pueden dar 10 euros, esa podría ser la diferencia entre si un niño gana su batalla contra el hambre o no”.

Tú también puedes ser parte de la acción. Dona.

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