ÁFRICA OCCIDENTAL SUFRE LA PEOR CRISIS ALIMENTARIA EN DIEZ AÑOS

Durante la última década, las crisis alimentarias han aumentado en toda la región de África occidental, incluidos Burkina Faso, Níger, Chad, Malí y Nigeria. Entre 2015 y 2022, el número de personas que necesitan asistencia alimentaria de emergencia casi se cuadruplicó de 7 millones a 27 millones.

"En algunas partes del Sahel, la producción de granos ha caído en aproximadamente un tercio en comparación con el año anterior. Los suministros de alimentos de las familias se están agotando. La sequía, las inundaciones, los conflictos y el impacto económico de la COVID-19 han desplazado a millones de personas de sus tierras y las han empujado al borde del abismo", ha manifestado Assalama Dawalack Sidi, directora regional de Oxfam para África Occidental y Central.

"La situación está obligando a cientos de miles de personas a mudarse a otras regiones y vivir con familias de acogida que ya viven en condiciones difíciles. No hay suficiente comida, y mucho menos suficiente comida nutritiva para los niños. Necesitamos ayudarlos urgentemente porque su salud, su futuro e incluso sus vidas están en juego", dijo Philippe Adapoe, director de Save the Children para África Occidental y Central.

La malnutrición está aumentando constantemente en el Sahel. Las Naciones Unidas estiman que 6,3 millones de niños de 6 a 59 meses de edad sufrirán desnutrición aguda este año, incluidos más de 1,4 millones de niños en la fase de desnutrición aguda grave, en comparación con 4,9 millones de niños con desnutrición aguda en 2021.

​"Casi no me quedaba leche, así que le di a mi bebé otro alimento. A menudo se negaba a aceptarlos y perdía peso. También tenía diarrea, lo que empeoró su condición", dijo Safiatou, una madre que tuvo que huir de su aldea debido a la violencia en Burkina Faso.

Impacto dramático en el futuro de los niños

Además de los conflictos y la inseguridad, las sequías y la distribución desfavorable de las precipitaciones han reducido las fuentes de alimentos de las comunidades, especialmente en el Sahel central. Para llenar el vacío, muchas familias venden sus propiedades, poniendo en peligro su capacidad de producción y el futuro de sus hijos. Las niñas pueden verse obligadas a contraer matrimonio precoz, y otras formas de violencia de género pueden aumentar con la escasez de alimentos.

"Más de 1,4 millones de niños en el Sahel y África Occidental están al borde del abismo", dijo Carla Denizard, directora regional de World Vision para África Occidental. "Ahora se necesitan medidas para salvar vidas para prevenir un desastre que podría matar a decenas de miles de niños. El tiempo se acaba. Si el mundo permanece inactivo o actúa demasiado tarde, las familias deben tomar decisiones de supervivencia peligrosas que pueden ser fatales para las niñas y los niños o tendrán consecuencias negativas duraderas".

"Las lluvias fueron escasas. No hay más comida. Debido a la falta de tierras de pastoreo, las ovejas son cada vez más delgadas y esto nos obliga a venderlas con pérdidas. Solía tener doce ovejas, pero ahora solo tengo una", explica Ramata Sanfo, un pastor de Burkina Faso. "Me gustaría tener mi ganado de vuelta para tener suficiente dinero y para que mis hijos puedan volver a la escuela".

La crisis en Europa agrava una situación ya catastrófica

En los últimos cinco años, los precios de los alimentos en África occidental han aumentado entre un 20 y un 30 por ciento. Mientras que las reservas de alimentos en el Sahel están disminuyendo, la crisis en Ucrania está exacerbando peligrosamente la situación. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los precios de los alimentos en todo el mundo podrían aumentar en otro 20 por ciento, lo que es un aumento insostenible para la población ya pobre. Además, es probable que la crisis conduzca a una disminución significativa de la disponibilidad de trigo en seis países de África occidental, que importan al menos el 30 por ciento y, en algunos casos, más del 50 por ciento de su trigo de Rusia o Ucrania.

Otra consecuencia probable de la crisis en Europa es una fuerte disminución de la ayuda internacional a África. Muchos donantes ya han indicado que podrían recortar su financiación para África. Por ejemplo, Dinamarca ha anunciado que reducirá parte de su cooperación bilateral para el desarrollo para Burkina Faso (50 por ciento en 2022) y Malí (40 por ciento en 2022) con el fin de financiar la recepción de personas que han huido de Ucrania con dinero nuevo.

"Las crisis humanitarias no deben competir entre sí", dice Mamadou Diop, representante regional de Acción contra el Hambre. "La crisis del Sahel es una de las peores crisis humanitarias del mundo y, al mismo tiempo, una de las menos financiadas. Tememos que al redirigir los presupuestos humanitarios para la crisis de Ucrania, se acepte exacerbar una crisis para responder a otra".

Las agencias humanitarias están pidiendo a los gobiernos y donantes que no repitan los errores de 2021, cuando solo se financió el 48 por ciento del plan de ayuda humanitaria en África Occidental. Deben cerrar de inmediato la brecha de financiación de 4.000 millones de dólares en el llamamiento de la ONU para que se ayude a África Occidental a salvar vidas y garantizar que estos fondos apoyen medidas apropiadas para la edad, el género y la discapacidad. Nadie debe quedarse atrás.

Para más información:

• Según el Análisis del Cadre Harmonisé (CH) de marzo de 2022, 38,3 millones de personas estarán en crisis alimentaria y nutricional en junio-agosto si no se hace nada, en comparación con 27,3 millones en el mismo período de 2021, un aumento del 40,2% en un año. Desglosadas por países, las proyecciones para los países más afectados en las fases 3 a 5 para junio-agosto de 2022 son las siguientes: Nigeria (19,5 millones), Burkina Faso (3,5 millones), Níger (4,4 millones), Chad (2 millones), Malí (1,8 millones).
• Unicef estima que 29 millones de niños menores de 5 años (entre 6 y 23 meses) estaban desnutridos en la región en 2022 (+26%), frente a los 22 millones en 2000. Otros datos sobre la malnutrición provienen del análisis de UNICEF/Programa Mundial de Alimentos Hotspot 2022.
• Según la Réseau de prévention des crises alimentaires (RPCA), la producción de cereales en el Sahel en 2021 cayó un 12% y un 7%, respectivamente, en comparación con la temporada 2020 y el promedio de cinco años. Los mayores descensos respecto a la temporada 2020 se registran en Níger (-36%), Mauritania (-18%), Burkina Faso (-10%), Gambia (-8%) y Chad (-6%).
• Según la FAO, Burkina Faso y Togo importan al menos el 30% de su trigo de Rusia, mientras que Senegal, Liberia, Benín y Mauritania importan más del 50% de su trigo principalmente de Rusia, pero también de Ucrania (para Senegal).
• En los últimos cinco años, los precios de varias materias primas en África Occidental han aumentado: maíz (+30%), mijo (+26%), sorgo (+24%), arroz (+18%).
• Según ACNUR, más de 4,6 millones de personas están actualmente desplazadas o desplazadas en el Sahel central (Burkina Faso, Malí, Níger), Chad y Mauritania, 2 millones más que en 2020.
• La información sobre el aumento de los matrimonios forzados de niñas y otras formas de violencia contra las mujeres en tiempos de graves crisis alimentarias se puede encontrar en informes de Oxfam y World Vision.
• El 24 de marzo, Dinamarca anunció que se habían reasignado 2.000 millones de coronas danesas de la ayuda al desarrollo para acoger a los refugiados en Dinamarca, incluidos recortes de 290 millones de coronas danesas en programas en el Sahel.
• Para obtener más detalles sobre las brechas de financiamiento en el Llamamiento de las Naciones Unidas para África Occidental, desglosadas por país, consulte el Servicio de Seguimiento Financiero de la OCAH.