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Declaración sobre el hambre inducida por el conflicto en Gaza

14/02/24

 

Los firmantes de esta declaración pedimos un alto el fuego inmediato y permanente y un aumento masivo de la ayuda humanitaria para evitar la hambruna en Gaza, y como única forma de cumplir la Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Permitir el acceso de la ayuda humanitaria a la población civil es una obligación en virtud del Derecho Internacional Humanitario y es necesario tomar medidas inmediatas para abordar de manera efectiva y cumplir con las exigencias de la Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que condena el uso de la inanición de la población civil como método de guerra.

 

El riesgo de hambruna aumenta cada día en Gaza debido a la continuación de las hostilidades y al bloqueo continuado de la Franja. Según los resultados del análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) de finales de 2023 , toda la población vive con un nivel de hambre de crisis, y uno de cada cuatro hogares -más de medio millón de personas- se enfrenta a condiciones catastróficas. Esta es la proporción más alta de cualquier población en crisis de seguridad alimentaria y superior en los registros mundiales de la IPC. Prácticamente todos los hogares se saltan comidas cada día. Algunas familias pasan días y noches sin comer. Antes del 7 de octubre, la desnutrición aguda en Gaza era casi inexistente. Sin embargo, la ONU predice que es probable que la emaciación infantil aumente un 27% en Gaza en los próximos meses.

 

ACNUDH, Human Rights Watch y otras organizaciones humanitarias han advertido de que en Gaza se está utilizando la inanición de la población civil como método de guerra. La inanición de la población civil es ilegal según el Derecho Internacional Humanitario e incumple directamente la Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

 

Antes del conflicto actual, la ayuda alimentaria humanitaria apoyaba a más de dos tercios de la población. Ahora, las necesidades han aumentado y empeorado en gran medida y la ayuda humanitaria se ha reducido debido a la violencia, la inseguridad y las barreras de acceso.Las tácticas de asedio impuestas por Israel a Gaza son uno de los factores clave que impiden la entrega de ayuda. Según el Derecho Internacional Humanitario, las partes en conflicto están obligadas a facilitar un acceso rápido y sin trabas a la ayuda. Otros factores son los continuos bombardeos de zonas densamente pobladas, incluidos los lugares de distribución, y la denegación por parte de Israel de las misiones de ayuda humanitaria al norte y a otras zonas de Gaza.

 

Los lactantes, los niños y las niñas y las mujeres embarazadas y lactantes son actualmente más vulnerables que antes de la escalada del conflicto. El acceso totalmente insuficiente a alimentos, agua y servicios vitales esenciales expone a estos grupos a mayores probabilidades de sufrir malnutrición y enfermedades, lo que aumenta el riesgo de mortalidad y morbilidad.

 

La falta de agua y saneamiento adecuados está provocando diarreas y enfermedades generalizadas, una de las causas directas de la desnutrición, junto con la ingesta alimentaria. Sólo una de las tres tuberías de agua procedentes de Israel está operativa, y no hay acceso a agua potable en las gobernaciones del norte. Al menos veinte instalaciones de agua, incluidos embalses, han resultado dañadas o destruidas. La escasez de combustible está afectando gravemente a las infraestructuras hídricas. La acumulación de residuos sólidos en las calles -unas 50 000 toneladas- es un problema sanitario prioritario.

 

La destrucción de las infraestructuras de producción y distribución de alimentos y la restricción de las importaciones comerciales han reducido el acceso a los alimentos. La OCHA informa de que sólo 15 de las 97 panaderías que funcionaban en Gaza antes del 7 de octubre siguen operativas. Las imágenes por satélite muestran la destrucción de muchos puertos pesqueros, mercados, invernaderos y tierras agrícolas.

 

Impedir que llegue ayuda humanitaria suficiente a la población y atacar las infraestructuras de producción y distribución de alimentos, incluidas granjas, sistemas de abastecimiento de agua, molinos, lugares de procesamiento y almacenamiento de alimentos, centros de distribución y medios de transporte de alimentos, constituye una violación directa de la resolución 2417 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esta resolución fue robada por unanimidad en 2018 para condenar el uso del hambre y la inanición como arma de guerra.

 

Las recientes medidas provisionales dictadas por la Corte Internacional de Justicia exigen que Israel adopte medidas inmediatas y efectivas para permitir la prestación de los servicios básicos y la asistencia humanitaria que se necesitan urgentemente en Gaza, como ayuda alimentaria y agua potable. Los terceros Estados tienen la obligación legal de garantizar que todas las partes permiten la entrada de ayuda suficiente en Gaza y eliminan cualquier obstáculo que impida el acceso oportuno y sin trabas.

 

La única manera de evitar el riesgo de hambruna es detener inmediatamente el deterioro de la salud, la nutrición y la seguridad alimentaria, y el aumento de la morbilidad, mediante el restablecimiento de los servicios sanitarios, los servicios de agua y saneamiento, la pesca y las tierras agrícolas, y los mercados. Evitar la hambruna no puede hacerse con las hostilidades en curso. Son esenciales un alto el fuego inmediato y permanente y la ampliación del acceso de la ayuda en toda la Franja de Gaza.

 

 

Firmantes:

 

Acción contra el Hambre

Consejo Danés para los Refugiados

Humanidad e Inclusión / Handicap International (HI)

Insecurity Insight

INTERSOS

Islamic Relief USA

Mercy Corps

Consejo Noruego para los Refugiados

Plan Internacional

Proyecto Esperanza

Save the Children

Solidaridad Internacional

Tarjimly

Alianza War Child

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