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Actualidad

El 50% de la población gazatí está en riesgo de hambruna

18/03/24

El director de operaciones de Acción contra el Hambre en uno de los almacenes de distribución de alimentos y productos de higiene en Gaza © Acción contra el Hambre  

Publicación del último informe de seguridad alimentaria en Gaza de la ONU

  • La hambruna es inminente en Gaza, según los informes más recientes de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC) elaborada por la ONU, así como por gobiernos y ONG, incluida Acción contra el Hambre. La IPC detalla que el 50% de la población de Gaza está experimentando Catástrofe (Fase 5 de la IPC), a un paso de la hambruna, mientras que el 40% sufre Emergencia (Fase 4). En los próximos cuatro meses, 7 de 10 gazatíes en el norte estarán en riesgo de hambruna. 
  • 1 de cada 3 niños y niñas del norte de Gaza sufre desnutrición aguda, y 27 menores han muerto por desnutrición y deshidratación.
  • A pesar de las dificultades extremas, Acción contra el Hambre ha llegado con su ayuda humanitaria a más de medio millón de personas con nuestra distribución de alimentos, servicios de agua, saneamiento e higiene desde octubre de 2023.  

 

Se prevé que la hambruna se produzca en cualquier momento entre hoy y mayo en el norte de Gaza, mientras el riesgo de hambruna sigue presente en toda la Franja. En diciembre de 2023, el informe de Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria (IPC) indicaba que el 17% de la población estaba a un paso de la hambruna. El último informe revela un aumento aún más preocupante: el 50% de los hogares de Gaza se encuentran en situación de Catástrofe (Fase 5 de la IPC). Este es el grado más alto en la escala de la IPC. Las condiciones similares a la hambruna se dan cuando la situación de seguridad alimentaria, nutrición y mortalidad afecta al menos al 20% de la población, con aproximadamente 1 de cada 3 menores con desnutrición aguda y 2 de cada 10.000 habitantes que mueren de inanición

Más de la mitad de la población total en la Fase 5 se encuentra en el norte de la Franja. El acceso humanitario al norte de Gaza es casi imposible, lo que provoca que más de 160 000 personas estén al borde de la inanición. Pero la inseguridad alimentaria extrema también afecta a Rafah, actualmente la zona más poblada de la Franja debido a los desplazamientos internos. La ayuda humanitaria sigue siendo totalmente insuficiente para la supervivencia de los más de 2 millones de personas atrapadas en Rafah: 3 de cada 10 habitantes de Gaza en el sur corren riesgo de hambruna, y se prevé que la mitad se enfrente a condiciones de Catástrofe (Fase 5) entre marzo y julio. La población civil, desesperada, se ha vuelto dependiente de los alimentos de origen animal. Hemos recibido información de personas que comen forraje animal, incluido heno, paja y otros alimentos aptos para el ganado vacuno, caprino y ovino.  

Esta desgarradora declaración ha sido activada hoy por la IPC, un marco de seguridad alimentaria que incluye a la ONU, así como a gobiernos y ONG como Acción contra el Hambre, cuyas operaciones en Gaza se remontan a 2005. El umbral de hambruna para el consumo familiar de alimentos ya se ha superado significativamente. El informe revela una importante tendencia al alza de la desnutrición aguda y es muy probable que también se haya superado el umbral de hambruna para la desnutrición aguda. Las pruebas disponibles apuntan a un fuerte incremento de la mortalidad infantil, lo que lleva a los a señalar el inminente comienzo de la hambruna.   

El director de operaciones de Acción contra el Hambre, Vincent Stehli, advierte desde su reciente visita a Rafah (Gaza): "Llevamos 20 años trabajando en Gaza y nunca he visto nada igual. El 80% de los niños y niñas tienen enfermedades infecciosas; el 70%, diarrea. No tienen suficiente comida. Los servicios sanitarios no pueden funcionar. Es una mezcla perfecta para la desnutrición. Esto es sólo el principio". Los primeros informes sobre desnutrición revelan otra realidad alarmante: en el norte de la Franja, 1 de cada 3 menores sufre desnutrición aguda y al menos 27 han muerto por desnutrición y deshidratación, según datos del Cluster Global de Nutrición y el Ministerio de Sanidad de Gaza.  

 

EL TRABAJO DE ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE EN GAZA

Durante los últimos cinco meses, Acción contra el Hambre ha trabajado en condiciones extremas y muy inseguras para su respuesta humanitaria como distribución de alimentos frescos y secos, comidas calientes, servicios de limpieza, transporte de agua en camiones cisterna, gestión de residuos sólidos y distribución de kits de higiene y refugio. El director de Operaciones de la organización, desde Rafah, recuerda que "el cese de las hostilidades y el restablecimiento del espacio humanitario para prestar ayuda humanitaria y restablecer los servicios son esenciales para eliminar cualquier riesgo de hambruna. Por ello, Acción contra el Hambre sigue abogando por un alto el fuego inmediato y permanente". 

Cuando las personas sufren una escasez extrema de alimentos, la muerte es lenta. El dolor es intenso, con desequilibrios electrolíticos, apatía, fatiga, deterioro físico y psicológico, degradación de los tejidos y daños en órganos clave. La inanición y el hambre nunca deben utilizarse como arma de guerra

Por ello, Acción contra el Hambre pide una vez más a todas las partes en conflicto que acuerden y tomen todas las medidas necesarias para lograr un alto el fuego humanitario inmediato y sostenido que garantice la protección tanto de la población civil como de las infraestructuras civiles, y que permita un aumento masivo del suministro de ayuda humanitaria vital para salvar vidas.  

También hacemos un llamamiento a terceros Estados para que promuevan y supervisen activamente la aplicación de la Resolución 2712 del Consejo de Seguridad de la ONU, que pide una pausa humanitaria urgente en los combates y el establecimiento de corredores seguros en toda la Franja de Gaza durante un período suficiente para permitir el acceso rápido y sin trabas de los agentes humanitarios de conformidad con el derecho internacional humanitario. Esto debe incluir dar prioridad al acceso por tierra, especialmente en los pasos fronterizos de Rafah, Kerem Shalom/Kerem Abu Salem, Erez/Beit Hanoun y Karni.  

Reiteramos que, en cumplimiento de la Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de la ONU, que prohíbe el uso de la inanición y el hambre como arma de guerra, todas las partes en conflicto deben cesar inmediatamente los ataques contra la población civil y las infraestructuras esenciales para la supervivencia, incluidas las instalaciones de producción y distribución de alimentos.  

 

VÍNCULOS ENTRE CONFLICTO Y HAMBRE

Acción contra el Hambre reitera que los conflictos armados y la violencia son las principales causas del hambre. Gaza no es diferente: el conflicto está socavando directamente la seguridad alimentaria de la población gazatí. Las hostilidades en curso han creado grandes obstáculos para el cultivo y la producción de alimentos. Las tierras agrícolas han sido alcanzadas por armas explosivas, lo que tiene consecuencias negativas tanto a corto como a largo plazo, al destruir los medios de subsistencia y contaminar el suelo con restos de explosivos y artefactos sin detonar. 

La gran mayoría de las actividades pesqueras han cesado. Muchas tiendas de alimentación y mercados han quedado destruidas. Sólo quedan 15 panaderías operativas de las 97 que estaban activas antes del 7 de octubre. La destrucción de estas infraestructuras impide a la población comprar y vender alimentos con seguridad. El mercado es casi inexistente. Además, la subida de los precios ha creado serios obstáculos económicos para los civiles que quieren acceder a los alimentos. Según el último informe de Insecurity Insight, la disponibilidad de alimentos básicos es extremadamente limitada. Mientras, 1,7 millones de personas desplazadas internas carecen de utensilios de cocina, agua y combustible, lo que impide el uso efectivo de alimentos nutritivos cuando están disponibles y son accesibles.  

El suministro de ayuda humanitaria, incluida la ayuda alimentaria, es una medida de emergencia crítica. Sencillamente, salva vidas. Las restricciones al acceso a los productos comerciales y a la ayuda humanitaria por medio de bloqueos, violencia o medidas administrativas han hecho inconcebible que los civiles puedan satisfacer las necesidades más básicas.

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