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CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN MOGADISCIO, SOMALIA

31/08/23

Faadumo dentro de su casa en un campo de desplazados, situado en la zona de Garasbaley. © Ahmed Issack para Acción contra el Hambre. 

EN SOMALIA, A CAUSA DE LOS RESULTADOS DEL CONFLICTO ACTUAL Y EL IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO, INCLUYENDO SEQUÍAS E INUNDACIONES, NUMEROSAS FAMILIAS ENFRENTAN DESAFÍOS AL INTENTAR OBTENER AGUA Y ALIMENTOS.

En el distrito de Kahda, en Mogadiscio, las familias de Faadumo Haji Ahmed e Ifrah Muse, se ven obligadas a tomar decisiones difíciles mientras intentan sobrevivir en medio de la crisis.

A pesar de que ha habido lluvias recientes, Faadumo y su familia siguen teniendo problemas para encontrar alimentos saludables para sus diez hijos. No pueden volver a su pequeña granja en Janale porque no saben cuántos cultivos podrán cosechar y no tienen suficientes alimentos mientras esperan. La situación para la familia de Faadumo sigue siendo difícil ya que están lidiando con los desafíos reales de vivir en una situación de incertidumbre alimentaria.

"No podemos volver a la granja. No está preparada y no hay comida suficiente. No queremos poner en peligro a nuestros hijos", explica Faadumo. "Es mejor quedarnos aquí, donde recibimos ayuda de vez en cuando de nuestros vecinos y de los agentes humanitarios", añade.

Faadumo desempeña el papel principal en el sustento de su familia. Trabaja en el mercado de Bakara, aunque sus ingresos resultan insuficientes para atender las necesidades esenciales de su familia. Antes, solía comenzar su jornada temprano por la mañana, dedicándose a lavar la ropa antes de iniciar su trabajo en el mercado. En la actualidad, sus horas de trabajo han disminuido considerablemente debido a la automatización que ha reemplazado en gran medida la mano de obra en varias tareas. Esta situación ha agravado aún más las dificultades de Faadumo para generar ingresos suficientes que le permitan mantener a su familia en condiciones adecuadas.

Fadumo Haji Amed acaba de volver del mercado, donde solía trabajar llevando artículos a cambio de una comisión. Hoy vuelve sin nada.

Fadumo Haji Amed acaba de volver del mercado, donde solía trabajar llevando artículos a cambio de una comisión. Hoy vuelve sin nada.© Ahmed Issack para Acción contra el Hambre. 


Faadumo y su familia están muy agradecidos por la presencia de Acción contra el Hambre en su campamento. El centro de salud más cercano, en Garasbaley, ha proporcionado a su familia tratamientos esenciales y servicios de nutrición para ayudarles a hacer frente a las difíciles condiciones de vida. La Unión Europea y el consorcio Caafimaad Plus desempeñan un papel vital en el apoyo a familias como la suya en tiempos de crisis.

No muy lejos de la casa de Faadumo está la de Ifrah Muse, madre de una familia de pastores originaria de la aldea de Bengal, cerca del distrito de Qoryoley, que se ha trasladado a la región del Bajo Shabelle. Los rebaños de la familia, que eran su única fuente de ingresos y alimentos, han quedado diezmados por la sequía. El marido de Ifrah trabaja como jornalero en la ciudad, equipado con una simple carretilla, pero sus ingresos son irregulares. Ifrah y su marido dependen de la ayuda del centro de salud de Garasbaley, donde su hija menor ha sido tratada de neumonía e inscrita en un programa de nutrición. No obstante, la condición de esta familia continúa siendo sumamente difícil, ya que cada comida representa una incertidumbre constante.

Según datos recientes de la FSNAU en Somalia, la tasa global de desnutrición aguda es del 15,1% sólo en el distrito de Kahda. Con una población de unos 650.000 habitantes, esto significa que decenas de miles de personas corren el riesgo de padecer hambre y desnutrición. Acción contra el Hambre está prestando un apoyo vital a estas familias mediante el acceso a alimentos nutritivos, servicios sanitarios y programas de subsistencia.

Ifrah sostiene a su hija de nueve meses, Farhiyo, en el regazo. La cocina de la familia permanece sin luz esta mañana, ya que el marido de Ifrah se esforzó por traer comida a casa el día anterior. Foto de Ahmed Issack para Acción contra el Hambre

Ifrah sostiene a su hija de nueve meses, Farhiyo, en el regazo. La cocina de la familia permanece sin luz esta mañana, ya que el marido de Ifrah se esforzó por traer comida a casa el día anterior. © Ahmed Issack para Acción contra el Hambre. 


El impacto de la sequía en Somalia ha sido catastrófico. Las familias de Faadumo e Ifrah son sólo dos ejemplos de los 8,3 millones de personas que se calcula que luchan por sobrevivir en medio de esta crisis, según un informe publicado por la FSNAU en abril de 2023. El informe también señala que 1,8 millones de niños están desnutridos, con unos 477.700 en riesgo de desnutrición grave.

Esta preocupante estadística es un crudo recordatorio del persistente y generalizado problema de la inseguridad alimentaria en el país, que supone una importante amenaza para la salud y el bienestar de los miembros más vulnerables de la sociedad.

Las recientes inundaciones a lo largo de los ríos Shabelle y Jubba han empeorado la situación, forzando el desplazamiento de 219.000 personas que viven y cultivan en Bardhere y Beledweyne, entre otros distritos. Una crisis más para una población ya en dificultades debido a la prolongada sequía. La situación es especialmente grave para quienes han perdido sus hogares y medios de subsistencia. Las inundaciones no han hecho sino agravar su vulnerabilidad.

Para hacer frente a la crisis actual, los socios humanitarios y los donantes deben trabajar juntos, abordando las causas profundas de la inseguridad alimentaria y proporcionando apoyo inmediato y sostenible a las comunidades afectadas. Acción contra el Hambre ya está prestando un apoyo vital a las familias afectadas por la crisis en Somalia, que incluye ayuda alimentaria y nutricional de emergencia, acceso a agua potable y saneamiento, y servicios sanitarios esenciales. La organización también está aplicando soluciones a largo plazo que aumentan la resiliencia y reducen la vulnerabilidad ante futuras crisis.

Sin embargo, la magnitud y complejidad de la crisis en Somalia exige un trabajo concertado de los socios humanitarios y los donantes para garantizar que familias como las de Faadumo e Ifrah reciban el apoyo que necesitan para sobrevivir y prosperar.
 

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