Mujeres que nos inspiran: desde Perú hasta Níger cerrando la brecha de género en la nutrición

La desigualdad de género es una de las principales causas y consecuencias del hambre y la pobreza. No se puede combatir el hambre ni cerrar la brecha nutricional sin pensar con perspectiva de género. El 70% de las personas pobres en el mundo son mujeres y niñas. Y ellas, a pesar de producir entre el 60% y el 80% de los alimentos en los países en desarrollo, poseen menos de una quinta parte de las tierras. Las mujeres, como productoras agrícolas y como responsables de la alimentación en sus hogares, desempeñan un papel fundamental para la seguridad alimentaria.

La brecha de género en la nutrición es la forma en que las necesidades biológicas de mujeres y niñas, las disparidades en el acceso a alimentos y servicios y las costumbres sociales perjudiciales influyen en sus condiciones sanitarias y económicas. Las costumbres culturales, los roles sociales, las disparidades económicas y las prácticas discriminatorias crean y sostienen esta crisis ignorada. El feminismo, la igualdad de derechos, la justicia y la mitigación de la crisis climática forman parte de la solución.

La buena nutrición de las mujeres y las niñas está profundamente arraigada en la igualdad de género y en cómo interactúan las circunstancias económicas, sociales y culturales. En el África subsahariana, el 75% de las mujeres y los niños desnutridos no viven en los hogares más pobres, lo que ilustra que la desnutrición no es simplemente un subproducto de la pobreza, sino también de otros factores y sistemas, como las normas sociales y la dinámica intrafamiliar.

Por ello, con motivo del 8M, Día Internacional de la Mujer, queremos destacar las historias de cuatro mujeres que nos inspiran por su dedicación, esfuerzo y trabajo para que esta brecha de género se reduzca un poco más cada día.

PERÚ

Yasumi tiene 8 años y vive en Ayacucho, Perú. Gracias a Acción contra el Hambre, que ha puesto en marcha un proyecto para promover el emprendimiento agropecuario en la región, su madre ha aprendido a cultivar y ahora disponen de alimentos suficientes y variados para llevar una vida saludable. Además, obtienen ingresos vendiendo los excedentes de la cosecha. Así Yasumi tendrá energía suficiente para seguir estudiando y cumplir su sueño de ser ingeniera.

Según los datos del Informe “Perú: Brechas de Género 2020” (INEI), el 43,5% de mujeres rurales manifestaba no contar con ingresos propios en el país, mientras que en los hombres esta cifra representaba al 12,7%. En la misma línea, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), las mujeres en las áreas rurales tienen menor acceso a las tierras, además de menor disponibilidad de créditos y seguros para potenciar su trabajo agrícola. Por esta razón es importante reforzar las habilidades técnicas de las mujeres, sobre todo en entornos rurales.

NÍGER

En la aldea de Mayya Da Roujia, al sur de Níger, Salamatou y otras 57 mujeres se levantan cada mañana para trabajar su propio huerto. Tras recibir formación de Acción contra el Hambre, han puesto en marcha una cooperativa hortícola donde cosechan alimentos suficientes para satisfacer sus necesidades, las de sus familias, y obtener ingresos vendiendo en el mercado local.

En Níger, las mujeres representan más de la mitad de la población. La mayoría de ellas viven en zonas rurales y se dedican principalmente a la agricultura y a la cría de animales domésticos. Por desgracia, estas mujeres, ya de por sí desfavorecidas, también están expuestas a los efectos del cambio climático. Las sequías se producen cíclicamente, lo que provoca escasez agrícola y de forraje. Esta situación agrava la pobreza.

INDIA

Jyoti vive en la India y es una de las madres que se han beneficiado de las formaciones impartidas sobre la importancia de la salud nutricional de los hijos, así como consejos sobre cómo llevar a cabo la lactancia gracias a Acción contra el Hambre, que tiene como objetivo erradicar la desnutrición a través de distintos medios.

ESPAÑA

Conchi y Ana Luz siempre quisieron emprender y lo consiguieron de la mano del programa Vives Emprende de Acción contra el Hambre. Apostaron por recuperar la tradición y vender "aquello que ya no estaba en el mercado". Desde su pequeño obrador en Alburqueque (Extremadura) hornean cada día dulces sin colorantes ni conservantes. De su deseo de emprender y las enseñanzas de la abuela de Conchi sobre los dulces extremeños nació Villartesana.