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Refugiados sudaneses en Chad, amenazados por la inminente temporada de lluvias

20/06/23

 

DESDE MEDIADOS DE ABRIL, MÁS DE 100 000 PERSONAS HAN HUIDO A CHAD POR EL CONFLICTO EN SUDÁN. ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE INTERVIENE EN LA PROVINCIA DE WADI FIRA, ASÍ COMO EN SILA, PARA PROPORCIONAR AGUA POTABLE, ACCESO A SANEAMIENTO Y EQUIPOS ESENCIALES.

“La mayoría de las personas refugiadas que huyen de las hostilidades llegan con las manos vacías, sin comida ni agua”, explica el director de Acción contra el Hambre en Chad, Henri-Noël Tatangang. “El acceso al agua es una preocupación. Durante las evaluaciones en Wadi Fira, los refugiados nos dijeron que los pozos son administrados por operadores privados que venden la lata de agua de 20L a 100F. Este es un precio exagerado para los hogares de refugiados que también tienen que dar de beber su ganado”, añade.

Un total de 5 704 personas refugiadas están registradas en la provincia de Wadi Fira y 18 773, en la provincia de Sila, en el este de Chad.

Acción contra el Hambre envió un equipo de respuesta rápida a Wadi Fira que, después de una evaluación de las necesidades, distribuyó 500 artículos no alimentarios a las familias. La distribución se llevó a cabo en colaboración con ACNUR en los campamentos de refugiados de Milé y Kounugou. Estos kits consisten en una linterna solar, jabones para lavar la ropa, vasos de aluminio, hervidores, 80 ml de lejía y la bolsa de embalaje del kit reutilizable. Acción contra el Hambre también participó en la coordinación operativa del sector del agua, higiene y saneamiento con otros actores humanitarios en la provincia para proporcionar agua potable mediante la instalación de tanques.

En la provincia de Sila, Acción contra el Hambre ha proporcionado tres cisternas flexibles de almacenamiento de agua. En Admou, nuestros equipos han rehabilitado un pozo y están cavando un segundo. También se han construido seis zanjas de defecación para prevenir enfermedades. Además, una vez a la semana se lleva a cabo una limpieza del entorno en la comunidad con materiales proporcionados por Acción contra el Hambre.

La inminente llegada de la temporada de lluvias, el aislamiento de los sitios, las enfermedades transmitidas por el agua y otras inclemencias del tiempo son riesgos que podrían aumentar la vulnerabilidad de estas personas refugiadas. “La temporada de lluvias generalmente es en julio y agosto”, declara Tatangang, “pero en los últimos años, el cambio climático ha exacerbado los eventos catastróficos climáticos. El año pasado, Chad sufrió inundaciones sin precedentes. Casi 600 000 personas se vieron afectadas en noviembre. En Sila, más de 79 000 personas se vieron afectadas el año pasado². No se dan las condiciones para que estos nuevos refugiados puedan hacer frente a esta situación”.

“Los equipos de Acción contra el Hambre han podido proporcionar una respuesta inicial de agua, saneamiento e higiene a refugiados sudaneses con sus propios fondos”, explica Tatangang. “Las necesidades son enormes para garantizar que las personas refugiadas y las poblaciones de acogida tengan acceso a todos los servicios básicos. Los donantes deben movilizar y financiar la respuesta humanitaria para los 100 000 refugiados ya acogidos por Chad y para la población de acogida cuyo acceso a los recursos se ve interrumpido por estas llegadas masivas. Se acerca la temporada de lluvias, es urgente actuar ahora”, concluye.

© Acción contra el hambre Chad
 

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